A
continuación extractos del artículo de Javier Sampedro, que nos comenta como
las ciencias actuales nos ayudan a mejorar nuestro entendimiento de la
felicidad y hasta ponerlo en un modelo matemático, lo que Aristóteles lo reflexionaba
en filosofía.
Nos
dice:
La felicidad ha sido siempre una cuestión más filosófica que científica. Si la vida merece la pena vivirse, arguyó Aristóteles, será porque tiene algún objetivo que es un fin en sí mismo, tan deseable que no tiene sentido cuestionarlo, una especie de bien tan manifiesto e irrebatible como la luz del amanecer. El gran pensador estagirita fue incluso capaz de reducir todas las cosas buenas a tres campos de actividad, o tres asignaturas para septiembre: la vida filosófica, la vida política y la vida voluptuosa.
Hoy
la neurología, psicología experimental o ciencias del conocimiento, es la
cocina donde se cuecen las respuestas a todas esas preguntas que atormentaron a
Aristóteles.
¿Existe
un bien tan obvio que constituya un fin en sí mismo, un objetivo tan deseable y
autojustificado que no tenga sentido cuestionarlo?
La
buena noticia es que ya conocemos la respuesta: es la felicidad. Y la mala es
que seguimos sin saber en qué consiste eso.
Un
estudio del University College de Londres acaba de aportar a la cuestión un
ángulo notable: la fórmula de la felicidad. En un trabajo técnico publicado
esta semana en Proceedings of the Nacional Academy of Science de Estados
Unidos, los científicos presentan un modelo matemático capaz de predecir la
felicidad de 18.000 personas de todo el mundo.
Los
lectores con inclinación matemática pueden consultar la ecuación en
www.eurekalert.org. El resto haría mejor en inhibirse.
La
fórmula se alimenta de números que miden la actividad de los circuitos
dependientes de la dopamina —el neurotransmisor crucial de los circuitos de
placer del cerebro, la brújula de nuestro comportamiento—, como la influencia
de factores ambientales sobre el ánimo, su cercanía en el tiempo, la cuantía de
las recompensas por ganar en algún tipo de apuesta y otros parámetros
experimentales. Y produce un número que significa si eres muy feliz, regular
feliz o un infeliz. Poca palabrería y matemáticas solventes: ¿quién desea más?
Referencias:
-
Citado en: Javier Sampedro, “La
fórmula de la felicidad”, http://cultura.elpais.com/cultura/2014/08/06/actualidad/1407351595_968289.html,
7 Agosto 2014.
-
Imagen obtenida de: http://matematicafeliz.wordpress.com/category/uncategorized/,
7 Agosto 2014.
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