La Felicidad disminuye la letalidad del coronavirus en Bután

El código jurídico de Bután: “si el Gobierno no puede crear felicidad para sus ciudadanos, entonces la existencia del Gobierno no tiene ningún propósito”.

Resumen:

No sólo somos cuerpo (plano físico) sino que además somos emociones (plano emocional), somos pensamientos (plano mental) y somos creencias (plano espiritual). Esto significa que en nuestras vidas no sólo debemos cuidar de nuestro cuerpo, sino que debemos cuidar también nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras creencias.

Un país que ha considerado estos aspectos es el país de Bután, que cambió la manera de medir el bienestar por el tradicional índice PIB (Producto Interno Bruto) por el índice de FNB (Felicidad Nacional Bruta).

El reino de Bután ha enfrentado la pandemia del “coronavirus”, sin tener que lamentar muertos, considerando las siguientes estrategias:

1) Estrategia de la Felicidad: Todas sus decisiones se rigen por su capacidad de mantener contenta a la gente.

2) Estrategias para la pandemia: Poner muchos de sus recursos en la lucha contra el virus.

Bután y su índice FNB:

Cada vez somos más conscientes que no sólo somos cuerpo (plano físico) sino que además somos emociones (plano emocional), somos pensamientos (plano mental) y somos creencias (plano espiritual). Esto significa que en nuestras vidas no sólo debemos cuidar de nuestro cuerpo, sino que debemos cuidar también nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestras creencias.

Un país que ha considerado estos aspectos es el país de Bután, que es un pequeño reino ubicado en la cordillera del himalaya y que cambió la manera de medir el bienestar por el tradicional índice PIB (Producto Interno Bruto) por el índice de FNB (Felicidad Nacional Bruta).

De acuerdo con “FNB – Felicidad Nacional Bruta” (1):

En 1972, el rey de Bután Jigme Wangchuck, introdujo por primera vez el concepto de “Felicidad Nacional Bruta”, una alternativa al conocido PIB que representa, según las palabras de su creador, “el puente entre los valores fundamentales de la bondad, la igualdad, la humanidad y la búsqueda del crecimiento económico”.

El rey de Bután nos indica que no sólo se requiere enfrentar los gobiernos a través de los aspectos duros como son las políticas monetarias, sino que se debe contemplar los aspectos blandos, que no por ser “invisibles” no están presente en la vida del ser humano, sino que son de una mayor relevancia que los aspectos físicos.

Se proporciona a continuación extractos del artículo de Abigail Carranza: “Bután, el reino de la felicidad sin muertes por coronavirus” (2), que nos comenta como han enfrentado la pandemia del “coronavirus”, sin tener que lamentar defunciones.

Bután, el reino de la felicidad sin muertes por coronavirus (2):

Desde que inició la pandemia en Bután, el país que vive a base de budismo y felicidad, no ha presentado ningún deceso por coronavirus.

Según la MIT Technology Review desde que el país Bután sustituyó el PIB por la felicidad nacional bruta como forma de medir el bienestar, todas sus decisiones se rigen por su capacidad de mantener contenta a la gente. Tras esta estrategia el gobierno ha mantenido en cero las muertes por Covid-19.

El concepto de “felicidad nacional bruta” se implementó en el país desde 1972, cuando el cuarto rey de Bután propuso la idea de dejar de basarse en el producto interior bruto (PIB) como la principal medida del éxito de la nación y sustituirlo por una medida basada en la felicidad de la ciudadanía.

El código jurídico de Bután de 1729 establece que «si el Gobierno no puede crear felicidad para sus ciudadanos, entonces la existencia del Gobierno no tiene ningún propósito».

Según Ura el índice del país se basa en nueve ámbitos, que van desde la calidad de vida y la salud, hasta la vitalidad comunitaria, el bienestar psicológico, la diversidad ecológica y la resiliencia.

Pandemia, budismo y felicidad

El primer caso de coronavirus en Bután se dio hace un poco más de 6 meses y hasta el momento este país de 750 mil habitantes no registra ninguna muerte por COVID-19. La razón es que el Gobierno ha puesto muchos de sus recursos en la lucha contra el virus.

De momento son 358 los casos confirmados con coronavirus en este país. Cabe mencionar que se encuentra entre los 10 principales países asiáticos que más realizan pruebas de diagnóstico, con más de 140 test por cada 1 mil personas. Éstos son gratuitos gracias a su asistencia sanitaria universal.

Al inicio de la pandemia Bután no tardó en crear un grupo de trabajo sobre salud mental para ayudar a sus ciudadanos. El virus se propagó tan despacio que el país no impuso su primer confinamiento hasta agosto.

Las estrategias de Bután:

El reino de Bután ha considerado las siguientes estrategias para hacer frente a la pandemia del coronavirus:

Estrategia de la Felicidad: Todas sus decisiones se rigen por su capacidad de mantener contenta a la gente:

- El código jurídico de Bután de 1729 establece que «si el Gobierno no puede crear felicidad para sus ciudadanos, entonces la existencia del Gobierno no tiene ningún propósito».

- El concepto de “felicidad nacional bruta” se implementó en el país desde 1972, cuando el rey de Bután propuso la idea de dejar de basarse en el producto interior bruto (PIB) como la principal medida del éxito de la nación y sustituirlo por una medida basada en la felicidad de la ciudadanía.

Estrategias para la pandemia: Poner muchos de sus recursos en la lucha contra el virus.

- Creación temprana de un grupo de trabajo sobre salud mental para ayudar a sus ciudadanos.

- Realizar pruebas gratuitas de diagnóstico con más de 140 test por cada 1 mil personas.

Desde luego que la estrategia de orientarse a la felicidad: “mantener contenta a la gente”, ha tenido un impacto importante en el reforzamiento de los niveles inmunológico de las personas.

En el caso de disponer de grupos de trabajo para apoyo de la salud mental, que claramente ha estado orientado a disminuir los niveles de “miedo” de las personas por la pandemia.

Una opción que seguramente consideraron fue la de evitar la exposición de las personas a los ambientes tóxicos, desde el aislamiento físico (mantener las distancias, uso de mascarillas, sanitización, etc.), el evitar las emociones tóxicas entre las personas (evitar las personas tóxicas), así como las comunicaciones tóxicas (evitar el “consumo” de noticias tóxicas). Esto propicia ambientes más puros, mejores actitudes de las personas, pensamientos positivos y un ambiente espiritual basado en el amor.

Un abrazo,