Modelos de la Felicidad

 

Existen cuatro círculos de la felicidad que debemos tomar en cuenta para lograr ser felices. Daniel Amen.

Resumen:

Normalmente con la información obtenida de estudios se formulan modelos, los que ayudan a representar los fenómenos bajo análisis. Estos modelos están compuestos de varios elementos que hacen acercarse a la totalidad de la realidad que se está estudiando.

Para el caso de la felicidad no es la excepción, se tienen diferentes modelos que nos ayudan a entender mejor el tema de la felicidad: modelo MASLOW, modelo PERMA, modelo MIFE, modelo SPIRE y tantos otros.

Se entregan antecedentes del modelo los cuatro círculos de la felicidad del psiquiatra Daniel Amen que considera los elementos biológicos, psicológicos, sociales y espirituales.

Los modelos de la felicidad

Todos conocemos la máxima de “divide y vencerás”, que en el ámbito científico es una de las técnicas de análisis y estudio que permite conocer mayores detalles de las cosas y así lograr una visión global más significativa de los fenómenos.

Normalmente con la información se formulan modelos, los que ayudan a representar los fenómenos. Estos modelos están compuestos de varios elementos que hacen acercarse a la totalidad de la realidad que se está estudiando.

El caso de la felicidad no es la excepción, se tienen diferentes modelos que nos ayudan a entender mejor el tema de la felicidad.

Así tenemos:

El Modelo MASLOW del profesor Abraham Maslow considera los siguientes aspectos para ser feliz: necesidades fisiológicas básicas, necesidades de seguridad, necesidades de amor, amistad y pertenencia a grupos sociales, necesidad de estima y reconocimiento y necesidad de autorrealización (1).

El Modelo PERMA (Positive emotion, Engagement, Relationship, Meaning y Accomplishment) del Profesor Martin Seligman considera los siguientes aspectos para el bienestar: emociones positivas, compromiso, relaciones positivas, sentido y logros (2).

El Modelo MIFE (Modelo Integrado de la Felicidad) que entrega una visión integral del ser humano, considerando los planos físico, emocional, mental y espiritual que son los ámbitos donde coexiste el ser humano, y que al desarrollar actividades en estos planos nos permite ir mejorando nuestro nivel de felicidad (3).

Modelo SPIRE (Spiritual, Physical, Intellectual, Relational, Emotional) de la Felicidad, del profesor Tal Ben-Shahar, que considera bienestar espiritual, bienestar físico, bienestar intelectual, bienestar relacional y bienestar emocional (4).

A continuación, se entrega extractos del artículo de Jesús Amaya Guerra: “Los cuatro círculos de la felicidad” (5), en el que se da a conocer el modelo de los cuatro círculos de la felicidad del psiquiatra Daniel Amen.

Los cuatro círculos de la felicidad (5)

El doctor Daniel Amen, psiquiatra americano y experto en mapeos cerebrales, define en su libro “You, Happier: The 7 Neuroscience Secrets of Feeling Good Based on Your Brain Type” (Ser Más Feliz: Los 7 Secretos de la Neurociencia para Sentirte Bien Según tu Tipo de Cerebro) que existen cuatro círculos de la felicidad que debemos tomar en cuenta para lograr ser felices:

1.- Círculo biológico: Cómo desarrollar tu cuerpo y función cerebral en forma óptima.

2.- Círculo psicológico: Cómo desarrollar nuestros pensamientos y emociones en armonía.

3.- Círculo social: Cómo las relaciones sociales y vida afectiva tiene una gran influencia en nuestro bienestar mental.

4.- Círculo espiritual: La conexión con Dios y un sentido de vida profundo proporcionarán nuestra paz y sentido de logro.

Según el doctor Amen, nuestra vida debe estar en equilibrio con cada uno de los círculos anteriores y no existe uno más importante que otro.

¿Queremos ser felices?

