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miércoles, 4 de enero de 2017

Claves para ser más Feliz

A continuación un extracto del artículo de Sandra Ramírez Carreño, que entrega antecedentes obtenidos en una entrevista a la especialista en neurociencia Emiliana Simon-Thomas, que manifiesta que los aspectos que más aportan a la felicidad son: positividad, conexión social y resiliencia.
 
Emiliana Simon-Thomas, es directora de ciencia del Greater Good Science Center de la Universidad de California en Berkeley, y es experta en neurociencia y psicología de la compasión.
 
¿De dónde surgió la idea de estudiar la felicidad?
 
Hace unos 50 años apareció un interés por pensar en la salud mental de una manera distinta a la que se hacía tradicionalmente, pues los psicólogos se superponían mucho con la medicina y con la idea de acercarse a la salud mental, a través de una lente con la que se buscaba resolver dificultades y deshacerse de los elementos negativos de la salud mental. Se pensaba, entonces, en cómo hacer para que la gente no se deprimiera o experimentara ansiedad.
 
El estudio de la felicidad comenzó con un campo que se llamó psicología positiva, desde donde se pensó en cómo fortalecer las características de la gente para ayudarla a darse cuenta de la felicidad y para que la experimentara de una manera correcta.
 
En los últimos 50 años se ha dado un enfoque a cómo se entiende la felicidad, cómo se diferencia de no simplemente estar triste y cuáles son esos factores que en realidad dictan la posibilidad de que alguien caiga en la categoría de ser feliz.
 
¿Cómo se puede definir la felicidad?
 
La felicidad es un poco difícil de definir. Desde una perspectiva científica, la felicidad es pensada como algo que tiene tres partes relacionadas. Se mezclan un sentido de la positividad, es decir, la facilidad de experimentar estados positivos; un sentido de entender cuándo la vida es significativa, cuándo se tiene un propósito y una habilidad para recuperarse de ciertas dificultades; y un sentido social, el cual tiene que ver con la capacidad de conectarse con los otros. Entonces, la felicidad tiene que ver con positividad, resiliencia y conexión.
 
¿Cuáles son las claves para entender que la felicidad no es blanco o negro?
 
La felicidad no es un momento sobre algo bueno que ha pasado, sino una combinación de varios momentos diferentes, que juntos crean el sentido de propósito, significado y resiliencia. Es muy importante no quedarse con la idea de que conseguir sentirse feliz es tratar de poner juntos tantos momentos de alegría como sea posible.
 
Las personas más felices tienen un rango más grande de emoción que esa, y también tienen experiencias valiosas de tristeza. La felicidad no está exenta de tristeza. En la vida hay dificultades, y hay muy poco que podamos hacer para evitarlas. No importa cuánto dinero tenemos o qué tan bonitos somos, al final todos sufrimos por dificultades y pérdidas. Lo importante es cómo enfrentamos esas situaciones.
 
Lo mismo sucede con la rabia. La gente que es más feliz experimenta rabia cuando la injusticia es una característica particular en algún momento. Es muy importante experimentar la rabia y dejarla que nos motive a buscar una solución para esa injusticia.
La tristeza y la rabia no son emociones que se deben suprimir o con las que se debe pretender que no pasaron, pero tampoco se las debe dejar invadir toda nuestra experiencia mental como para sentir que no se tiene esperanza.
 
Algunas personas creen que la felicidad tiene que ver con ser entusiasta y alegre, y con estar emocionado todo el tiempo, y que tienen que tratar de olvidar lo que las hace sentirse tristes, pero la investigación muestra que esas experiencias de emociones negativas son buenas para la noción de felicidad, pero cómo las manejamos es importante.
 
¿Qué dicen las investigaciones sobre cómo se ve reflejada la felicidad en el cuerpo y en el cerebro?
 
Como una observación general, las personas que son más felices tienen un sistema inmune más fuerte. El cuerpo se comporta de una mejor manera al enfrentar enfermedades y protegiéndose de ellas. Las personas que son más felices tienen métricas fisiológicas de menor estrés, no tienen la presión alta, tienen menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y viven más tiempo.
 
Tener una sensación de conexión social protege a las personas de las enfermedades. Pero cuando alguien es solitario, según nuevas investigaciones, puede presentar vulnerabilidad a enfermedades cardiovasculares, el sistema inmune no funciona bien y hay señales de tendencia al estrés.
 
Nuestro sistema nervioso, a un nivel fundamental, espera tener acceso a salud y comida, pero también espera tener acceso a otras personas. Nosotros evolucionamos para buscar oportunidades, para cooperar y formar relaciones sociales significativas.
 
Hay mucha gente que tiene la idea de que las amistades, las relaciones y la familia son algo opcional. Pero eso no es lo que la investigación muestra. No somos aislados o especies solitarias, sino especies multisociales.
 
 
Referencias:
-      Citado en: Sandra Ramírez Carreño, “Las claves de la ciencia de la felicidad”, http://www.eltiempo.com/mundo/ee-uu-y-canada/cuales-son-las-claves-de-la-felicidad/16774961, 16 diciembre 2016.
-          Imagen obtenida de: http://www.eltiempo.com/noticias/felicidad, 04 enero 2017.

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