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jueves, 30 de septiembre de 2021

La Felicidad según el gran poeta Jorge Luis Borges

 


“Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable, ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir”. Jorge Luis Borges

Resumen:

El ser humano siempre está aprendiendo de la vida, y no ha sido distinto por parte del gran escritor Jorge Luis Borges, quien a los 76 años transmitió una dramática aseveración:

“He cometido el peor de los pecados

que un hombre puede cometer.

No he sido feliz.”

Y su visión de la felicidad a los 86 años y uno antes de morir cambió y expresó:

Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.

Quizás el cambio de visión se debió a su transformación del Borges agnóstico al hombre más espiritual que tiene conciencia de un Creador.

Borges y sus manifiestos de la felicidad

Conocido es el poema “El remordimiento” del gran escritor Jorge Luis Borges (1) que indica:

He cometido el peor de los pecados

que un hombre puede cometer.

No he sido feliz

(…)

Los defraudé. No fui feliz…

Con este poema, el escritor argentino refleja la importancia de la felicidad en la vida de las personas.

Pero, no es tan conocida su última obra, publicada un año antes de morir, el libro de poemas “Los conjurados”, en la que expresa su opinión de la felicidad:

“Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.

Para conocer mayores detalles sobre Borges y la felicidad, se entregan a continuación extractos del artículo de María Eugenia Estenssoro: “Borges y la felicidad” (2).

Borges y la felicidad (2)

Habitualmente pensamos en Borges como un poeta genial, pero un hombre desdichado. Uno de sus poemas más populares, “El remordimiento”, que él rechazaba por sensiblero, contribuyó a generalizar esta imagen. Fue publicado en el diario LA NACION en 1975, tres días después de morir su madre. Él ya era un hombre de 76 años. La poesía comienza con una aseveración dramática:

“He cometido el peor de los pecados

Que un hombre puede cometer. No he sido feliz.”

Observemos que Borges dice que el peor de los pecados que puede cometer un hombre es no ser feliz. La mayor flaqueza humana, la mayor desgracia. Por eso la felicidad que el poeta expresa una década después en Los conjurados, su último libro, es tan notable. Como el héroe que debe recorrer un largo periplo hasta llegar a su destino, Borges tuvo que transitar una verdadera odisea de superación personal hasta alcanzar la felicidad. Para mí, Los conjurados, libro de poemas publicado en 1985, un año antes de morir, es un testamento del poeta y el hombre que finalmente encontró la plenitud, no sólo artística sino también personal. En el prólogo lo dice claramente:

“Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.

¿No es hermoso? Un hombre de 86 años, ciego, al final de sus días, afirma con serenidad y sabiduría que la belleza y la felicidad son algo “frecuente”. Lo remarcable es que Borges no habla sólo de sí mismo, habla del ser humano, de su condición. Por eso utiliza la tercera persona del plural: “No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.”

El escritor afirma que la belleza y la dicha, “el paraíso”, están ahí, al alcance de la mano, diariamente. En términos espirituales, la felicidad no es un sentimiento, ni una emoción; tampoco un arrebato que experimentamos cuando ocurre algo deseado. La felicidad es un estado del alma, una virtud o un poder personal que se cultiva a conciencia. La felicidad se alcanza cuando logramos vivir en armonía con nosotros mismos, honrando la vida, la propia y la ajena, en comunión con la Creación o el Universo, como cada uno lo llame.

Borges, el agnóstico, el no creyente, conoció ese estado del Ser. Pero no siempre fue así. Al igual que su padre, fue quedando ciego relativamente joven. Escribió gran parte de su obra dictando, sin ver. Era tartamudo. En sus conferencias, que eran obras de oratoria magistrales, se le cortaba el habla a cada rato. Durante años fue tan tímido que incontables mujeres lo rechazaron. Poco antes de morir, su madre, una mujer sobreprotectora y dominante, le arregló un casamiento con una mujer de quien no estaba enamorado, para que lo cuidara. Le negaron sistemáticamente el Premio Nobel de Literatura porque decían que era elitista y conservador. Fue amado, pero también odiado en su país; decidió morir en Ginebra.