Pongamos cada uno de los pequeños momentos que vivimos en cada uno de los círculos. La felicidad no se encuentra en grandes experiencias, sino en cada minuto de nuestra existencia.

No requerimos de grandes cambios en nuestra vida para lograr ser muy felices. Si disfrutamos de las cosas pequeñas acumularemos más emociones positivas y lograremos alcanzar la felicidad.

Quisiera darles algunos ejemplos de momentos probablemente insignificantes que producen felicidad de cada uno de los círculos:

Micromomento biológico: Probar una deliciosa taza de café, darle la primera mordida a una naranja jugosa y dulce, ponernos unos tenis y salir a caminar o trotar, tomar la mano y abrazar a mi pareja, ver un amanecer o atardecer, o escuchar mi música o canción favorita.

Micromomento psicológico: Resolver un crucigrama o un sudoku, reírme de algún chiste o programa de televisión, jugar una partida de ajedrez, leer alguna novela romántica o de ciencia ficción o resolver un problema matemático.

Micromomento social: Hablar por teléfono y escuchar la voz de mi pareja o de mi madre, recordar momentos de interacción con los hijos o nietos, enviar un texto divertido por WhatsApp a un amigo, dar un favor a otra persona o recibir un “gracias”.

Micromomento espiritual: Hacer una oración de agradecimiento cada noche antes de dormir, leer un pasaje bíblico y tener un momento de reflexión y meditación, realizar actividades que vayan dirigidas a mi sentido significativo de vida.

La felicidad no se logra con grandes experiencias, sino con la suma de esas pequeñeces que parecen experiencias insignificantes, pero tienen un impacto muy profundo en nuestro cerebro para activar la serotonina, endorfina y dopamina que son las sustancias que impulsan a ser feliz.

La felicidad integral

Cada uno de los componentes de los modelos de la felicidad aportan su grano de arena en el logro de mayores niveles de felicidad.

Desde luego que para cada persona es particular, pero siempre se debe considerar que los componentes externos (físico, biológico), si bien son más fácil de acceder no tienen el mismo impacto que los componentes internos (emocional, mental, espiritual).

Respecto al tiempo, en los ámbitos físicos se logran momentos de felicidad y en los restantes ámbitos internos la felicidad es más duradera.

Un abrazo,

 

Referencias:

(1)  Citado en: Victor Hugo Ramón Vergara Medina, “La Felicidad en la Pirámide y en la Montaña”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/03/la-felicidad-en-la-piramide-y-en-la.html, 23 marzo 2018.

(2)  Citado en: “El Modelo PERMA de la Felicidad de Martin Seligman”, https://prisma101-1.blogspot.com/2016/09/el-modelo-perma-de-la-felicidad-de.html, 29 septiembre 2016.

(3)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Formulas de la Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.cl/2017/05/formulas-de-la-felicidad.html, 24 mayo 2017.

(4)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “El Modelo SPIRE de la Felicidad de Tal Ben-Shahar”, https://prisma101-1.blogspot.com/2021/12/el-modelo-spire-de-la-felicidad-de-tal.html, 2 diciembre 2021.

(5)  Citado en; Jesús Amaya Guerra, “Los cuatro círculos de la felicidad”, https://vanguardia.com.mx/opinion/los-cuatro-circulos-de-la-felicidad-IY1562381, 20 enero 2022.

(6)  Imagen obtenide de: https://m.facebook.com/C%C3%ADrculos-para-la-Felicidad-1429520747269559/, consultado 24 febrero 2022.

La autonomía es clave para la Felicidad

 La clave de la felicidad no tiene tanto que ver con lo que haces como del por qué lo haces

Resumen:

Una de las líneas de investigación de la felicidad es encontrar la “clave de la felicidad”. En lo posible una variable única que nos permita entender más sobre la felicidad y que al practicarla logremos aumentar nuestro nivel de felicidad.

Se proporcionan antecedentes aportados por especialistas, que consideran que la felicidad depende de tres componentes:

1.- Estado de ánimo (tener una vida placentera).

