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jueves, 12 de noviembre de 2020

Los placeres nos dan Felicidad, pero no son la Felicidad

La felicidad es mucho más que los placeres y la alegría.

Resumen:

A veces confundimos la felicidad con elementos de los diferentes planos de coexistencia del ser humano. Esta mezcla se presenta esencialmente por las dificultades de dar respuesta a la pregunta: ¿Qué es la felicidad?

La felicidad la confundimos principalmente:

-  En el plano físico con los placeres, los que son momentos de sensaciones agradables o eufóricos. Por ejemplo, al comer chocolate.

-     En el plano emocional con la alegría de las personas al disfrutar de algo bueno. Por ejemplo, con la alegría de disfrutar de buena compañía.

La verdad es que la felicidad es más que placer, alegría, regocijo y gozo.

El profesor Robert Lustig, especialista en neuroendocrinología, nos entrega las diferencias entre placer y felicidad:

-      El placer es pasajero. La felicidad es más permanente.

-      El placer es tomar. La felicidad es dar.

-      El placer se puede conseguir con sustancias y la felicidad no.

-      El placer es dopamina y la alegría es serotonina.

Y nos indica:

La dopamina suprime la serotonina, por lo que mientras más placer busques, menos activación de la alegría y más infeliz serás”.

La confusión de la felicidad:

Con cierta frecuencia se confunde la felicidad con elementos de los diferentes planos de coexistencia del ser humano.

Indudablemente que esta mezcla se presenta esencialmente por las dificultades de dar respuesta a la pregunta: ¿Que es la felicidad?

A veces la felicidad la confundimos:

-  En el plano físico con los placeres, los que son momentos de sensaciones agradables o eufóricos. Por ejemplo, al comer chocolate.

-     En el plano emocional con la alegría de las personas al disfrutar de algo bueno. Por ejemplo, con la alegría de disfrutar de buena compañía.

-  En el plano mental con el regocijo al experimentar situaciones de humor y entretenimiento. Por ejemplo, cuando contamos un chiste.

-      En el plano espiritual con el gozo de las profundas exaltaciones espirituales. Por ejemplo, la serenidad de estar comunicado con nuestro Padre Supremo.

La verdad es que la felicidad es más que placer, alegría, regocijo y gozo. Y si recurrimos a la definición de la felicidad usada en el Modelo Integral de la felicidad (1), podemos indicar que considera todos los aspectos señalados:

La felicidad es una forma de ver la vida. Es cuando aflora el presente y están en armonía nuestras creencias (gozo del plano espiritual), nuestros pensamientos (regocijo del plano mental), nuestros sentimientos (alegría del plano emocional) y nuestro accionar (placeres del plano físico).

Los casos más comunes de confusión son la felicidad con los placeres del plano físico, y la felicidad con la alegría del plano emocional.

Se proporciona a continuación extractos del artículo de www.enpositivo,com: “Confundir el placer con la felicidad según Robert Lustig”  (2) y del video “El placer no es la felicidad - Los Puntos Clave #12” (3), en la que se entregan mayores antecedentes para aclarar que los placeres son parte de la felicidad, pero no es la felicidad.

Confundir el placer con la felicidad según Robert Lustig (2):

Robert H. Lustig es un endocrinólogo pediátrico estadounidense. Es profesor de Pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, San Francisco (UCSF), donde se especializa en neuroendocrinología y obesidad infantil.

Desde su experiencia conoce bien como la “comida chatarra” es una de esas sustancias adictivas de placer.

Muchas empresas y marcas intentan asociar la “felicidad” con la compra de sus productos y el uso de sus servicios, con la esperanza de que los clientes recurran a ellos en busca de una “vida mejor”. Se están empleando conceptos de marketing de vanguardia como “neuromarketing” y “arquitectura de elección” para manipularlo como consumidor, e incluso hay quien promete canalizar su dopamina directamente en patrones de comportamiento adictivo y márgenes de beneficio de la empresa.