La visión final de Borges sobre la felicidad

A los 76 años, Borges transmitió una dramática aseveración:

“He cometido el peor de los pecados

Que un hombre puede cometer.

No he sido feliz.”

Pero a los 86 años y uno antes de morir expresó:

-      “Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso”.

-      La felicidad es un estado del alma, una virtud o un poder personal que se cultiva a conciencia.

-      La felicidad se alcanza cuando logramos vivir en armonía con nosotros mismos, honrando la vida, la propia y la ajena, en comunión con la Creación o el Universo, como cada uno lo llame.

¿Qué lo hizo cambiar de opinión? Quizás fue su transformación del Borges agnóstico al hombre más espiritual que tiene conciencia de un Creador.

 

Un abrazo,

 

Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “ Los reyes no siempre son Felices”, https://prisma101-1.blogspot.com/2021/04/los-reyes-no-siempre-son-felices.html, 22 abril 2021.

(2)  Cotado en: María Eugenia Estenssoro, “Borges y la felicidad”, https://www.lanacion.com.ar/opinion/borges-y-la-felicidad-nid17062021/, 17 junio 2021.

(3)    Imagen obtenida de: https://akifrases.com/frase/104378, consultado 28 septiembre 2021.


jueves, 23 de septiembre de 2021

Pensamientos de personajes sobre la Felicidad

 


“… La felicidad es amor, … el que sabe amar es feliz…”. Hermann Hesse

Resumen:

A través de la historia, personalidades se han manifestado sobre lo que es la felicidad para los seres humanos y sobre qué hacer para lograr mejorar nuestro nivel de felicidad en nuestra vida.

Se considera que la principal dificultad para lograr la definición de felicidad es el ser un concepto diferente para cada persona y donde cada persona es feliz a su manera.

Quizás la definición que nos involucra a todos es la de Hermann Hesse:

“… La felicidad es amor, … el que sabe amar es feliz…”

Es tan esencial el amor para la vida porque es algo común que tenemos todas las personas.

Y es tan crucial el amor que Fiodor Dostoievski manifestó:

“Cuando se ama… se puede prescindir de la felicidad”.

Manifestación de personajes sobre la felicidad

A través de la historia personalidades se han manifestado sobre lo que es la felicidad para los seres humanos y sobre lo que se debe realizar para lograr mejorar el nivel de felicidad en nuestra vida.

Existen innumerables preguntas que cada una de las personas intentan responderse:

¿Qué es la felicidad?

¿Se lo que me hace feliz?

¿He tomado la decisión de ser feliz?

¿Soy feliz?

Con el propósito de conocer el pensamiento de personalidades que se han manifestado sobre la felicidad, se proporciona a continuación extractos del artículo de www.diariojudio.com: “Razón, tesón y corazón”: Ser feliz… ¿Es mi decisión? (1).

Razón, tesón y corazón: “Ser feliz… ¿Es mi decisión?” (1)

El científico estadounidense de origen Alemán Albert Einstein (1879-1955) escribió:

“Curiosa es nuestra situación de hijos de la tierra. Estamos por una breve visita y no sabemos con qué fin, aunque a veces creemos presentirlo”. 

Cada uno de nosotros siempre habla de la felicidad como un sueño posible al cual hay que llegar y tal pareciera que es un estado de plenitud, de permanencia o de conclusión.

Podemos encontrar tantas formas de concebirla como personas existan; ya que es una decisión individual el entenderla, asumirla y vivir conforme a ella.

A estas alturas de tu vida … ¿Sabes qué es la felicidad?

El escritor ruso León Tolstoi (1828-1910) dijo:

“… De tu decisión depende la felicidad de tu vida…”.

Es común que, en las reuniones sociales, todos hablen de sus vidas como si hubieran alcanzado todo o estuvieran en camino a ello, entre ellas esa multicitada felicidad.

Ante ello surge el cuestionamiento: Si decidir es un acto consciente … ¿Cómo pretender ser feliz si tampoco se sabe que es lo nos hace felices?

El Poeta, ensayista, periodista y humanista Estadounidense Walt Whitman (1819 – 1892), manifestó:

“… No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños…”.