2.- Compromiso (una vida en la que la que te sumerges en las actividades que realizas), y

3.- Significado (una vida con propósito).

A su vez, indican que las tres no se pueden dar sin la autonomía, que está relacionada con elegir cosas que sean satisfactorias, agradables o interesantes.

Y que todo empieza por preguntarse a uno mismo cuántas de las cosas que hacemos las realizamos porque queremos y nos gustan y cuántas por obligación.

Clave de la Felicidad:

Los estudios de la felicidad continuarán siempre, porque es algo similar como el estudio de la vida, siempre aparecen nuevas visiones, nuevos modelos, nuevos enfoques que nos ayudan a entender más del tema que estamos estudiando.

Una de las líneas de investigación de la felicidad es encontrar la “clave de la felicidad”. En lo posible una variable única que nos permita entender más sobre la felicidad y que al practicarla logremos aumentar nuestro nivel de felicidad.

Se entrega a continuación extractos del artículo de Guillermina Carro: “La clave de la felicidad solo tiene que ver contigo y nadie más” (1), basado en un estudio publicado en The Journal of Positive Psychology, por el psicólogo Arash Emamzadeh, que indica que la clave de la felicidad es la autonomía.

La clave de la felicidad solo tiene que ver contigo y nadie más (1)

La clave de la felicidad no tiene tanto que ver con lo que haces como con por qué lo haces. Y eso solo depende de ti.

Hasta ahora se decía que la clave de la felicidad estaba dividida en tres partes: estado de ánimo (tener una vida placentera), compromiso (una vida en la que la que te sumerges en las actividades que realizas) y significado (una vida con propósito). Así lo explica el psicólogo Arash Emamzadeh.

Sin embargo, parece ser que esas tres cosas no se pueden lograr sin la autonomía, que es la base de todo.

¿Y qué es la autonomía?

Va más allá de la independencia, como lo define Emamzadeh, la autonomía es más bien tener la experiencia de elegir, voluntad, poder reflexionar sobre las elecciones.

Esto hace que la autonomía esté relacionada con elegir cosas porque sean satisfactorias, agradables o interesantes, y no porque den una recompensa externa (un ejemplo claro sería el dinero).

El estudio encontró que, en general, una mayor autonomía aumentaba también el ánimo, compromiso y significado. Sin embargo, tampoco hizo falta que el nivel de autonomía creciera demasiado para que se lograra.

¿Y cómo logramos una mayor autonomía?

De acuerdo con el experto, todo empieza por preguntarse a uno mismo cuántas de las cosas que hacemos las realizamos porque queremos y nos gustan y cuántas por obligación. Depende del resultado, puedes intentar añadir actividades que te gusten e intentar hacer algunas elecciones en las obligatorias si es posible (cómo lo haces, cuándo, dónde…) Esa es la clave de la felicidad.

Los aspectos claves

Para el especialista Arash Emamzadeh, la felicidad considera tres componentes:

1.- Estado de ánimo (tener una vida placentera).

2.- Compromiso (una vida en la que la que te sumerges en las actividades que realizas), y

3.- Significado (una vida con propósito).

Las investigaciones indican que las tres no se pueden dar sin la autonomía, que está relacionada con elegir cosas que sean satisfactorias, agradables o interesantes.

Y que todo empieza por preguntarse a uno mismo cuántas de las cosas que hacemos las realizamos porque queremos y nos gustan y cuántas por obligación.

Un abrazo,

 

Referencias:

(1)  Citado en: Guillermina Carro, “La clave de la felicidad solo tiene que ver contigo y nadie más”, https://www.revistagq.com/cuidados/articulo/clave-de-la-felicidad-psicologia-consejo, 20 enero 2022.

(2)  Imagen obtenida de: https://taniacuevas.com/la-clave-de-la-felicidad-existe/, 25 junio 2020.

