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jueves, 29 de abril de 2021

La Felicidad de Epicuro no es lo mismo que el hedonismo, pero coinciden en el placer.

 


Para Epicuro la vida consiste en buscar todo lo que produzca placer real e inteligente, por lo que debe ser moderado, controlado y racional.

Resumen:

En el Modelo Integrado de la Felicidad (MIFE), se considera una propuesta de mejoramiento del nivel de felicidad basado en una visión holística.

En este modelo, el nivel básico es el plano físico de nuestra vida terrena, que está asociado principalmente a nuestro cuerpo y a los placeres.

En relación con los placeres, existen corrientes filosóficas que vienen de los griegos y que algunas de ellas se confunden como son los casos de epicureísmo y del hedonismo.

Epicuro definió al placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del alma. En cambio, el hedonismo puro, no concibe el placer como un bien, sino como el único y supremo bien.

La felicidad del plano físico:

En el modelo MIFE – Modelo Integrado de la Felicidad (1), se considera una propuesta de mejoramiento del nivel de felicidad basado en una visión holística, en el que el ser humano coexiste en los planos; físico, emocional, mental y espiritual.

En este modelo, el nivel básico es el plano físico de nuestra vida terrena y está asociado principalmente a nuestro cuerpo (2). Y uno de los aspectos relevante en este plano son los placeres, que se obtienen principalmente de los cinco sentidos.

En relación con los placeres, existen corrientes filosóficas que vienen de los griegos y que algunas de ellas se confunden como son los casos de epicureísmo y del hedonismo.

Se entrega a continuación extractos del artículo de Carlos Eduardo Tovar Roa: “Felicidad” (3), que proporciona mayores antecedentes de las corrientes filosóficas que comprometen a los placeres y que están asociados a nuestro plano físico.

 Felicidad (3):

El siguiente ensayo es el resultado de una serie de dinámicas cognitivas ligadas a la re-aplicación de las tesis planteadas por el filósofo Epicuro de Samos (341 a.C – 270 a.C), quien, en algún momento de su vida se hace frente al mar mediterráneo para reflexionar sobre la naturaleza experimental de la vida en una sociedad, llegando a la conclusión de que el hombre busca la felicidad a través del placer inteligente, esto significaría, encontrar el bien evitando el dolor. Pensando así que la vida no era fatalista (Cosa rara en la ideología griega que veía la vida como una tragedia). Para Epicuro la naturaleza se regía por el azar, siendo así imposible que hubiera una causalidad en la vida y explicando con esto que el fin de la vida humana es vivir en busca del placer evitando el dolor. Esto daría la noción de placer inteligente (ya mencionado).

Siendo así las cosas, acercarse al placer a costa del dolor que este pueda causar, sería por el contrario ir por el dolor y no por el placer. Así pues, aunque hay un tono hedonista, el epicureísmo no es hedonismo puro, porque no distingue la idea de dolor simple al diferir entre placer puro (sin dolor), placer con dolor y dolor puro (dolor sin placer). Es decir, el epicureísmo contrario al hedonismo puro (HEPU), no sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin ninguna restricción, pues al ser un hedonismo moderado, el epicureísmo, sostienen que algunas cosas deben restringirse para que así aumente el placer.

Siendo así las cosas, el HEPU no concibe el placer como un bien, sino como el único y supremo bien (placer simple), mientras que el epicureísmo admite nociones como la salud, la cual, no es necesariamente placentera pero sí conlleva al placer (placer inteligente).

Así pues, la vida consistiría en buscar todo lo que produzca placer, pero para que este placer sea real, debe ser moderado, controlado y racional, o sea, debe ser un placer inteligente. El mismo Epicuro definió al placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del alma. Nótese que el epicureísmo va más allá del hedone físico contrario al utilitarismo que dispone la felicidad en utilizar la materia para brindarse de placer.

En contra de cualquier extremismo asceta o exceso de placer. Epicuro criticaba tanto el desenfreno como la renuncia a los placeres de la carne, esbozando que todo placer era bueno si no conllevara a un dolor futuro. Por tanto, la ciencia para él no tenía sentido, si no estaba en función de buscar la felicidad. Siendo la filosofía, la única fuente de verdadera felicidad. Este sería otro punto de disidencia con el HEPU, ya que, para éste, la suma de todos los placeres sería la felicidad, no el concepto de filosofía como fuente de felicidad.