Despertar cada mañana implica la posibilidad de planear nuestra jornada y encaminarla a lo que nos de satisfacción; ya sea desde tomar un baño hasta aprender de cualquier situación que se nos presente.

En nosotros está la opción de construir cada día de la manera que llene nuestras expectativas o simplemente, dejarlo pasar sin considerar hacer nada de manera consciente.

Y tú … ¿Vives cada día con la determinación de ser una mejor persona?

El pedagogo, psicólogo y filósofo estadounidense John Dewey (1859 – 1952), planteó:

“Descubrir lo que uno está capacitado para hacer y asegurarse una oportunidad para hacerlo, es la clave para la felicidad”.

Conforme crecemos, nos damos cuenta de que hay situaciones que nos llevan a sentirnos plenos en nuestro vivir y está en nosotros identificarlas y buscarlas.

Si nuestras metas escapan de nuestras realidades, debemos entender que éstas nunca fueron opciones válidas o posibles, sino que fueron ideales por capricho.

En ese sentido … tú … ¿realmente te conoces?

El escritor, poeta y pintor alemán, nacionalizado suizo Hermann Hesse (1877 – 1962) escribió:

“… La felicidad es amor, … el que sabe amar es feliz…”

Si algo tenemos en común las personas es el amor y no hay circunstancia más alentadora en nuestra vida que el sentirnos amados, en el entendido que tal pareciera que esa sensación es algo que está en nosotros sentirlo y llevarlo día a día, desde que nacemos, conforme crecemos y hasta que morimos.

Y tal pareciera que el sentirse amado se da en función de lo que vivimos ante el mundo; es decir, que es un algo que obtenemos de terceros, siendo justamente lo contrario; el amor no es una externalidad, surge de nosotros, en función de nuestro autoconocimiento y aceptación y parte hacia con quien compartimos.

El amor es algo tan simple como entender que no lo puedes compartir si tú no lo sientes por ti. Es decir, nadie puede dar a otro lo que no tiene para sí.

¿tú te amas?

El escritor ruso Fiodor Dostoievski (1821 – 1881) manifestó:

“Cuando se ama… se puede prescindir de la felicidad”.

El amor es plenitud. Sentirte amado es la meta anhelada por todas las personas. Venimos a amar y ser amados y ese es el sentido que le damos a todo lo que hacemos.

El amor es un estado de convicción de la persona no un capricho; tú decides cómo vivirlo y, sobre todo, cómo manifestarlo.

El filósofo, matemático, lógico y escritor británico. Bertrand Russell (1872 – 1970), mencionó:

“Quien desee aumentar la felicidad humana debe procurar aumentar la admiración y reducir la envidia”.

Que razón tenían en casa cuando de pequeños nos hacían ver que no nos fijáramos en los demás, sino que atendiéramos a nosotros. Cuántas veces no nos pasamos haciendo planes en función de los demás y nos olvidamos de que quienes vivimos nuestra vida somos cada uno de nosotros.

En tus diversos roles … ¿te motiva admirar o envidiar los logros de los demás?

La escritora alemana Ana Frank (1929 – 1945) planteó:

“Quien es feliz, hará felices a los demás también”.

Desafortunadamente, no hay fórmulas perfectas para vivir ni desempeñar ninguno de tus roles a lo largo de tu andar; es decir, no pretendas encontrar manuales para ser padre, hijo, pareja o cualquier otro, tienes una vida para aprender lo importante y desaprender lo irrelevante, no te confundas ni te pierdas en tus esfuerzos.

Recuerda la regla de oro: “¡No hagas a otros lo que no quieras para ti!”

Y añade esto: “Ámate y compártelo: sólo en ello encontrarás la felicidad a plenitud

Y reflexiona un segundo … ¿has tomado la decisión de ser feliz? … o … ¿únicamente te has limitado a alcanzar los satisfactores inmediatos a los que tienes acceso?

Tú crees qué … ¿alguien a tu lado es feliz de saberte en su vida?

Las orientaciones generales

La dificultad principal de la definición de felicidad es el ser un concepto diferente para cada una de las personas. Cada persona es feliz a su manera y particular para cada uno.

