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jueves, 16 de mayo de 2019

La Felicidad según Russell


Si quieres ser feliz no sólo pienses en ti.

Resumen:
Se entregan antecedentes del libro de Bertrand Russell: “La conquista de la felicidad”, en la que este autor proporciona recetas para ser más feliz, las que están basadas en sus propios aprendizajes y a la aplicación de las enseñanzas adquiridas.

Russel logró ser feliz en la vida, a pesar de perder a sus padres ha temprana edad (tan solo 6 años), tener que vivir con sus abuelos y que lo pasó nada de bien, pensando a veces hasta de terminar con su vida.

Una de sus enseñanzas centrales para aumentar los niveles de felicidad es que no debemos centrarnos en nosotros mismos.

Enfoques para ser feliz:
De las variedades de enfoques de como lograr la felicidad, el que no es recomendable es centrarse en uno mismo, porque tiene el riesgo de caminar en el aburrimiento y alejarnos de una vida que nos proporcione fuentes de estímulos y entusiasmo.

Otro enfoque que se contrapone al indicado es el dedicarse a los aspectos externos, y para comprenderlo se incorpora a continuación, un extracto del artículo de Miguel González Urbaneja: “Russell y la felicidad” el que proporciona antecedentes del libro de Bertrand Russell: “La Conquista de la Felicidad”, en la que el filósofo expresa sus experiencias de como lograr la felicidad, basadas en actitudes expansivas, las que proporcionan alegría y son fuente de energía y de motivación.

Russell y la felicidad (1):
Bertrand Russell (1872–1970) - Filósofo, matemático inglés y Premio Nobel de Literatura.

En su obra “La Conquista de la Felicidad”, escribió una especie de manual para entender la felicidad, en el que utilizó su propia biografía para explicar la esencia, naturaleza y condiciones para la felicidad, indicando que:

… gusto de la vida, y casi estoy por decir que cada año que pasa el encuentro es más gustoso. Esto es debido, en parte, a haber descubierto cuáles eran las cosas que más deseaba y haber adquirido gradualmente muchas de ellas. En parte es debido también a haberme desprendido, felizmente, de ciertos deseos. Pero en la mayor parte se debe a la preocupación, cada día menor, de mí mismo. Todo interés externo inspira alguna actividad que, mientras el interés permanece activo, nos previene por completo contra el tedio».

Indica que su única finalidad y objetivo del libro es exponer la naturaleza de la felicidad, bajo su punto de vista. Con explicaciones autobiográficas nos introduce en un mundo que nos es común a todos los seres humanos, en el que todos tenemos momentos de felicidad y momentos de infelicidad; y es la sociedad, en cierto modo, la que nos hace ver nuestros errores y defectos, y nos señala de forma directa para que los mejoremos.

En sus propias palabras:

… Todo el mérito que atribuyo a las recetas que ofrezco al lector, consiste en que están confirmadas por mi propia observación y experiencia y en que han aumentado mi propia felicidad siempre que he procedido de acuerdo con ellas.Por tanto, me atrevo a esperar que algunos de los muchos hombres y mujeres que son desgraciados sin quererlo, encuentren su situación diagnosticada y sugerido el método de escape. He escrito este libro en la creencia de que mucha gente desgraciada puede ser feliz mediante un esfuerzo hábilmente dirigido».

En la segunda parte del libro, y a lo largo de ocho capítulos detalla muchas de las causas de felicidad para algunas personas: el entusiasmo, el afecto, la familia, el trabajo, los intereses impersonales, el esfuerzo, la resignación.Pero al igual que en la primera parte del libro, un capítulo se puede considerar como clave, en este caso el último, “El hombre feliz”.

¿Quién es más feliz, el hombre que tiene pocas necesidades, o el hombre que cubre muchas de las necesidades que tiene?Muchos son los que culpan a su inteligencia y sus ideales de su infelicidad, cuando, según Russell, en realidad la inteligencia y los ideales nunca pueden ser una causa final de la infelicidad, si no la postura que cada uno adopte frente a ellos.