Las enseñanzas de las paradojas de la Felicidad

 

La felicidad tiene mucho de fantasía y de misterio, pero sólo si reconocemos que es una fantasía que necesitamos y un misterio que nos sostiene.

Resumen:

Nuestra vida está llena de paradojas, que son estructuras literarias que nos ayudan a reflexionar y entender en mayor profundidad el tema al que está afecto la paradoja.

Una de las paradojas de la felicidad, expresada por Victor Frank, es la de la mariposa:

“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida”.

Se entregan otras paradojas que indican:

Nuestra felicidad siempre será inversamente proporcional al ímpetu con el que la busquemos.

La felicidad la gana en realidad quien la pierde en apariencia.

Las paradojas de la felicidad

Nuestra vida está llena de paradojas, que son estructuras literarias que nos ayudan a reflexionar, entender y aprender en mayor profundidad del tema al que está afecto la paradoja.

En términos generales, una paradoja es cuando se emplean expresiones que parecen contrario a la lógica o que son contradictorias, pero que pueden tener una verdad oculta… (1).

Una de las paradojas de la felicidad, expresada por Victor Frank, es la de la mariposa (2):

“La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida”.

Se entrega a continuación extractos del artículo de Julio Llorente: “La paradoja de la felicidad: ¿es 'un cuento para idiotas' o algo más?” (3), que nos proporciona mayores antecedentes de la paradoja de la felicidad: “La felicidad la gana quien la pierde en apariencia…”

La paradoja de la felicidad (3):

La felicidad la gana quien la pierde en apariencia…

Hace unas semanas me topé en las redes sociales con un vídeo en el que Félix de Azúa, venerable filósofo, se refería a la felicidad como un "cuento para idiotas y para curas". Existiendo emociones concretas, casi tangibles, como el gozo, la satisfacción, el placer, ¿para qué diablos detenerse a considerar la felicidad, tan brumosa y etérea? Ni que decir tiene que comprendo la objeción de Azúa: degradado como está el concepto de felicidad, parece hasta juicioso darlo por perdido. Habiéndose identificado con la acumulación de bienes, con una sucesión de experiencias placenteras, incluso, ay, con la ataraxia oriental, entre tantas concepciones erráticas, digo, ¿cómo no concluir, con nuestro filósofo, que más nos vale soslayar eso de la felicidad y ocuparnos de asuntos más importantes?

…

La paradoja de la felicidad

El problema de la felicidad, y quizá también la causa del desprecio de Azúa, es que se nos presenta bajo la apariencia de una promesa o de una esperanza. Nuestro anhelo nunca termina de colmarse. La felicidad se nos insinúa en el beso de la mujer a la que amamos, en ese artículo que nos quedó redondo, en ese atardecer que merece ser cantado, sí, pero nuestra amada termina separando sus labios de los nuestros (¡e incluso quizá lo haga para reconvenirnos!), el artículo no suscita más que indiferencia y el atardecer era tan sólo un preámbulo de la oscuridad. Qué fácil nos resulta ahora comparar la felicidad con el humo y a nosotros mismos con las manos que pugnan en vano por asirlo. Qué fácil nos resulta ahora revolvernos y clamar, resentidos, que "¡menudo cuento!".

El segundo problema, éste más insultante para Azúa, es que la cuestión de la felicidad está atravesada por una insondable paradoja: nuestra felicidad siempre será inversamente proporcional al ímpetu con el que la busquemos. Desvelémonos por ella, entreguémonos a su melosa fragancia, y no habremos logrado sino alejarla un poco más. Jesucristo ilumina el misterio: "Porque todo el que quiere salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí y por la buena noticia la salvará" (Marcos 8, 35). Aunque nos resulte inaudito, acumular fortunas, hacer de nuestra vida un tráfago de experiencias placenteras, abstraernos del mundo para alcanzar la ataraxia que predican los maestros orientales, buscar nuestro propio bien, en definitiva, no nos procurará la felicidad; tan sólo allanará nuestro camino hacia el infierno. La felicidad la gana en realidad quien la pierde en apariencia: la madre que renuncia a su futuro para procurarles uno a sus hijos, el empresario exitoso que olvida su prestigio y le cambia los pañales a su padre enfermo, el ignorante que, sin comprender del todo por qué, ama hasta el martirio. ¿Y si la felicidad fuesen unos brazos abiertos en cruz? La simple imagen es obscena…