Quizás la definición que nos involucra a todos es la de Hermann Hesse:

“… La felicidad es amor, … el que sabe amar es feliz…”

Esto porque el amor es algo en común que tenemos todas las personas.

Es tan crucial el amor que Fiodor Dostoievski manifiesta que:

“Cuando se ama… se puede prescindir de la felicidad”.

En relación con el que hacer para mejorar el nivel de felicidad, podemos mencionar:

Lo primero es que debemos tomar la decisión de ser feliz, como lo ha manifestado León Tolstoi:

“… De tu decisión depende la felicidad de tu vida…”.

Debemos ser cada día mejores personas y planificar nuestro día para ser feliz, de acuerdo con Walt Whitman:

“… No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños…”.

También, el ser mejor persona significa tener presente lo manifestado por Bertrand Russell:

“Quien desee aumentar la felicidad humana debe procurar aumentar la admiración y reducir la envidia”.

Otro aspecto es que debemos tener desafíos y objetivos que lograr, porque es un aspecto importante de la felicidad según John Dewey:

“Descubrir lo que uno está capacitado para hacer y asegurarse una oportunidad para hacerlo, es la clave para la felicidad”.

Y no olvidar lo indicado por Ana Frank:

“Quien es feliz, hará felices a los demás también”.

Es como el tema del café: es básico que la cafetera debe tener café para poder dar a los demás.

Es la semilla básica de la felicidad. Si una persona es feliz puede hacer feliz a sus familiares, a sus amigos, a sus colegas, a su población, a su ciudad, a su país… al mundo.

Un abrazo,


 

 



Referencias:

(1)  Citado en: J, “Razón, tesón y corazón || "Ser feliz... ¿Es mi decisión?”, https://diariojudio.com/ticker/razon-teson-y-corazon-ser-feliz-es-mi-decision/363739/, 7 junio 2021.

(2)  Imagen obtenida de: https://za.pinterest.com/pin/740068151240235476/, consultado 23 septiembre 2021.


viernes, 17 de septiembre de 2021

La comunicación con Dios en el camino de la Felicidad

 


“Buscad el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”

Resumen:

A veces no comprendemos a las personas que viven en oración, especialmente las religiosas que viven en conventos dedicadas esencialmente a la comunicación con Dios.

De los Evangelios podemos extraer el pasaje, en que Jesús dice:

Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada”.

Debemos sensibilizarnos que la vida contemplativa es una vida dedicada esencialmente a la relación con Dios. Es una vida silenciosa basada en la oración, que es esencial en el camino de la vida de las personas, para lograr la felicidad que todos anhelamos.

El mensaje de los Evangelios

Siempre hay Evangelios especiales, en los que Jesús nos enseña el sentido de lo esencial de la vida para los cristianos y avanzar en el camino de la felicidad.

El Lucas 10, 38-42 (1):

“… Jesús entró en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada» …”

Las enseñanzas que nos proporciona este evangelio es que el servicio es bueno y el Señor lo aprecia y nos pide hacerlo, pero debemos tener presente que es más importante nuestra relación con Dios, escuchar su Palabra.

La reflexión de R.P. Jorge Domínguez S.C. (1) es:

Marta se deja ganar por lo urgente y sacrifica lo importante; se queda con lo accidental y descuida lo esencial; se deja copar por el activismo y olvida la contemplación, la escucha de la palabra del Señor, que es lo que verdaderamente importa. Olvidó que la llegada del Señor a su casa era la gran oportunidad para estar con Él y escucharlo, y prefiere, en cambio, la acción. Pero cae, al mismo tiempo, en la precipitación, en el ruido, en la agitación y el nerviosismo. Marta acoge a Jesús en su casa, pero María lo acoge dentro de su corazón, en su propia intimidad.

Con el objeto de profundizar más esta relación, se entrega a continuación un extracto de la entrevista a la abadesa de un monasterio de religiosas contemplativas.

Las justinianas, un legado contemplativo de cinco siglos que “encierra la felicidad plena” (2)

La madre Encarnación Más Bonet, abadesa del Monasterio de la Inmaculada de la localidad alicantina de Onil, responde a la pregunta de: ¿Qué pinta hoy una religiosa justiniana en clausura en medio de un mundo frenético que valora más el producir que el ser?

