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jueves, 1 de septiembre de 2022

La dopamina un neurotransmisor de la Felicidad

 


La dopamina se considera el centro del placer ya que regula la motivación y el deseo.

Resumen;

La dopamina es la hormona del placer, se libera cuando tenemos desafíos, nos ayuda a mantener el interés por la vida y a sentir satisfacción cuando logramos nuestros objetivos.

Este neurotransmisor proporciona placer y relajación e interviene en los procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Y lo consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones.

Se debe tener presente que la dopamina está vinculada con nuestras adicciones, porque su liberación nos puede convertir en adictos al impulsar una búsqueda continua del placer.

A su vez, se conoce cada vez más que la dopamina está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Sobre todo, no debemos olvidar que la dopamina es conocida por ser uno de los neurotransmisores de la felicidad.

La dopamina

En “Las hormonas de la felicidad” (1), se ha indicado que:

Las cuatro “hormonas de la felicidad” (dopamina, endorfina, oxitocina y serotonina), son sustancias químicas que producimos en nuestro organismo y que son responsables de nuestros estados de júbilo, alegría, confianza, equilibrio y felicidad.

La dopamina es la hormona del placer, se libera cuando luchas por una meta, ayuda a mantener el interés por la vida y a sentir satisfacción cuando logras tus objetivos.

Se presentan a continuación extractos del artículo de José A. Morales García: “La dopamina es un neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita”, que proporciona las características principales de la dopamina de acuerdo con las investigaciones realizadas.

Dopamina: el neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita

La dopamina es un neurotransmisor, es decir, una molécula que se encarga de llevar un mensaje desde las neuronas que lo producen hacia otras células. Por eso interviene en una gran cantidad de procesos como el control del movimiento, la memoria, la recompensa cerebral –ese mecanismo de nuestro cerebro que nos refuerza a repetir una conducta– o el aprendizaje.

También influye en numerosas funciones fuera del cerebro como la motilidad gastrointestinal, la liberación de hormonas, la presión arterial e incluso en la actividad de las células del sistema inmune.

Almacenar recuerdos a través de las emociones

La dopamina es conocida mundialmente por ser una de las moléculas de la felicidad. No en vano, es una de las herramientas que Cupido usa para enamorar.

También proporciona placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Es decir, decide si una determinada información se puede almacenar durante un tiempo o se elimina inmediatamente.

Y esto lo consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones. En este proceso interviene la dopamina en el accumbens -una parte del cerebro muy implicada en el control de las emociones, que comunica con zonas encargadas de la memoria, como el hipocampo-.

Por eso, el aprendizaje que contiene una carga emocional dura más, porque aprender provoca placer y la información se retiene durante más tiempo.

La cantidad de dopamina en el cerebro da información sobre su personalidad

Nuestro horóscopo no influye ni determina para nada nuestra personalidad. La dopamina, sin embargo, sí. Y es que numerosos estudios científicos sostienen que la dopamina podría estar relacionada con rasgos de la personalidad como la inseguridad, la cobardía o incluso el grado de extroversión.

Tanto es así que la cantidad de dopamina en la amígdala cerebral -región del cerebro relacionada con emociones como la ira, el placer o el miedo- nos permitiría saber si una persona es tranquila o insegura o si se estresa con facilidad.

Dopamina, adicciones y motivación

La dopamina es la culpable de nuestras adicciones, de las malas y de las menos malas. Entre las malas, las drogas aumentan la cantidad de dopamina en el sistema de recompensa del cerebro, lo que produce un estado de placer que refuerza que sigamos consumiéndolas. Algo parecido pasa con las menos malas, como el dulce o la comida basura.

De esta manera las personas con tendencia a la obesidad tendrían menos de estos receptores y por tanto necesitarían comer más para notar la misma satisfacción que produce el acto de comer. Son, por tanto, “más adictos” a la comida. Y esta es otra característica de la dopamina: su liberación nos puede convertir en adictos ya que nos impulsa a una búsqueda continua del placer.

La cara oculta de la dopamina

Pero no todo son alegrías. La dopamina también está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Cuando tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

En caso de que la cantidad de dopamina disminuya, aparecen el trastorno depresivo mayor, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1.

Aunque si hay una enfermedad que irremediablemente nos viene a la cabeza cuando hablamos de un déficit en dopamina es la enfermedad de Parkinson, cuyo Día Mundial se celebra el 11 de abril. En este caso, la causa de este trastorno es la muerte de las neuronas que producen dopamina en una región del cerebro que se llama sustancia negra. Esta dopamina está implicada en el control de la actividad motora, de ahí los síntomas que presentan los pacientes que la sufren.

En resumen, la dopamina es la Mary Poppins de nuestro organismo, “prácticamente perfecta en todos los sentidos”. En cuanto a sus acciones, al igual que la niñera inglesa, puede ser severa pero también amable y educada.

Las características principales de la dopamina

La dopamina proporciona placer y relajación e interviene en los procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos. Y lo consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones.

Se debe tener presente que la dopamina está vinculada con nuestras adicciones, porque su liberación nos puede convertir en adictos al impulsar una búsqueda continua del placer.

A su vez, se conoce cada vez más que la dopamina está relacionada con muchas enfermedades psiquiátricas y neurológicas.

Cuando tenemos un exceso de dopamina pueden aparecer trastornos como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

Si la cantidad de dopamina disminuye, aparecen el trastorno depresivo mayor, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la enfermedad de Huntington y la neurodegeneración asociada al VIH-1. Y un déficit está asociado a la enfermedad de Parkinson.

Desde luego y sobre todo no debemos olvidar que la dopamina es conocida por ser uno de los neurotransmisores de la felicidad.

 

Un abrazo,

 





Referencias:

(1)  Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Las hormonas de la felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2016/05/las-hormonas-de-la-felicidad_18.html, 18 mayo 2018.

(2)  José A. Morales García, “La dopamina es un neurotransmisor que nos da la felicidad, pero también nos la quita”, https://theconversation.com/dopamina-el-neurotransmisor-que-nos-da-la-felicidad-pero-tambien-nos-la-quita-180637, 10 abril 2022.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/mundoentrenamiento/photos/qu%C3%A9-hacer-para-incrementar-la-dopamina-sobretodo-evita-o-combate-el-estr%C3%A9s-el-es/2649531621988381/, consultado 30 agosto 2022.


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