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viernes, 4 de noviembre de 2022

La Felicidad considera las fluctuaciones de la vida

 

“Hablar de la felicidad es abrirnos a un misterio que abarca al hombre, le interpela, le mueve a buscar respuestas a sus interrogantes más profundos”. Milko Torres

Resumen:

Vivimos en un mundo con días y noches, con altos y bajos, con colores blancos y negros, con emociones desde la alegría a la tristeza, con experiencias positivas y negativas, etc., que componen un todo de nuestra vida y que son necesarias para nuestro existir.

En palabras del Papa Francisco:

Ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones. Es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros. Reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.”

Vivimos en un mundo de diversidad.

En la publicación “Siempre se puede ser Feliz” (1), hemos citado la analogía de la vida con el examen de electrocardiograma:

… Si quisiéramos tener una vida plana, el electrocardiograma mostraría una línea, pero un médico nos indicaría que cuando el examen entrega una línea, es que la persona ha pasado a otra dimensión y ya no está en la tierra.

En cambio, un examen normal de electrocardiograma presenta fluctuaciones hacia arriba y hacia abajo, en relación con una línea central. Y este diagnóstico significa que la persona está viva.

Vivimos en un mundo con días y noches, con altos y bajos, con colores blancos y negros, con emociones desde la alegría a la tristeza, con experiencias positivas y negativas, etc., que componen un todo de nuestra vida y que son necesarias para nuestro existir.

Se entregan a continuación extractos del artículo de Milko Torres: “La felicidad del hombre” (2), que nos proporciona antecedentes que profundizan estas características de nuestras vidas.

La felicidad del hombre (2)

Hablar de la felicidad es abrirnos a un misterio que abarca al hombre, le interpela, le mueve a buscar respuestas a sus interrogantes más profundos. Aristóteles enseñaba que todos los hombres perseguían la felicidad. Muchos son felices ganando dinero, viajando, cada uno cree que posee el secreto de su propia felicidad.

Una clave importante es el conocimiento interno que cada uno tiene de sí mismo, y saber lo que quiere en la vida.

Según Platón son felices los que poseen bondad y belleza.

Para Epicuro el placer es el bien y la función de las virtudes es proporcionar los medios para ese fin.

Para Sócrates la felicidad es el último bien del hombre y se logra con la práctica de la virtud. La virtud es serena y estable, proviene de la contemplación de la verdad que se logra con la práctica de la virtud. Este breve recorrido en las páginas de la filosofía griega sienta las bases para reflexiones que tienen plena vigencia.

Me permito citar a Alejandro Simón Partal con su ensayo “Las virtudes de lo ausente: fe y felicidad en la poesía española contemporánea”, para quien la felicidad es “esa alegría sencilla que uno rasca algunas horas. La felicidad tiene que ver con los instantes puntuales. El devoto del placer acaba convirtiéndose en el esclavo del consumo, que le llevará a la insatisfacción permanente solo aliviada por instantes de euforia que nada tendrán que ver con la felicidad”. La felicidad está simplemente en la vida misma.

En el Nuevo Testamento nos encontramos con el texto programático más importante en la historia de la humanidad: las bienaventuranzas. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt. 5, 1-3). Es la fe cristiana centrada en Dios. El fin último del hombre es vivir en paz consigo mismo para que el mundo se llene de felicidad.

El Papa Francisco sella nuestra reflexión de esta manera: “Ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones. Es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros. Reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.”

Particularidades de nuestras vidas

Vivimos en un mundo con días y noches, con altos y bajos, con colores blancos y negros, con emociones desde la alegría a la tristeza, con experiencias positivas y negativas, etc., que componen un todo de nuestra vida y que son necesarias para nuestro existir.

Por eso, Milko Torres nos indica que;

“Hablar de la felicidad es abrirnos a un misterio que abarca al hombre, le interpela, le mueve a buscar respuestas a sus interrogantes más profundos”.

Y desde la perspectiva cristiana:

“El fin último del hombre es vivir en paz consigo mismo para que el mundo se llene de felicidad”.

Y en palabras del Papa Francisco:

Ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones. Es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros. Reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.”

 

Un abrazo,

 


Referencias:

(1)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Siempre se puede ser Feliz”, https://prisma101-1.blogspot.com/2021/12/siempre-se-puede-ser-feliz.html, 9 diciembre 2021.

(2)  Citado en: Milko Torres, “La felicidad del hombre”, https://cronica.com.ec/2022/05/21/la-felicidad-del-hombre/, 21 mayo 2022.

(3)    Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/ReflexionesAA/photos/felicidadgeneralmente-cuando-pensamos-en-felicidad-vemos-sus-efectos-pero-pocas-/1056393337787667/, consultado 3 noviembre 2022.


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