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sábado, 18 de mayo de 2013

Para dar Felicidad debes tener Felicidad

Es básico que para compartir café tienes que tener café, también es válido para la Felicidad.
 
A continuación un extracto de artículo de eldiariodelanena.com, que te permitirá tener más felicidad para compartirla:
 
En una conversación de amigas, una le cuenta a las demás: “Me enseñaron a sentirme bien conmigo misma y a eso me dedico ahora”.
 
Nos dijo que ya se había hartado de su actitud negativa, de ver cómo los demás eran felices y ella no, que no estaba a gusto con ella misma y que decidió ir a una terapia psicológica, y nos compartió los pasos para llegar a aceptarnos con todas nuestras virtudes y defectos:
 
Respirar: esto es lo que hacemos desde que nacimos y con frecuencia olvidamos, siendo que es nuestra fuerza vital. Respira y siéntete rejuvenecida.
 
Sonríete al espejo y a los demás: Es increíble el poder de una sonrisa, eso te llevará a estar más cerca de tus virtudes que de tus defectos.
 
Alimentación: La comida está ligada a los más diversos sentimientos, pero los que poseen “buena vibra” y que debes de ingerir a diario son las cerezas, garbanzos, semillas de sésamo, pescado, zanahoria, entre otras.
 
Acepta las cosas como son: Asumir que uno no posee el control sobre nada, excepto de tu estado de ánimo, es un gran paso para el bienestar personal, es mejor estar de buen humor que malhumorada, ¿no crees?
 
Guarda tus pensamientos para ti: El lenguaje determina en gran parte cómo te sientes, decirnos cosas agradables nos ayuda a sentirnos y vernos mejor.
 
Lleva un diario de gratitud: Se ha comprobado que las personas que son agradecidas por las cosas, personas y situaciones que las rodean son más felices que las que no lo hacen.
 
¡A moverte!: realizar una actividad física o deporte, cualquiera que sea, te activa mental y físicamente, además de que cuidas a tu cuerpo.
 
Conviértete en tu mejor amiga: Seguramente nunca le dirías a tu mejor amiga lo que tú te dices cuando te equivocas o cuando no salen las cosas como esperabas.
 
¿Qué te dirías?, ¿qué harías por ti?
 
Vive el momento: No podemos cambiar el pasado, pero sí el futuro, sin embargo aún no llega y tampoco podemos estar viviendo en él. Vivir el presente te hace apreciar de manera objetiva lo que estás viviendo ahora.
 
Haz dos listas, cosas que te enorgullezcan de ti y cosas que haces bien: este es un excelente ejercicio para enfocarte en tus virtudes y no tus defectos.
 
Antes de dormir, escribe tres triunfos del día: Seguramente, aunque no te haya ido bien en tu trabajo, siempre haces cosas que te enorgullecen, por ejemplo: un acto amable, una decisión titánica, seguir tu dieta, etc. Si no encuentras esas tres cosas, entonces estarás siendo dura contigo misma, ¿no crees?
 
Referencia:

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