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jueves, 14 de abril de 2022

Dormir bien para ser más feliz

 

“Dormir las horas necesarias y tener un descanso de calidad es un placer para unos y un lujo para otros”. Beatriz Benéitez Burgada.

Resumen:

El tener una buena rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física, emocional, mental y espiritual.

Está comprobado que las personas más felices duermen más. La felicidad está en dormir en cantidad y calidad, para permitir disfrutar de un sueño reparador.

Los buenos hábitos de sueño consideran los siguientes aspectos:

-      Ejercicio físico todos los días.

-      Alimentación equilibrada.

-      Acondicionar la habitación para dormir.  

-      Dejar fuera de la habitación los dispositivos electrónicos.

-      Rutinas de relajación antes de ir a la cama.

La importancia del buen dormir.

Dormir bien y el tiempo necesario permite fortalecer los sistemas en los diferentes planos de coexistencia del ser humano en la vida. En el plano físico ayuda a que el sistema inmunológico permanezca fuerte, considerando que mientras se duerme el cuerpo repara células y tejidos. En el plano emocional ayuda a estar motivado y más alegre. En el plano Mental ayuda a mejorar las capacidades de memoria y capacidades mentales en general. En el plano espiritual ayuda a estar en paz con uno mismo y con los demás.

Se adjunta a continuación extractos del artículo de Beatriz Benéitez Burgada: “Así tienes que dormir para ser más feliz” (1), que proporciona antecedentes de los beneficios y la importancia de dormir lo suficiente.

Así tienes que dormir para ser más feliz (1)

El sueño es, con frecuencia, una de las rutinas saludables más infravaloradas. Dormir las horas necesarias y tener un descanso de calidad es un placer para unos y un lujo para otros. Y lo que muchas personas no saben es que tener una buena rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física y mental.

La National Sleep Fundation (Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos) convocó a un grupo interdisciplinar de expertos, que representaban a distintas organizaciones, para evaluar la literatura científica sobre las recomendaciones de duración del sueño a lo largo de la vida.

El panel estuvo de acuerdo en cuánto tiempo tendrían que dormir, según la edad, las personas sanas.

Para recién nacidos, entre 14 y 17 horas.

Para adolescentes, entre 8 y 10 horas.

Para adultos mayores, entre 7 y 8 horas.

Concluyeron que los requisitos varían a medida que se transita por las distintas etapas vitales y también en función de las características de las personas.

El sueño es fundamental para que el sistema nervioso central, “principal autopista de información del cuerpo” funcione correctamente. Durante las horas de descanso, se forman conexiones neuronales “que ayudan a recordar la información aprendida”.

Es un hecho que las personas más felices duermen más que las que se encuentran sometidas a emociones negativas”. Así lo dice el Instituto Europeo del Sueño en un artículo titulado La felicidad está en dormir con calidad asegura que en la medida que aprendemos a gestionar las emociones, disfrutamos de un sueño reparador.

La alegría es “una emoción agradable que se produce en respuesta a una experiencia positiva”, lo que “dispara las hormonas que hacen bien al organismo y favorecen la actividad cerebral necesaria para dormir mejor”. De la misma forma, al disfrutar del descanso necesario “el día se proyecta mucho más positivo, productivo y feliz”. La cantidad y calidad del descanso reparador es un factor importantísimo “que nos ayudará a ser un poco más felices”.

Ya sabemos la importancia del dormir, a continuación se proporcionan extractos del artículo de www.lavanguardia.com: “Higiene de sueño, ¿Cómo dormir mejor?” (2), que nos entrega pautas de cómo mejorar la higiene del sueño.

¿Qué es la higiene del sueño? ¿Cómo mejorarla? (2)

La higiene del sueño es un sistema de comportamientos de buenos hábitos de sueño que te ayudarán a descansar.

Los especialistas en el descanso aconsejan poner en práctica la higiene del sueño controlando el número de horas que hay que dormir, el consumo de alimentos en general y particularmente durante las horas previas al sueño, el ambiente en el que se descansa, etc.

Los expertos señalan que la higiene del sueño puede marcar la diferencia cuando se trata de sentirse mejor durante el día a día.

Ejercicio físico

Se aconseja hacer alrededor de una hora de ejercicio al día, asegurándose de dejar un período de al menos dos horas antes de acostarse. El ejercicio al aire libre también es beneficioso a la hora de conciliar el sueño, ya que la exposición a la luz natural ayuda a regular su ritmo circadiano.

Alimentación

Tu rutina alimentaria puede ser decisiva a la hora de descansar. “Hay que asegurarse de consumir una dieta equilibrada durante todo el día y, tratar de tener un período de 'amortiguación' de al menos dos horas antes de acostarse después de una comida abundante”.

Hay alimentos como el té de manzanilla de almendras o el jugo de cereza agria que pueden ayudarte a conciliar mejor el sueño.

Acondicionar la habitación

Asegúrate de que tu habitación es lo suficientemente oscura, cómoda y silenciosa antes de ir a dormir. Una buena calidad del aire y una temperatura adecuada también es clave para gozar de una buena noche de descanso. Según la Sleep Foundation, la mejor temperatura del dormitorio es de alrededor de 18,3 grados.

Dispositivos fuera

Teléfonos móviles, tablets, ordenadores, televisor y otros dispositivos electrónicos fuera de la habitación. Además de distraer, estos dispositivos producen un tipo de luz, denominada azul, que "puede bloquear la hormona del sueño melatonina en el cerebro".

Rutinas de relajación

Desarrollar una rutina de relajación antes de ir a la cama es uno de los hábitos más eficaces para dormir bien. Se recomienda sesiones de 60 minutos en las que puedes incluir un baño, un estiramiento, escuchar música apropiada, leer un libro u otras actividades relajantes.

El dormir bien ayuda a ser más feliz y vivir mejor

El tener una buena rutina del sueño es fundamental para nuestra salud física, emocional, mental y espiritual.

Está comprobado que las personas más felices duermen más. La felicidad está en dormir en cantidad y calidad, para permitir disfrutar de un sueño reparador.

Los buenos hábitos de sueño consideran los siguientes aspectos:

Ejercicio físico

Hacer alrededor de una hora de ejercicio al día, asegurándose de dejar un período de al menos dos horas antes de acostarse.

Alimentación

Hay que asegurarse de consumir una dieta equilibrada durante todo el día y, tratar de tener un período de procesamiento de al menos dos horas antes de acostarse.

Acondicionar la habitación

Asegurarse que la habitación es lo suficientemente oscura, cómoda y silenciosa antes de ir a dormir.

Dispositivos fuera

Dejar fuera de la habitación los dispositivos electrónicos.

Rutinas de relajación

Desarrollar una rutina de relajación antes de ir a la cama es uno de los hábitos más eficaces para dormir bien.


Un abrazo,


 

 

 


Referencias:

(1)  Citado en: Beatriz Benéitez Burgada, “Así tienes que dormir para ser más feliz”, https://www.lavanguardia.com/vivo/psicologia/20220202/7986407/dormir-horas-sueno-felicidad-nbs.html, 2 febrero 2022.

(2)  Citado en: “Higiene de sueño, ¿cómo dormir mejor?”, https://www.lavanguardia.com/vivo/salud/20210812/7656510/como-dormir-mejor-pmv.html, 12 agosto 2021.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.mundopsicologos.com/articulos/dormir-bien-nos-hace-mas-felices, 6 abril 2017.


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