Su respuesta es:

Es un signo de la presencia de Dios que manifiesta al mundo que el encarnar en la propia vida el Evangelio (“buscad el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”) encierra la felicidad plena que todo corazón humano anhela, y libera de todo afán de buscar seguridades en las cosas de este mundo.

La vida contemplativa

La vida contemplativa de las religiosas es la vida dedicada esencialmente a la relación con Dios. Es una vida silenciosa basada en la oración, que es esencial en el camino de la vida de las personas, para lograr la felicidad que todos anhelamos.

Un abrazo,

 


Referencias:

(1)  Citado en: “Lucas 10, 38-42 Marta, Marta te inquietas y te agitas por muchas cosas”, http://comunidadorantebetania.blogspot.com/2012/10/lucas-10-38-42-marta-marta-te-inquietas_9.html, consultado 14 septiembre 2021.

(2)  José Beltrán, “Las justinianas, un legado contemplativo de cinco siglos que “encierra la felicidad plena”, https://www.vidanuevadigital.com/2021/06/03/las-justinianas-un-legado-contemplativo-de-cinco-siglos-que-encierra-la-felicidad-plena/, 3 junio 2021.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.literato.es/p/MTg2OTc/, consultado 17 septiembre 2021.


viernes, 10 de septiembre de 2021

El plano espiritual y la Felicidad y salud

 


“La religión cree en la vida eterna. La espiritualidad nos hace conscientes de la vida eterna”. Pierre Teilhard de Chardin

Resumen:

El ser humano no sólo es un cuerpo (plano físico), sino que son sentimientos (plano emocional), también pensamientos (plano mental) y creencias (plano espiritual).

En el plano espiritual siempre están presente las sensibilidades de las diferencias entre la religión y la espiritualidad.

Según Pierre Teilhard de Chardin: “La religión no es solo una, hay cientos. La espiritualidad es una”.

Las investigaciones han ido demostrando que las personas religiosas y espirituales:

-      Tienen sistemas inmunes más fuertes.

-      Tienen estilos de vida más saludables.

Los estudios indican que las creencias religiosas y espirituales tienen impactos importantes en el bienestar y la felicidad de las personas.

Religión y espiritualidad

El ser humano no sólo es un cuerpo (plano físico), sino que son sentimientos (plano emocional), también pensamientos (plano mental) y creencias (plano espiritual).

De estos planos de coexistencia del ser humano (1) el plano espiritual, que está asociado al ámbito del creer, es uno de los planos más elevado o interior del ser humano y desde luego el más invisible.

En este plano siempre están presente las sensibilidades de las diferencias entre la religión y la espiritualidad.

En el contexto señalado, se presentan a continuación algunas de las citas del teólogo y paleontólogo jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin (2):

“La religión no es solo una, hay cientos. La espiritualidad es una”.

“La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados. La espiritualidad es para aquellos que prestan atención a su voz interior”.

“La religión es el culto. La espiritualidad es la meditación”.

“La religión cree en la vida eterna. La espiritualidad nos hace conscientes de la vida eterna”.

Con el propósito de entender más las diferencias de religión y espiritualidad y del impacto del plano espiritual en la felicidad y salud, se entrega a continuación extractos del artículo de José Manuel González: “Felicidad Conyugal, Religión y Espiritualidad” (2).

Felicidad Conyugal, Religión y Espiritualidad (2)

Para muchas personas los conceptos espiritualidad y religión son sinónimos. Para otras personas, son inseparables, o por lo menos se concibe que existe una frontera poco clara entre ellos.

Cuando se habla de religión, las personas se están refiriendo a un sistema de creencias y prácticas observadas por una comunidad, que son apoyadas por rituales que reconocen, adoran y comunican con Dios (o el ser superior) o se dirigen a lo sagrado, a lo trascendental. La función más importante de la religión es espiritual, pero no toda espiritualidad es religiosa.