A pesar de las diferencias, nótese que a la larga el caso va al mismo punto en su generalidad, el hombre vive en pos del placer y tratando de evitar el dolor, no hay un equilibrio.

Hijo de una adivina, Epicuro no creía en el destino, sino que el hombre va a la felicidad o al dolor a través de sus decisiones, sin embargo, a pesar de su anti-determinismo, el mismo no pudo evitar el destino de todo hombre, morir.

La iglesia católica siempre ha sido una gran crítica de Epicuro, porque considera inapropiado el hecho de que éste antepusiera el placer sobre el amor a Dios y porque al darle un grado tan importante al hedome, llamándolo el fin del hombre, se es muy susceptible de caer en el egocentrismo, lo que dificulta las relaciones sociales, pues hace que el individuo solo se relacione con los demás en aras de su provecho personal. Tanto ha sido la reprobación de este filósofo, que en la edad media, muchas de sus obras coleccionadas por la iglesia fueron quemadas…

Hoy en día, me atrevería a decir, que de Epicuro se acuerdan solo los más consagrados académicos, entre éstos, los psicólogos positivistas que también lo critican. Pues como es sabido, esta rama de la psicología considera que el buscar el placer como una meta, promueve el displacer en caso de no hallarlo, y mejor es ser prudente y aceptar el devenir con reflexión de aprendizaje, incluso, de los momentos difíciles, ya que ignorarlos, en pos de ver solo el placer, sería, ver solo la mitad del cuadro. Así pues, el placer sin mérito, es decir, sin el flujo del reto y su superación, conlleva a una felicidad efímera, pues al no costarle, el individuo no se siente realizado. Varios son los casos de gente que logra un éxito efímero y termina incluso, suicidándose. El positivismo psicológico asume que más que placer, la felicidad verídica se logra dándole a la vida una connotación de compromiso (vida significativa) que se resume en al final de la vida, una persona falleciendo con una sonrisa, porque gracias a los actos que hiso, fue significante para alguna causa de compromiso, usualmente ligado al beneficio general y no al individual. Así pues, aquellos que basan su vida en la vida comprometida o significativa cuentan con un mayor grado de satisfacción y realización en la vida que aquellos que la basaron en la búsqueda del placer. Por lo que la felicidad autentica iría más allá de no sentir dolor, o simplemente sentir placer.

Ante esto, usualmente los filósofos por-hedonistas (que suelen ser neurofisiólogos) argumentan que, al sentir placer, se liberan nuestras endorfinas (las hormonas de la felicidad) y en ningún otro momento, por lo cual, solo a través del placer, se puede ser feliz. Sin embargo, la felicidad plena que plantea la psicología positivista se dirige a conceptos morales que los neurofisiólogos no pueden medir ni probar, el debate está servido.

Epicuro versus hedonismo puro (HEPU):

Para Epicuro el hombre busca la felicidad a través del placer inteligente, esto significaría encontrar el bien evitando el dolor. Que el fin de la vida humana es vivir en busca del placer evitando el dolor, en que el hombre va a la felicidad o al dolor a través de sus decisiones.

Epicuro definió al placer como la satisfacción de las necesidades del cuerpo y la tranquilidad del alma. En cambio, el hedonismo puro, no concibe el placer como un bien, sino como el único y supremo bien.

Así planteado, las diferencias principales son:

-    El epicureísmo contrario al hedonismo puro no sostiene que todos los placeres físicos deben ser satisfechos sin ninguna restricción.

-   El epicureísmo admite nociones como la salud, la cual, no es necesariamente placentera pero sí conlleva al placer (placer inteligente).

Para el epicureísmo, la vida consistiría en buscar todo lo que produzca placer, pero para que este placer sea real, debe ser moderado, controlado y racional, o sea, debe ser un placer inteligente.

Un abrazo,

 


 

 



Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Sensibilidades sobre la Felicidad y el Modelo MIFE”, https://prisma101-1.blogspot.com/2017/04/sensibilidades-sobre-la-felicidad-y-el.html, 18 abril 2017.

(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Aporte de las Culturas a la Felicidad”, http://prisma101-1.blogspot.com/2018/02/aporte-de-las-culturas-la-felicidad.html, 15 febrero 2018.

(3)   Citado en: Carlos Eduardo Tovar Roa, “Felicidad”, https://alponiente.com/felicidad/, 5 marzo 2021.

(4)  Imagen obtenida de: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2020-08-02/hedonismo-camino-felicidad-autocontrol_2697899/, 02 agosto 2020.


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