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viernes, 4 de mayo de 2018

Los caminos de la Felicidad

Elegir el sendero en base a nuestras particularidades y caminar disfrutándolo nos hará cada vez más feliz.

Resumen:
Que cada persona es feliz a su manera, no es un misterio y una de las bases de la existencia de la vida de cada persona.

Por lo que no da lo mismo tomar cualquier camino, sino que debemos decidir el que se adapte más a nuestra particularidad como ser humano.

Se presentan diferentes caminos que podemos adoptar y algunas de sus consecuencias al elegirlos.

Se concluye que debemos elegir el camino que más se ajusten a nuestras particularidades y que van en la orientación de vivir la vida que a cada uno lo haga más feliz.

También, que una vez decidido el camino nuestros desafíos son actuar y llevar a cabo y disfrutar de los pasos necesarios para avanzar en la senda elegida, que nos permitirá ser cada vez más feliz.

Las tendencias del camino de la felicidad:
De que existen diferentes caminos hacia la felicidad es evidente, partiendo por la premisa que cada persona es feliz a su manera, lo que significa que tienen valoraciones diferentes de los diferentes aspectos de la vida.

En términos generales, los caminos han ido evolucionando desde los que sólo consideran la mitigación de los aspectos negativos que nos hacen sufrir, a los que potencian los aspectos positivos y que permiten mejorar los niveles de felicidad.

A su vez, cada vez más se consideran no sólo los aspectos externos y más asociados al plano físico sino que los aspectos más internos, que tienen que ver con los planos emocionales, mentales y espirituales.  

Se presenta a continuación extractos del artículo de Constanza Bonelli, “El camino hacia la felicidad” (1), que indica los diferentes caminos y búsquedas de la felicidad:

Caminos del psicoanálisis:
El psicoanálisis sostiene que el hombre busca en su propósito de vida alcanzar la felicidad y mantenerla. Esta aspiración tiene dos caminos:

1.   Buscar la ausencia de dolor y displacer por un lado y

2.   Vivenciar intensos sentimientos de placer.

(…) el ser humano sólo podrá obtener felicidad teniendo en cuenta estas limitaciones. Por lo cual no logrará alcanzarla de forma permanente sino de modo episódico.

Caminos de la filosofía:
A lo largo de la historia la filosofía ha ido elaborando distintas conceptualizaciones sobre el significado de la felicidad. Los griegos la consideraban el fin de todos los actos, el bien supremo al que todo hombre aspira.
Según diversas lecturas filosóficas, la felicidad puede ser alcanzada eligiendo distintos caminos.

1.   Puede estar relacionada al consumo, de este modo será más feliz quien posea mayor cantidad de bienes.
Este modo de pensar la felicidad es muy habitual en la era en la que vivimos.

2.   También puede estar asociada al “bien”, es decir, a la posibilidad de buscar un bienestar no sólo personal sino para la sociedad. Esta postura considera tener en cuenta el sufrimiento de los otros y buscar modos de disminuirlo.

Camino del saber:
Otro modo de pensarla es asociarla al saber. Desde esta perspectiva se cree que conociendo la verdad se alcanza la felicidad. También desarrollando nuestro intelecto y nuestras virtudes.

Camino de la espiritualidad:
Otros caminos serían los que la asocian con la búsqueda de la paz interior, como promueve principalmente el budismo; con el compromiso social, que contempla la realización de acciones para el bienestar común; o con el retorno a la naturaleza, es decir, se valoran todas las acciones que nos acerquen a un modo de vida que respete sobretodo lo natural, el cuidado del medioambiente y el beneficio de la humanidad.

Tendencias generales:
Las definiciones de felicidad parecen ser muy variadas y la validación de alguna de ellas sobre las otras dependerá de la consideración del resto de los intereses de cada sujeto singular. Un modo de pensar la felicidad podría ser como una búsqueda del hombre por resolver sus propias limitaciones, teniendo en cuenta los valores que considera superiores a otros.

Durante años se han estudiado
la depresión y las enfermedades mentales en el intento de liberar a los pacientes de tales sufrimientos. En las últimas décadas se han comenzado a estudiar los mecanismos que pueden incrementar la felicidad.

Búsqueda de la Felicidad:
A grandes rasgos podemos decir que la felicidad puede ser buscada por medio de objetivos intrínsecos o extrínsecos.

1.   Los objetivos intrínsecos son inherentes a las satisfacciones de necesidades internas.
Encontramos como ejemplo de ellos la búsqueda del crecimiento personal teniendo en cuenta descubrir lo que en esencia cada uno es; también puede asociarse a la valoración de los lazos de amistad y seres queridos; o a un sentimiento de comunidad que tenga en cuenta ayudar a que el mundo sea mejor para todos.