La espiritualidad tiene en cuenta aquellos aspectos de los sentimientos de la persona que están relacionados con los esfuerzos por encontrar propósito y significado a las experiencias de la vida. Estos elementos vitales no tienen que estar atados a un cuerpo eclesiástico de creencias y prácticas organizadas.

Se espera que los miembros de una religión expresen sus creencias colectivamente (en la iglesia, sinagoga, mezquita, etc.), siguiendo un ritual preestablecido y orando conforme a unos dogmas, mientras que la espiritualidad se refiere generalmente a actos privados sin estructuras formales ni ritos.

Estas facetas de las personas han sido muy exploradas en el área de la salud desde hace algún tiempo por las importantes implicaciones que las religiones y la espiritualidad tienen con respecto a la salud física y mental de las personas.

Koenig (2008), por ejemplo, encontró en sus investigaciones que las personas que regularmente asisten a la iglesia oran individualmente y leen la biblia tienen una presión sanguínea diastólica más baja, sistemas inmunes más fuertes, sufren menos hospitalizaciones, tienen estilos de vida más saludables (por ejemplo, evitan el consume de alcohol y otras drogas o no se involucran en comportamientos sexuales de riesgo). También encontró una mayor satisfacción vital, más longevidad y un mejor enfrentamiento con la muerte.

Con respecto a la salud física cada día hay más evidencia científica sobre la utilidad de las creencias religiosas en el bienestar humano. Los trabajos sobre cáncer, hipertensión arterial, etc., son muy claros y muestran —por ejemplo— que hay más recuperaciones de la salud física en las personas con creencias religiosas o espirituales.

En la salud mental también abundan las investigaciones que muestran la utilidad del adecuado empleo de las creencias religiosas o espirituales en el bienestar y la felicidad de las personas. Las personas religiosas o espirituales enfrentan mejor las situaciones críticas relacionadas con la muerte, superan más rápidamente trastornos relacionados con la ansiedad, la tristeza y la ira, etc.

Plano espiritual en la felicidad y salud

Las investigaciones han ido demostrando que las personas que regularmente asisten a la iglesia oran individualmente y leen la biblia:

-      Tienen una presión sanguínea diastólica más baja.

-      Tienen sistemas inmunes más fuertes.

-      Sufren menos hospitalizaciones.

-      Tienen estilos de vida más saludables.

Los estudios indican que las creencias religiosas y espirituales tienen impactos importantes en el bienestar y la felicidad de las personas.

 

Un abrazo,

 

Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Los niveles de Felicidad para avanzar en ser más feliz”, https://prisma101-1.blogspot.com/2021/04/los-niveles-de-felicidad-para-avanzar.html, 1 abril 2021.

(2)  José Manuel González, “Felicidad Conyugal, Religión y Espiritualidad”, https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/jose-manuel-gonzalez/felicidad-conyugal-religion-y-espiritualidad-820161, 26 mayo 2021.

(3)  Imagen obtenida de: https://web.facebook.com/AnkorInclan/posts/no-somos-seres-humanos-viviendo-una-experiencia-espiritual-somos-seres-espiritua/1060023364394544/?_rdc=1&_rdr, consultado 9 septiembre 2021.


jueves, 2 de septiembre de 2021

Se puede entrenar los circuitos hedonistas del cerebro para ser más Feliz

 


La dopamina y las endorfinas producen estados placenteros intensos, pero momentáneos. En cambio, la serotonina genera un bienestar que es más duradero.

Resumen:

Como un buen “equipo de trabajo” en la que la comunicación es primordial para un desempeño de excelencia, el ser humano hace uso de los medios de transmisión de información disponibles para funcionar fantásticamente como lo hace.

Uno de los medios es a través de sustancias químicas, siendo las más importantes los neurotransmisores y las hormonas.

Los especialistas indican que:

-      Los neurotransmisores, como la dopamina, la serotonina y la endorfina, suelen estar involucradas en una variedad de procesos, pero gran parte de su actividad consiste en generar placer, bienestar y alegría.

-  Tanto la dopamina como las endorfinas producen estados placenteros intensos, pero son momentáneos. La serotonina, en cambio, genera un bienestar que es duradero en el tiempo.