Quizá podamos decir, con Azúa, que la felicidad tiene mucho de fantasía y de misterio, pero sólo si reconocemos también, ahora contra él, que es una fantasía que necesitamos y un misterio que nos sostiene. Vivimos aferrados a la esperanza de que algún día, acaso tras la muerte, nuestros deseos y la realidad se fundan en un abrazo que no ―éste no― necesite descanso; a la esperanza de que algún día, acaso tras la muerte, las cosas queden iluminadas por una luz que desvele su sentido; a la esperanza de que algún día, acaso tras la muerte, nosotros podamos decir: "¡Qué gran regalo éste de la existencia!". Para quien no tiene esa esperanza, que es esperanza de felicidad y no de "gozo", "satisfacción", "placer", el único acto coherente ―disculpará usted mi franqueza, maese Azúa― es el suicidio.

Las líneas de felicidad que se esconden en las paradojas:

El análisis de Julio Llorente nos expresa:

La felicidad se presenta bajo la apariencia de una promesa o de una esperanza. Nuestro anhelo nunca termina de colmarse.

Nuestra felicidad siempre será inversamente proporcional al ímpetu con el que la busquemos.

La felicidad la gana en realidad quien la pierde en apariencia.

La felicidad tiene mucho de fantasía y de misterio, pero sólo si reconocemos que es una fantasía que necesitamos y un misterio que nos sostiene.

Un abrazo,

 

Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La paradoja de Easterlin y la Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2021/12/la-paradoja-de-easterlin-y-la-felicidad.html, 30 diciembre 2021.

(2)  Citado en: https://logoforo.com/citas-importantes/, consultado 9 febrero 2022.

(3)  Julio Llorente, “La paradoja de la felicidad: ¿es 'un cuento para idiotas' o algo más?”, https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/paradoja-felicidad-cuento-idiotas.html, 12 enero 2022.

(4)  Imagen obtenida de: https://twitter.com/rangellfederico/status/1073461073183834112, consultado 11 febrero 2022.

Los cuentos y la Felicidad

 

La felicidad nace en el interior de uno mismo, no se puede dar ni quitar, pero si se puede compartir.

Resumen:

Existen en la literatura cuentos que nos proporcionan luz para encontrar nuestro sentido de la vida, lo que nos ayuda a ser más felices, tener más salud y muchas veces encontrar nuestro verdadero norte de nuestras vidas.

Se proporciona el cuento de “Los tres hermanos y la felicidad” y las enseñanzas obtenidas de este cuento, que principalmente son:

Ser feliz es una decisión que debemos tomar todos los días…

La felicidad consiste en disfrutar diariamente de lo que tenemos…

La felicidad nace en el interior de uno mismo, no se puede dar ni quitar, pero si se puede compartir.

Y la recomendación siguiente:

Haz que tu felicidad no dependa del tiempo, porque cambia; ni del dinero, porque se acaba; ni de las emociones, porque te traicionan; ni de las personas porque somos imperfectos.

La sabiduría de los cuentos

Que relevante es lo proporcionado por el neurólogo y psiquiatra Victor Frank, sobre la logoterapia, que nos entregó una herramienta terapéutica, la que fue desarrollada durante su permanencia como prisionero en los campos de concentración nazis. En términos generales nos enseña que todo ser humano encuentra su sentido de la vida, que lo hace un ser más completo y feliz.

Existen en la literatura cuentos que nos proporcionan luz para encontrar nuestro sentido de la vida, lo que nos ayuda a ser más felices, tener más salud y muchas veces encontrar nuestro verdadero norte de nuestras vidas.