Quienes se dirigen intrínsecamente, parecen estar más felices, más vitales, con menor cantidad de síntomas de estrés o depresión. Esto es lo que sugieren algunas investigaciones al respecto, que aportan, además, que la felicidad no consiste sólo en lograr ese sentimiento, sino que ese éxito repercute positivamente en el resto de las funciones del individuo, incluso puede estar asociada a la longevidad.

2.   Los objetivos extrínsecos están enfocados en algo externo a uno mismo, y principalmente, están centrados en la recompensa, en la alabanza y en conseguir cosas materiales. Entre ellos encontramos la valoración por el éxito económico; la sobreestimación por la importancia de la imagen; o la búsqueda del estatus y la popularidad.

Las personas que están más orientadas hacia los objetivos extrínsecos, suelen mostrar mayor insatisfacción en sus vidas, presentar mayor cantidad de síntomas depresivos o de ansiedad y en general se sienten menos vitales.

Tendencias culturales:
El ser humano es un ser social, por lo tanto la interacción y la cooperación es una fuente de gratificación. Si bien esta característica convive con intereses egoístas poco cooperativos, los vínculos sociales saludables ofrecen bienestar al individuo.

Es posible observar diferencias en las distintas culturas. Aquellas que promueven mayor competencia o las que convocan a la cooperación. Las primeras, competitivas, son más individualistas, y están más enfocadas a lograr crecimiento económico sobre otros valores. Ejemplo extremo de este tipo de sociedad podemos encontrarlo en Japón, que por sobre todas las cosas valora el crecimiento económico, dejando de lado áreas importantes y necesarias en el desarrollo del individuo.

(…) En cambio, podemos observar que las culturas que promueven la cooperación, que dan importancia a la interacción social, al descanso y a la recreación, presentan niveles más altos de felicidad. Dinamarca sería un ejemplo de este tipo de cultura, según estudios realizados.

Aprendizaje de la felicidad:
Podríamos pensar en la felicidad como una habilidad similar a tocar un instrumento musical o practicar un deporte. Es decir, podemos pensarla como la posibilidad de aprender y mejorar nuestra capacidad de ser felices. Pareciera ser que no existe una fórmula única para alcanzarla. Según los valores de cada individuo, la sociedad en la que vive, los intereses que persiga, elegirá alguno de los distintos caminos que conducen a ser más felices. La fórmula general podría ser “vivir la vida que a cada uno lo haga feliz”.

Al existir distintos caminos posibles para lograr ser felices, probablemente la elección de una de tantas opciones se logre luego de una búsqueda acerca de cuál sea para cada uno el mejor modo de vivir. Se requiere para ello de cierto conocimiento sobre nosotros mismos para poder elegir nuestro sistema de valores y entre ellos el camino más apropiado para encontrar la felicidad.

(…) Podría pensarse que la felicidad puede encontrarse justamente en la búsqueda que cada individuo realice, en el camino que elija para buscar satisfacciones parciales de sus deseos, entendiendo que nunca encontrará una respuesta única y total, porque ese saber no existe.

Nuestros aprendizajes:
Por los aspectos señalados, queda de manifiesto que debemos elegir el camino que más se ajusten a nuestras particularidades y que van en la dirección de vivir la vida que a cada uno lo haga más feliz.
Indudablemente que una vez decidido el camino, nuestros desafíos son actuar y llevar a cabo y disfrutar de los pasos necesarios para avanzar en la senda elegida, que nos permitirá ser cada vez más feliz.

Un abrazo,







Referencias:
(1)  Citado en: Constanza Bonelli, “El camino hacia la felicidad”, http://www.locally.com.ar/2018/02/17/el-camino-hacia-la-felicidad/, 17 febrero 2018.

4 comentarios:

  1. Interesante es considerar que a partir de este axioma, uno podria identificar que estas rutas de felicidad se fortalecen o aumentan su grado de inetensidad, al coincidir con otras rutas de otras personas. por ejm.si yo encuentro que una forma de felicidad se encuentra en contemplar la naturaleza, me fortalece encontra otras personas que sienten o piensan de igual forma

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    1. Estimado José:
      Gracias por interesante punto de vista que comparto.
      Se da lo indicado porque somos semigregario, en los aspectos sociales disfrutamos al encontrarnos con personas con las cuales compartimos intereses comunes, y también nos da placer algunas rutas que lo hacemos en solitario.

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  2. Demostración :

    suficiente con esta demo..... ademas recreate con Ella...

    https://www.youtube.com/watch?v=zwZireEmHl0&feature=youtu.be&mkt_hm=2&utm_source=email_marketing&utm_admin=49390&utm_medium=email&utm_campaign=Yo_elijo_ser_feliz_Y_t_por_Schatzi_Bachmann

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    1. Estimado José:

      Muchas gracias por compartir el vídeo con una historia muy singular.

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