Se puede entrenar al cerebro en transitar por los circuitos de alegría, placer y bienestar, considerando actividades como el sonreír, actuar con generosidad, hacer ejercicio, escuchar música, bailar, pintar, cantar o meditar, que permiten incrementar la producción y la liberación de las hormonas de la felicidad.

Las hormonas de la felicidad

El ser humano está dotado de medios fantásticos de comunicación entre los diferentes órganos del cuerpo y entre los niveles o planos de coexistencia del ser humano. Como un buen “equipo de trabajo” en la que la comunicación es primordial para un desempeño de excelencia, el ser humano hace uso de los medios de transmisión de información disponibles para funcionar fantásticamente como lo hace.

De acuerdo con lo indicado en: “Transmisión información “interna” para ser más Feliz” (1)

Las hormonas de la Felicidad:

Nuestro cuerpo produce sustancias químicas que cuando sus niveles son los adecuados nos hacen sentir bien. Las más importantes son los neurotransmisores, las hormonas, y algunas que pueden comportarse como hormona y neurotransmisor a la vez.

Los neurotransmisores están asociados al sistema nervioso y las neuronas, permitiendo la transmisión de información a través de los impulsos eléctricos, entre el cerebro y los nervios que recorren el cuerpo.

Las hormonas circulan por todo el organismo a través de la sangre, produciendo efectos específicos en los órganos y permitiendo que se comuniquen y coordinen entre ellos.

Con el propósito de conocer más detalles de la transmisión de información y sus efectos en la felicidad de las personas, se entrega a continuación extractos del artículo de Daniela Fajardo: “4 tips fáciles de aplicar para entrenar las hormonas de la felicidad” (2), que proporciona antecedentes aportados por una especialista en Genética del Comportamiento.

4 tips fáciles de aplicar para entrenar las hormonas de la felicidad (1)

La Dra. Gabriela González Alemán, especialista en Genética del Comportamiento, nos ofrece una guía para activar el circuito neuronal que nos lleva a sentirnos felices.

Para ser feliz basta con estar entrenado en navegar por los circuitos hedonistas que ofrece el cerebro. Estos circuitos están formados por neuronas que liberan hormonas como la dopamina, la serotonina y la endorfina. Suelen estar involucradas en una variedad de procesos, pero gran parte de su actividad consiste en generar placer, bienestar y alegría.

La dopamina entra en juego frente a todo lo que nos gusta y nos da placer. Si nos sonríen, nos hacen un regalo, nos ascienden o comemos algo rico, la transmisión de dopamina se encargará de hacerle saber a la mente que esa experiencia fue placentera.

Lentamente, hace que el deseo se instale y es así como surge la motivación que nos encamina hacia nuestros objetivos. Cada logro que alcanzamos aumenta la liberación de dopamina. No importa la magnitud, el cerebro los festeja activando el circuito dopaminérgico de recompensa. La sola idea de obtener un logro es suficiente para activar la liberación de dopamina y llenarnos de motivación.

El deseo también está en el territorio de la dopamina y la involucra en el enamoramiento. Las mariposas en el estómago y la aceleración del corazón son producto de la activación dopaminérgica ante el deseo provocado por la expectativa que aparece frente a alguien que nos atrae.

Las endorfinas también se relacionan con sentimientos de felicidad. Son opioides producidos por el cerebro. Ocasionan sensaciones de alegría y muchas veces, generan euforia. Son conocidas por el placer que producen después del ejercicio físico, pero pocos saben que son un analgésico natural.

Tanto la dopamina como las endorfinas producen estados placenteros intensos, pero son momentáneos. La serotonina, en cambio, genera un bienestar que es duradero en el tiempo. Produce estados de armonía, tranquilidad y bienestar y aumenta sus niveles cuando estamos en contacto con la naturaleza y el verde de las plantas.

En situaciones de pareja, es la hormona responsable por la felicidad que sentimos ante la presencia del otro. Pero como cualquier sustancia, produce acostumbramiento en el cerebro. Eso hace que necesitemos incrementar los niveles de serotonina si queremos mantenerla. Para lograrlo basta con actividades simples como recordar momentos felices, mirar fotos, salir con amigos o compartir buenas noticias. La vida en sociedad y el espíritu positivo suelen ser buenas maneras de retroalimentar los niveles de serotonina en la pareja.

