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jueves, 25 de agosto de 2022

La Felicidad según Agustín de Hipona

 


El amor es el único tesoro que se multiplica al dividirse; el único que suma más cuanto más se lo resta; la única empresa en la que, cuanto más se gasta, más se gana”. San Agustín de Hipona

Resumen:

Para San Agustín la felicidad es el proceso de tomar con alegría lo que la vida nos da. En esencia, el camino a la felicidad es el estar con Dios.

San Agustín nos plantea los siguientes aspectos a considerar para ser feliz, partiendo de la premisa que ser feliz es un bien en sí mismo:

Desear el bien.

No tener miedo.

Disminuir los apegos.

Se debe elegir la fuente de nuestra felicidad lo más trascendente que existe, lo que no se acaba, lo que no tienes miedo de perder. Eso es sólo el amor de Dios.

Debemos vivir con amor, que es el manantial inagotable, que al probarlo hace que terminemos viviendo felices.

San Agustín

San Agustín es considerado el máximo filósofo y pensador del cristianismo del primer milenio.

Fue su madre Mónica que le enseñó los principios básicos de la religión cristiana y también a través de su oración la que logró encausar a su hijo cuando se había separado del camino del cristianismo, a tal punto que Agustín se llamaba a sí mismo “el hijo de las lágrimas de su madre”.

Para San Agustín la felicidad es el proceso de tomar con alegría lo que la vida nos da. En esencia, el camino a la felicidad es el estar con Dios.

Una de sus citas es (1):

“El que no ama al hermano, no está en el amor, y el que no está en el amor no está en Dios, porque Dios es amor”.

Se entregan a continuación extractos del artículo de Guillermo Dellamary: “Lo que San Agustín pensaba sobre la felicidad” (2), que proporciona mayores antecedentes de la felicidad según San Agustín, principalmente basado en su obra “De la vida feliz”.

Lo que San Agustín pensaba sobre la felicidad (2):

Realmente qué tan feliz te sientes. ¿Consideras que ya has vivido esa maravillosa sensación o aún no? ¿Crees que es algo efímero y pasajero o se pueden llegar a vivir largos períodos de felicidad?

Estamos de acuerdo en que ser feliz es un bien en sí mismo, por lo que desear el bien ya es un paso importante para alcanzar la felicidad, pues buscando el mal no encontraremos más que sufrimiento. Aunque exista una aparente felicidad, es sólo transitoria y superflua. «Desear lo que no conviene es el colmo de la desventura».

Desear lo bueno es mucho más importante que conseguir lo que no te conviene.

Quedarse en lo pasajero no hace feliz

¿Podrá alguien ser feliz si le falta lo que desea? Realmente no, pero tampoco se es feliz sólo por conseguir todo lo que se desea.

Lo que también es cierto es que el que no tiene lo que quiere, acaba por ser un desdichado. Por lo que mucho de la felicidad está en lo que deseas. Si lo consigues, hay muchas más posibilidades de disfrutar y gozar tus logros, que el que no logra conseguir sus objetivos.

De aquí la importancia que San Agustín le pone a qué debemos aspirar y alcanzar en esta vida, para ser dichosos.

Se trata pues, de darle mayor valor a lo que quieres que a las cosas que acontecen en forma fortuita y derivadas de una supuesta buena o mala suerte. Es un ejercicio de la voluntad.

«Pues lo pasajero y mortal no podemos poseerlo a nuestra voluntad, ni el tiempo que nos plazca».

El santo nos pregunta: ¿se puede ser feliz al mismo tiempo que tienes miedo? Desde luego que parecen incompatibles la felicidad y el miedo. Por lo que no se puede ser feliz si vives con el miedo a perder lo que posees. Si los bienes materiales o fortunas se pueden perder, entonces se tiene miedo a quedarse sin nada, por lo que ese miedo le resta felicidad a quien se apega a las cosas materiales, o a las fortunas que posee.

Así que un primer paso muy importante para ser feliz nos enseña San Agustín, es estar contento y satisfecho con lo que tienes y aprender a disfrutar con moderación lo que ya posees. Para ser feliz, hay que obtener los bienes que sean permanentes y que no sean arrebatados por los vaivenes de la vida y los imprevistos fortuitos. En pocas palabras, se es más feliz cuantos menos apegos tenemos.

Así que, si algo hemos de elegir, como fuente de nuestra felicidad, es elegir lo más trascendente que existe, lo que no se acaba, lo que no tienes miedo de perder. Eso es sólo el amor de Dios. Así concluye el famoso teólogo y filósofo.

Ya sabes ahora que, para dejar de ser un infeliz desdichado, mejor abraza con plenitud el vivir con amor. Ese es un manantial inagotable que, al probarlo, hará que acabes por vivir feliz.

San Agustín y la felicidad

San Agustín nos plantea los siguientes aspectos a considerar para ser feliz, partiendo de la premisa que ser feliz es un bien en sí mismo:

Desear el bien.

Desear lo bueno es mucho más importante que conseguir lo que no te conviene.

La felicidad está en lo que deseas. Si lo consigues, hay muchas más posibilidades de disfrutar y gozar tus logros, que el que no logra conseguir sus objetivos.

No tener miedo.

No se puede ser feliz si vives con el miedo a perder lo que posees.

Disminuir los apegos.

Se es más feliz cuantos menos apegos tenemos.

Se debe elegir la fuente de nuestra felicidad lo más trascendente que existe, lo que no se acaba, lo que no tienes miedo de perder. Eso es sólo el amor de Dios.

Debemos vivir con amor, que es el manantial inagotable, que al probarlo hace que terminemos viviendo felices.

 

Un abrazo,

 





Referencias:

(1)  Citado en: "Agenda 2007 - 365 días con CRISTO y mis hermanos", Editorial SAN PABLO, Buenos Aíre Argentina, AGO-2006, 24 Abril de 2007.

(2)  Guillermo Dellamary, “Lo que San Agustín pensaba sobre la felicidad”, https://es.aleteia.org/2022/04/04/lo-que-san-agustin-pensaba-sobre-la-felicidad/, 4 abril 2022.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.psicoactiva.com/blog/100-frases-san-agustin-amor-la-fe/, 13 diciembre 2021.


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