Se entrega a continuación extracto del artículo de Sarah Hernández: “El secreto para ser feliz” (1), que proporciona un cuento que nos enseña sobre la felicidad y le ha permitido obtener importantes líneas de acción para ser cada día más feliz.

El secreto para ser feliz (1)

A propósito de este tema, el señor Ramón Octavio Soriano, un dominicano que se instaló en Añasco, Puerto Rico, hace casi 50 años, una persona a la que admiro, respeto y agradezco infinitamente, me comparte un interesante relato que describe de manera metafórica “el secreto para ser feliz”, el que con mucho agrado comparto con los lectores de DiarioSocialrd.com

Una tarde de verano tres hermanos caminaban tranquilamente sobre un descampado, cuando de pronto en un agujero, se encontraron con la felicidad, la cual les sorprendió diciéndoles: cada uno de ustedes debe pedirme un deseo y se lo cumpliré al instante.

El primer hermano le pidió dinero a la felicidad. Entonces la felicidad lo convirtió el hombre más rico del mundo.

El segundo hermano le pidió a la felicidad una mujer hermosa y su deseo fue concedido de inmediato, la felicidad le dio como esposa a una de las modelos más hermosas del planeta.

El tercer hermano no pidió su deseo tan rápido primero se puso a pensar durante varios minutos, luego se inclinó sobre el agujero. En ese momento, la felicidad le preguntó: ¿Y tú que deseas? El tercer hermano sorprendió a la felicidad con su respuesta: Lo mismo te pregunto yo ¿Qué necesitas, te puedo ayudar en algo? Entonces, la felicidad replicó: “Sería realmente feliz si alguien me ayuda a salir de aquí”. Entonces, el tercer hermano puso todo su esfuerzo en sacar a la felicidad de aquel agujero. Y finalmente se marchó sin pedir ningún deseo. Desde ese momento, la felicidad lo siguió para siempre a todas partes.

Moraleja:

La felicidad consiste en disfrutar diariamente de lo que tenemos, no es esperar a que suceda algo extraordinario.

Ser feliz es una decisión que debemos tomar todos los días, y que no depende de las condiciones de la vida que uno tenga, sino de la actitud con la cual enfrentamos los problemas.

La felicidad es decidir ser feliz

La felicidad no es un objeto que se gana y se posee en un bolsillo para acariciarlo cuando lo necesitemos. La felicidad vive en nuestro interior.

Haz que tu felicidad no dependa del tiempo, porque cambia; ni del dinero, porque se acaba; ni de las emociones, porque te traicionan; ni de las personas porque somos imperfectos.

La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.

Y finalmente la felicidad nace en el interior de uno mismo no se puede dar ni quitar, pero si se puede compartir.

Las enseñanzas entregadas:

Las enseñanzas que Sarah Hernández nos proporciona son:

La felicidad consiste en disfrutar diariamente de lo que tenemos…

Ser feliz es una decisión que debemos tomar todos los días…

La felicidad es decidir ser feliz

La felicidad vive en nuestro interior.

La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace están en armonía.

La felicidad nace en el interior de uno mismo no se puede dar ni quitar, pero si se puede compartir.

La recomendación de la línea de acción es:

Haz que tu felicidad no dependa del tiempo, porque cambia; ni del dinero, porque se acaba; ni de las emociones, porque te traicionan; ni de las personas porque somos imperfectos.

Un abrazo,

Referencias:

(1)  Citado en: Sarah Hernández, “El secreto para ser feliz”, https://diariosocialrd.com/el-secreto-para-ser-feliz/, 6 enero 2022.

(2)  Imagen obtenida de: https://m.facebook.com/Autonomiaemocional/photos/el-sentido-de-la-vida-ser-felizla-vida-es-ondulante-hay-cimas-y-hondonadas-ascen/216415769273519/, consultado 4 febrero 2022.