A
continuación extracto del artículo de Francisco Rubio Miralles – Párroco de
Zarandona, sobre la felicidad verdadera.
Nos
dice:
¿Cuál es el secreto
de la felicidad?
El
secreto de la felicidad, que todos buscamos por mil caminos, sólo se descubre
cuando nos decidimos a caminar por la senda de la sabiduría. Se trata de un
camino, con frecuencia, tortuoso y difícil, pero necesario si deseamos alcanzar
la verdadera felicidad.
¿Dónde encontrar la
felicidad?
Lo
primero que debe descubrir quien busque sinceramente la felicidad es que la
'tierra' donde germina y crece es en el interior del hombre. Esperar que la
felicidad nos venga desde fuera es renunciar a ella. Nos pueden proporcionar
'momentos' de algún tipo de felicidad, pero no de la que llena plenamente el
corazón del hombre. Y esto por una razón muy sencilla: se trata de cosas que,
aun siendo buenas, llevan el sello de la caducidad, son inconsistentes y
pasajeras. Quien las tiene, sufre porque puede perderlas; quien no las tiene,
sufre porque no consigue alcanzarlas.
Además,
la felicidad no es una cualidad de las cosas, sino un estado interior del ser
humano. Cuando vivimos mendigando fuera de nosotros la limosna de un poco de
felicidad, lo que recogemos es, cuando menos, insatisfacción y, no pocas veces,
fracaso. En tal caso vivimos con un déficit severo de sabiduría verdadera,
aunque hayamos pasado por cincuenta Universidades y leído mil Bibliotecas.
¿Cómo alcanzar la felicidad?
Por
el contrario, cuando elegimos el camino que nos lleva al corazón y entramos en
lo más íntimo de nosotros, la sabiduría nos dice que no hemos alcanzado la
felicidad, pero que es allí donde debemos encontrarla. El trabajo que nos
espera es duro y, a la vez, ilusionante: junto al deseo insaciable de
felicidad, encontramos los verdaderos obstáculos que nos impiden ser felices:
egoísmo, orgullo, ambición, vanidad, envidia. ¡Menuda tarea nos espera! Pero,
con la luz clara de la auténtica sabiduría, comprendemos que es ahí donde
tenemos que trabajar. Ese trabajo se llama conversión.
Conversión
es la primera palabra que Jesús pronuncia al comienzo de su predicación.
Conversión es la condición que Jesús pone para creer en su Evangelio y para que
el Reino de Dios se haga realidad en nuestra vida.
Tal
vez alguno piense que no la necesita. Es posible que piense que son los demás
los que tienen necesidad de ella Si así piensas, no dudo en decirte: ¡tú eres
el que más la necesita! Y, a la vez, te puedo asegurar que, si empiezas a
trabajar en tu conversión personal, no tardarás en probar las primeras mieles
de la verdadera felicidad.
Referencias:
-
Citado en: Francisco Rubio Miralles – Párroco
de Zarandona, “La conversión nos hace sabios y felices”, http://www.laverdad.es/murcia/ciudad-murcia/201501/25/conversion-hace-sabios-felices-20150125001932-v.html,
25 Enero 2015.
-
Imagen obtenida de: http://jordisanchez.info/desarrollo-personal/saber-estar-con-uno-mismo-introspeccion-personal,
01 Febrero 2015.
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