Buscar este blog

jueves, 18 de junio de 2020

El nivel de Felicidad de los chilenos.


El materialismo e individualismo son obstáculos para ser más felices.
Resumen:
En el World Happiness Report de Naciones Unidas, los chilenos hemos aparecido como uno de los países latinoamericano más felices. 
Con el objeto de saber sobre la realidad del nivel de felicidad de los chilenos, se presentan antecedentes del especialista Wenceslao Unanue, que nos indica:
Los chilenos tenemos dificultades para mejorar nuestros niveles de felicidad porque somos una sociedad muy materialista e individualista. Esto significa que le estamos dando más importancia a los aspectos extrínsecos (externos) en desmedro de los intrínsecos (internos al ser humano).
A su vez, la recomendación que nos entrega para el mejoramiento es en centrarnos en lo que hemos logrado y tratar de ser personas agradecidas con lo que tenemos y dejar de preocuparnos de los aspectos que no tenemos.
La felicidad de los chilenos:
Para periodos anteriores a las dificultades sociales y pandemias actuales, y de acuerdo con el World Happiness Report de Naciones Unidas, los chilenos hemos aparecido como uno de los países latinoamericano más felices. 
¿Será una medición correcta del nivel de felicidad de los chilenos?
A continuación, se presentan algunos extractos de la entrevista realizada por Consuelo Lomas (publicada en www.latercera.com con el título: “Tenemos un exceso de deseos y eso nos hace infelices”), a Wenceslao Unanue, ingeniero y doctor en psicología económica, sobre el tema de la felicidad en general y muy especialmente de los chilenos. 
Tenemos un exceso de deseos y eso nos hace infelices (1):
¿Hay algo que nos dificulte ser felices a los chilenos?
Uno de los grandes problemas que tiene la sociedad chilena es que somos una sociedad muy materialista e individualista. Cuando realicé mi doctorado en psicología económica hicimos un estudio sobre el tema y Chile salió renqueado como número uno en individualismo en una de las evaluaciones y en la otra ocupaba el segundo puesto. Nos alternábamos el primer lugar como el país más individualista con Estados Unidos, que es el rey en esta área. A pesar de que muchos no se dan cuenta, esta característica de las sociedades te lleva a tener otros problemas en relación con la salud mental de las personas, de cooperación en la comunidad y también a nivel de funcionamiento de la sociedad como un todo.
¿La contingencia que estamos viviendo nos empuja a replantearnos el concepto de felicidad?
Creo que sí. Estoy convencido de que vivimos en una sociedad materialista –deben haber más de 200 estudios publicados que reafirman que el materialismo es darle una importancia relativa más alta a lo extrínseco (como el dinero la fama o la imagen), en desmedro de lo intrínseco (la autorrealización, las relaciones con otros, los vínculos y el desarrollo personal). Nuestra cultura de consumo nos ha vendido el mensaje de que lo que nos lleva a la felicidad está en lo externo, pero las investigaciones muestran que la realidad es todo lo contrario. En la medida que más materialistas nos volvemos y más perseguimos esos objetivos, más infelices somos a nivel individual –en la pareja, en la relación con los hijos, en el rendimiento educativo– pero, además, funcionamos peor en todos los ámbitos. Las personas más materialistas destruyen más el medioambiente y el entorno en el que habitan…
 ¿Cómo podemos explicar entonces que, hasta antes del estallido social y la pandemia, Chile haya sido el país latinoamericano más feliz según el del World Happiness Report de Naciones Unidas?
Lo que pasa es que, si buscas la palabra “felicidad” en imágenes de Google, ¿qué aparece? Puras caras felices y sonrisas. La visión tradicional de la felicidad es asociarla a alegría y emociones positivas y eso está bien, es una parte de la felicidad y se llama felicidad hedónica. El problema es que ese ámbito de la felicidad es solo un aspecto.Proviene del concepto griego de hedonismo que se vincula con el pasarlo bien en la vida y el World Happiness Report mide esa felicidad a través de una pregunta única que busca determinar el nivel de satisfacción que tienen las personas con su vida. Pero esa no es la felicidad completa. La parte que mide el reporte está muy asociada a ingresos y a temas materiales. Pero si abres esa pregunta entre la gente que tiene más ingresos y la que tiene menos, vas a ver tremendas diferencias, incluso dentro de Chile. Y eso nos sigue dando un puntaje promedio de felicidad bastante alto.
¿Cuál es la otra parte de la felicidad?
Es la felicidad eudaimónica. Aristóteles decía que la felicidad tenía también que ver con la eudaimonía, con cosas tan profundas como encontrarle sentido a la vida y autorrealizarse. Y de eso no hay rankings. Entonces la segunda parte de la felicidad no está siendo medida en ninguna parte. Si tú le preguntas a la gente cuál es tu propósito en la vida, qué le da sentido a tu vida o cuáles son tus objetivos de vida te das cuenta de que, la mayor parte personas, jamás se lo ha cuestionado y eso es una tremenda parte de la felicidad. Hoy día lo que está ocurriendo es que por primera vez mucha gente está empezando a plantearse esas preguntas, porque hay muy poca gente que realmente se conoce y se da el espacio para trabajar quién es como persona. Y esa es otra parte de la felicidad, mucho menos asociada a lo material, en la que no sabemos cómo ranquea Chile.
¿Qué podemos hacer para promover el bienestar en nuestro día a día incluso cuando las condiciones son adversas?
La gratitud es uno de los principales determinantes de la felicidad y nosotros muy pocas veces paramos en el día a reflexionar sobre lo que sí tenemos. Porque el foco está puesto en lo que nos falta. No paramos a pensar de qué cosas nos podemos sentir orgullosos o agradecidos de poseer, incluso en estos momentos. Tendemos a estar seteados para concentrarnos en lo que nos falta y siempre en estar buscando algo más. Pero la ciencia de la felicidad nos propone un camino al revés: centrarnos en lo que hemos logrado y tratar de ser personas agradecidas con lo que tenemos. No se trata de ser conformistas, porque las personas agradecidas son incluso las más exigentes y las que más luchan por proteger el medioambiente, por cuidar a otros, por cuidar su propia salud mental.
Lo planteado por el especialista Wenceslao Unanue:
Los chilenos tenemos dificultades para mejorar nuestro nivel de felicidad porque somos una sociedad muy materialista e individualista. Esto significa que le estamos dando más importancia a los aspectos extrínsecos (externos) en desmedro de los intrínsecos (internos al ser humano).
Estamos viendo una parte de la felicidad, que es la felicidad hedónica (asociada principalmente a la alegría y emociones positivas) y no con la parte de la felicidad eudaimónica (que dice relación con el sentido de vida y la autorrealización).
El especialista nos indica que una línea de mejoramiento de nuestro nivel de felicidad es darle relevancia a la gratitud, que es un determinante importante de nuestra felicidad.
La recomendación es a centrarnos en lo que hemos logrado y tratar de ser personas agradecidas con lo que tenemos y dejar de preocuparnos de los aspectos que no tenemos.

Un abrazo,






Referencias
(1)  Citado en: Consuelo Lomas, “Tenemos un exceso de deseos y eso nos hace infelices”, https://www.latercera.com/paula/noticia/wenceslao-unanue-experto-en-felicidad-tenemos-un-exceso-de-deseos-y-eso-nos-hace-infelices/MEAK273CCBFE3C4CDNJOAMXKLQ/, 12 junio 2020.

No hay comentarios:

Publicar un comentario