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martes, 6 de noviembre de 2012

Del Amor a la Felicidad

A continuación un extracto del artículo del Padre Jesús Álvarez, publicado en www.elporvenir.com.mx.
El Padre Álvarez nos dice:
Jesús, con su nacimiento, vida, muerte y resurrección, tuvo un único objetivo: enseñarnos que Dios nos ama y enseñarnos a corresponderle amándolo a él y amándonos unos a otros.
Es más: él superó y nos pide que superemos el mandamiento antiguo de “amar al prójimo como a sí mismo”, cambiándolo por el suyo: “Ámense los unos a los otros como yo los amo”.
Él nos reveló su forma de amar: “Nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por los que ama”.
El verdadero amor a Dios y al prójimo es la única fuente de la felicidad y de la libertad en el tiempo y en la eternidad.
Pero la mayoría pretenden beber el agua de la felicidad sin conectarse a su fuente, y buscan todos los charcos contaminados de los placeres: drogas, alcohol, orgías, sensualidad, lujos, poder…, incluso a costa del sufrimiento y de la infelicidad del prójimo.
Lo cual sucede también entre gente que se tiene por “muy religiosa”. Se hace pasar por amor lo que es puro egoísmo, y por felicidad lo que es sólo cosquillas superficiales del sistema nervioso.
Son muchas las cosas que gustan, pero que no llenan, porque no son justas, y terminan por llevar a la total infelicidad.
Amar como Cristo Jesús ama, es nuestra vocación, realización, libertad y felicidad en el tiempo y en la eternidad.
El amor es fuego encendido por el Espíritu Santo en el corazón humano, que está hecho a imagen del corazón de Dios-Amor-Cariño-Ternura al infinito.
“Si me falta el amor, de nada me sirve…”. El mandamiento del amor no es pesado, sino que da alas a toda la vida.
Citado en:
Jesús Álvarez, “El mandamiento del amor y la felicidad“,04 de Noviembre de 2012, http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=624651

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