El profesor Lustig establece las diferencias básicas entre placer y felicidad:

-      El placer es pasajero. La felicidad es más permanente.

-      El placer es visceral. La felicidad es etérea.

-      El placer es tomar. La felicidad es dar.

-      El placer se puede conseguir con sustancias y la felicidad no.

-      El placer se experimenta solo y la felicidad usualmente en grupos sociales.

Y la más importante.

-      El placer es dopamina y la alegría es serotonina.

Las corporaciones fomentan y aprovechan esta confusión para vendernos el placer que desencadena la dopamina (sexo, azúcar, alcohol, drogas, videojuegos, compras, etc.) con la promesa de “felicidad”, cuando en realidad los altos niveles de dopamina pueden disminuir y regular la serotonina, haciéndonos menos capaces de experimentar la felicidad a largo plazo.

Dopamina y serotonina:

El profesor Lustig nos entrega los siguientes antecedentes:

Una advertencia:

-      Los placeres extremos nos llevan a la adicción ya sea a través de substancias o comportamientos”.

Los neurotransmisores:

-   “La dopamina y serotonina son dos neurotransmisores, dos químicos que el cerebro produce y usa para que las neuronas se comuniquen entre sí”.

De la dopamina:

-   La dopamina estimula a la siguiente neurona y cuando las neuronas son estimuladas excesivamente y con mucha frecuencia, tienden a morir. Es por lo que las neuronas tienen un mecanismo de defensa contra esto, reduciendo la cantidad de receptores que pueden ser estimulados, lo que es un intento de mitigar el daño. Este proceso se llama supresión de estímulos y muchos de los químicos de nuestro cuerpo hacen esto”.

“El proceso es: Recibes una dosis. Se genera un estímulo. Los receptores se cierran. La próxima vez necesitas una dosis mayor para sentir el mismo estímulo, porque hay menos receptores disponibles. Así cada vez necesitarás una dosis más y más y más grande… hasta que finalmente recibes una dosis enorme y no sientes nada. Esto se conoce como tolerancia, y cuando las neuronas comienzan a morir, se llama adicción”.

De la serotonina:

-   “En cambio la serotonina es inhibidora y no es un estimulante. Inhibe al receptor para provocar alegría. Así que no puedes tener una sobredosis de serotonina. Se adhiere, pero no activa el proceso más allá del receptor. Básicamente lo que hace es desacelerar las neuronas en lugar de acelerarlas y al hacerlo activa el proceso de la alegría”.

El resultado:

-     La dopamina suprime la serotonina, por lo que mientras más placer busques, menos activación de la alegría y más infeliz serás”.

Los cuidados a tener presente:

Los placeres son parte de la felicidad, pero no es la felicidad y el profesor Lustig nos ha proporcionado las diferencias básicas entre placer y felicidad:

-      El placer es pasajero. La felicidad es más permanente.

-      El placer es visceral. La felicidad es etérea.

-      El placer es tomar. La felicidad es dar.

-      El placer se puede conseguir con sustancias y la felicidad no.

-      El placer se experimenta solo y la felicidad usualmente en grupos sociales.

Y la más importante.

-      El placer es dopamina y la alegría es serotonina.

Resaltando que:

La dopamina suprime la serotonina, por lo que mientras más placer busques, menos activación de la alegría y más infeliz serás”.

 

 Un abrazo,

 


 




Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “La evolución de la definición de Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2019/02/la-evolucion-de-la-definicion-de.html, 22 febrero 2019.

(2)  Citado en: “Confundir el placer con la felicidad según Robert Lustig”, https://enpositivo.com/2020/10/confundir-el-placer-con-la-felicidad-segun-robert-lustig/, 13 octubre 2020.

(3)  Citado en: Robert Lustig - "El placer no es la felicidad" - Los Puntos Clave #12, https://youtu.be/1w-5cIC1B0M, 21 octubre 2018.

(4)  Imagen obtenida de: https://yadirapedrero.wordpress.com/tag/felicidad/, consultado 12 noviembre 2020.

 

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