En el libro relata que hay cosas indispensables para la mayor parte de los hombres; pero son cosas sencillas: la casa, la comida, la salud, el amor, el éxito en su trabajo y el respeto de los suyos. Cuando estas cosas faltan, sólo hombres excepcionales pueden ser felices. Cuando las circunstancias exteriores no son definitivamente adversas, el hombre debería ser feliz, siempre que sus pasiones se dirijan hacía afuera, no hacia dentro, señala Russell. Nuestro esfuerzo debiera, pues, tender, tanto en la educación como en las relaciones sociales, a evitar las pasiones egocéntricas y a adquirir afectos e intereses que impidan a nuestro pensamiento encerrarse de forma perpetua dentro de sí mismo. Los hombres no son felices en una prisión, y las pasiones encerradas dentro de nosotros mismos constituyen la peor de las prisiones.

Las pasiones más corrientes son el miedo, la envidia, la sensación de pecado, el autodesprecio y el narcisismo. En todas ellas, nuestros deseos son egocéntricos; no existe un interés verdadero por el mundo exterior, sino tan sólo la preocupación de que pueda perjudicarnos o no favorezca a nuestro ego.

Russell define en esta obra al hombre feliz:

-      «El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que tiene afectos libres y se interesa en cosas de importancia, el que asegura su felicidad gracias a esos afectos e intereses, y por el hecho de que le han de convertir a su vez en objeto de interés y de cariño para muchas otras personas».

El cariño recibido con reciprocidad y gratitud es una de las causas más importantes de felicidad. Y así acaba Russell su feliz obra maestra, con estas significativas palabras:

«El hombre feliz es el que no siente el fracaso de unidad alguna, aquel cuya personalidad no se escinde contra sí mismo ni se alza contra el mundo. El que se siente ciudadano del universo y goza libremente del espectáculo que le ofrece y de las alegrías que le brinda, impávido ante la muerte, porque no se cree separado de los que vienen en pos de él. En esta unión profunda e instintiva con la corriente de la vida se halla la dicha verdadera».

Las enseñanzas de Bertrand Russell:
El enfoque de Russell tiene la validez que el mismo explica:

Todo el mérito que atribuyo a las recetas que ofrezco al lector, consiste en que están confirmadas por mi propia observación y experiencia y en que han aumentado mi propia felicidad siempre que he procedido de acuerdo con ellas.

Desde luego, indica que si se puede aprender a ser más feliz:

… He escrito este libro en la creencia de que mucha gente desgraciada puede ser feliz mediante un esfuerzo hábilmente dirigido.

La experiencia le indicó que el aumento de su felicidad obedece a los siguientes aspectos:

Plano físico:
-      Haber descubierto cuáles eran las cosas que más deseaba y haber adquirido gradualmente muchas de ellas. 
-      Haberse desprendido, felizmente, de ciertos deseos.

Plano emocional:
-      Haber aprendido que el cariño recibido con reciprocidad y gratitud es una de las causas más importantes de felicidad.

Plano mental: 
-      Haber logrado que la preocupación en sí mismo cada día haya sido menor. (Indica que el aumento de la felicidad se debe a este control).

-      Haber aprendido que todo interés externo inspira alguna actividad que nos previene por completo contra el aburrimiento.

He indica que el trabajo para lograrlo se debe basar en los siguientes elementos:

Plano emocional: 

-      Relaciones personales: El afecto, la familia.
-      Pasión:El entusiasmo.
-      Desapego:Los intereses no personales.
-      Autoestima:La resignación (paciencia).

Plano mental:

-      Desafíos:El trabajo, el esfuerzo.

La importancia de lo entregado por Bertrand Russell es que fue una persona que aprendió a ser feliz. Logró la felicidad en la vida, a pesar de perder a sus padres a temprana edad (tan solo 6 años), tener que vivir con sus abuelos y que lo pasó nada de bien, pensando a veces hasta de terminar con su vida.

Que mejor disponer de métodos que han sido probados y saber que el que lo entrega ha logrado ser feliz.

Un abrazo,







Referencias:
(1)  Citado en: Pedro Miguel González Urbaneja, “Russell y la felicidad”, https://www.elcatalan.es/russell-y-la-felicidad, 10 febrero 2019.

(2)  Imagen obtenida de: https://www.ofrases.com/frase/11467, consultado 14 mayo 2019.

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