Podemos entrenar al cerebro en transitar por estos circuitos de alegría, placer y bienestar. Sonreír, actuar con generosidad, hacer ejercicio, escuchar música, bailar, pintar, cantar o meditar son excelentes formas de incrementar la producción y la liberación de estas hormonas. Si somos constantes, se activará el circuito del placer y terminaremos por convertir estas acciones en hábitos.

Algunos alimentos también son útiles para activar los circuitos hedonistas del cerebro. Los frutos secos, el chocolate, las legumbres, algunas frutas como la banana y el ananá, los pescados azules y los picantes son indispensables si se quiere hacer una dieta que contribuya a la felicidad.

Las claves para entrenar las hormonas de la felicidad

Comer chocolates o almendras: son alimentos que van a aumentar los niveles de tirosina, que es una sustancia previa a la síntesis de dopamina. Para fabricar dopamina el cerebro necesita de tirosina por eso es necesario comer alimentos que la contengan.

Incluir picante en las comidas: El cerebro interpreta al picante como dolor y por eso, libera endorfinas cada vez que lo percibe.

Sonreír frente al espejo: La sonrisa tiene propiedades analgésicas y calma el dolor, induce estados positivos en el que ríe y en el que observa. Aumenta la posibilidad de tener relaciones sociales y afectivas. Estimula tanto el aumento de dopamina como el de serotonina.

Hacer una lista de tareas simples y cumplirlas: Es una forma de recompensa mínima cotidiana que genera un efecto positivo en la producción de dopamina y en la motivación.

El aporte de los neurotransmisores:

De acuerdo con la Dra. González:

Los neurotransmisores, como la dopamina, la serotonina y la endorfina, suelen estar involucradas en una variedad de procesos, pero gran parte de su actividad consiste en generar placer, bienestar y alegría.

La dopamina entra en juego frente a todo lo que nos gusta y nos da placer. Cada logro que alcanzamos aumenta la liberación de dopamina. La sola idea de obtener un logro es suficiente para activar la liberación de dopamina y llenarnos de motivación.

Las endorfinas se relacionan con sentimientos de felicidad. Son opioides producidos por el cerebro. Ocasionan sensaciones de alegría y muchas veces, generan euforia.

Tanto la dopamina como las endorfinas producen estados placenteros intensos, pero son momentáneos. La serotonina, en cambio, genera un bienestar que es duradero en el tiempo. Produce estados de armonía, tranquilidad y bienestar y aumenta sus niveles cuando estamos en contacto con la naturaleza y el verde de las plantas.

Podemos entrenar al cerebro en transitar por estos circuitos de alegría, placer y bienestar. Sonreír, actuar con generosidad, hacer ejercicio, escuchar música, bailar, pintar, cantar o meditar son excelentes formas de incrementar la producción y la liberación de estas hormonas.

La especialista entrega las siguientes claves para entrenar las hormonas de la felicidad:

-      Comer chocolates o almendras.

-      Incluir picante en las comidas.

-      Sonreír frente al espejo.

-      Hacer una lista de tareas simples y cumplirlas.

 

Un abrazo,

 


 



Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Transmisión información “interna” para ser más Feliz”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/11/transmision-informacion-interna-para.html, 4 noviembre 2018.

(2)  Daniela Fajardo, “4 tips fáciles de aplicar para entrenar las hormonas de la felicidad”, https://www.parati.com.ar/lifestyle/4-tips-faciles-de-aplicar-para-entrenar-las-hormonas-de-la-felicidad/, 20 mayo 2021.

(3)  Imagen obtenida de: https://web.facebook.com/elprofepaco/photos/pcb.3737227812970312/3737215979638162/?type=3&eid=ARBjba4RtwRVV3uZt3110Ld7yDHoamApRFjTOQvar3mH4vcBGXB2_8yKWP1jAeacjbYs4qmWhVCsSpGI&_rdc=1&_rdr, consultado 2 septiembre 2021.