A
continuación se presentan los antecedentes aportados por Nora Toboada, obtenidos
de los libros publicados por el Dr. Tal Ben Shahar de la Universidad de Harvard,
que plantea tres niveles de felicidad diferente, en los que se logra ir
aumentando la duración de la felicidad. Se inicia en momento de placer sencillos como
saborear un helado, pasando por desarrollar nuestro talento y potencial y finalmente
en el encontrar la plenitud en los actos que realizamos con un significado más
profundo, y que nos permiten infundirle un propósito a nuestra vida.
Se
indica que existen 3 maneras diferentes para ser feliz, la diferencia está en
la “duración” de la felicidad que nos provoca cada una de ellas:
La Vida Placentera
En
este nivel de felicidad disfrutamos de lo más puro y simple, al permitirnos
“saborear” las mejores cosas y los mejores momentos de nuestras vidas; aprender
a procurarnos emociones positivas puede iluminar nuestros días, ayudarnos a
mejorar nuestra salud, nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean. Esta
forma de ser feliz es conocida también como el “efecto caminadora” –mientras
estás en ella estás bien, pero al bajarte se acaba la diversión. La felicidad
que nos proporcionan los pequeños placeres y alegrías aunque es importante, es
también efímera y, solamente dura lo que duran las circunstancias que nos las
provocan.
La Vida con Objetivos
y Compromiso
Esta
segunda manera de vivir nos invita a desarrollar nuestro potencial al aplicar
nuestros talentos y fortalezas, para que de esta manera podamos “fluir” y
lograr nuestro máximo desempeño en los proyectos que elegimos conscientemente.
El crecimiento personal y el desarrollo de nuestras aptitudes nos brindan la
satisfacción que traen consigo el sentido de logro y éxito. Hacer lo que amamos
nos llena de energía sin embargo, y aunque la felicidad que se experimenta a
través de estos recursos es más duradera que la de los placeres, todavía no es
un nivel donde se alcanza la plenitud y la elevación que nos ofrecen las
acciones de trascendencia personal.
La vida con
Significado y Propósito
En
el tercer nivel encontramos la oportunidad de darle un propósito y sentido a
nuestra vida. Es un nivel donde podemos alcanzar nuestra auto-realización como
adultos para lograr trascender al construir en vida un legado positivo. Al
establecer la misión y el propósito de nuestra vida, podemos encausar nuestros
actos y decisiones para contribuir con el mundo que tenemos a nuestro alcance y
realmente encontrar el tipo de felicidad más duradero; mismo que se irá
enriqueciendo en los años que nos quedan por venir.
Algunas
preguntas para establecer el propósito de tu vida son:
-
¿Por qué y por quiénes me gustaría ser
recordado?
-
¿Qué quiero dejar como legado?
-
¿Qué logros y fortalezas personales
quiero que los demás perciban de mí?
-
¿Estoy viviendo mi vida el día de hoy
manera que puedo alcanzar lo que quiero lograr como legado al final de mi vida?
Fuentes:
-
“Happiness:
The Three Traditional Theories”– Dr. Seligman (Fundador de la Psicología
Positiva) Universidad de Pennsylvania, USA.
-
“Happier”-Tal
Ben Shahar.
-
“Positive
Psychology: a Practical Guide” – Bridget Grenville-Cleave.
Referencia:
-
Citado en: Nora Toboada, “3 maneras
diferentes de ser feliz”, http://www.gestiopolis.com/organizacion-talento-2/3-maneras-diferentes-de-ser-feliz.htm,
17 Noviembre 2013
-
Imagen obtenida de: http://desmotivaciones.es/carteles/escala/recientes/5,
06 Diciembre 2013.
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