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martes, 25 de mayo de 2021

El escuchar más que el oír nos da Felicidad

 


Escuchar detenidamente te hace especial pues casi nadie lo hace". 

Ernest Hemingway.

Resumen:

El escuchar no sólo se hace con los oídos. Es una actitud de escucha que compromete muchas más que la audición. Y el saber escuchar tiene un gran impacto en las actividades que nos hacen más felices, como son el relacionarse y poder ayudar mejor a las personas.

Los especialistas nos han enseñado:

El filósofo Francesc Torralba:

"Escuchar es un acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia, un acto libre" y "Cuando escuchamos al otro, también descubrimos quiénes somos, cuál es nuestra identidad, qué nos separa y nos une del otro. Es un ejercicio de tolerancia y de autoconocimiento",

La Coach Silvia Guarnieri nos indica que "Los grandes escuchadores pueden sanar el alma. Sanar el alma a través de la palabra".

El escuchar es más que el oír:

Es común el reproche de las personas: ¿Estas escuchando o sólo estas oyendo? La verdad es que no queda del todo claro cuál es la diferencia.

Al recurrir a la literatura, podemos encontrar que grandes personalidades han indicado:

Khalil Gibran (1883-1931) - Ensayista, Novelista y Poeta Libanés (1):

“Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto”.

David Perkins Dexter (1919-2007) - Genetista Estadounidense (2):

“Para que el cerebro pueda comprender, el corazón debe escuchar primero”.

Al revisar estas citas, nos queda claro que escuchar no sólo se hace con los oídos. Es una actitud de escucha que compromete mucho más que la audición.

El saber escuchar tiene un gran impacto en las actividades que nos hacen más felices, como son el relacionarse, el poder ayudar mejora a las personas y tantas otras.

Se entrega a continuación extractos del artículo de Vanessa Graell: “Escuchar a los demás te hace más feliz” (3), que considera antecedentes de la filosofía y del coaching.

Escuchar a los demás te hace más feliz (3):

Escuchar es un arte, más aún en la era de las distracciones. La escucha activa es la mejor herramienta de conexión y empatía.

Parece fácil... Pero cada vez escuchamos menos a los demás e incluso a nosotros mismos. Escuchar es una de las llaves de crecimiento personal, desde la filosofía contemporánea hasta el coaching más práctico: escuchar te cambia (y, por cierto, puede hacerte más feliz).

"Escuchar detenidamente te hace especial pues casi nadie lo hace". Lo decía Ernest Hemingway hace casi un siglo. ¿Sabemos escuchar? ¿O en el siglo XXI, con el boom de estímulos tecnológicos, nos limitamos a oír ¿En la sociedad del selfie y del narcisismo Instagram escuchamos cada vez menos? Porque escuchar implica olvidarse del propio ego (al menos durante un rato) para centrarse en el otro.

Hay una dimensión filosófica en el hecho de escuchar. Una dimensión que hemos ido perdiendo... "Escuchamos poco y mal y precisamente por eso hay tantos problemas comunicativos y tanta soledad. No damos tiempo al otro, no somos receptivos a sus gestos, nos resulta muy difícil arrinconar nuestros pensamientos para dejar espacio y tiempo al otro", señala el filósofo Francesc Torralba, catedrático de la Universidad Ramon Llull y autor de numerosos ensayos de filosofía contemporánea. En 2006, Torralba publicó un libro que debería estar en todas las estanterías o mesitas de noche: “El arte de saber escuchar” (editorial Milenio), un ameno ensayo entre la teoría filosófica y el manual práctico, un breve pero contundente volumen que nos habla de tú a tú.

"Escuchar es un acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia, un acto libre", define Torralba. Y va más allá: "Escuchar es uno de los actos más libres que puede realizar una persona. De hecho, sólo en el fondo de nuestra interioridad, sabemos a quién escuchamos y a quién no". Escuchar es una acción, no un acto pasivo. Y requiere ciertas habilidades. Para empezar, hay que desinflar el ego, olvidarse de que tu 'yo' es el centro del mundo. "Escuchar es descentrarse, olvidarse de las propias preocupaciones, para dar protagonismo al otro. Es un acto de generosidad y de humildad que requiere trascender el ego. Estamos tan apegados a nuestro ego, que el otro se convierte en un ser extraño, en un ente que habita en un universo paralelo", considera Torralba.

En una escucha activa, hay que esforzarse en percibir la realidad desde otro prisma: el de la persona que tenemos delante. Pero... ¿a quién tenemos que escuchar? En su libro, Torralba establece una interesante clasificación con sus correspondientes valores: los niños (que representan la inocencia), los abuelos (la experiencia), los enfermos (la seriedad), los amigos (la transparencia) y los sabios (la felicidad). "Cuando escuchamos al otro, también descubrimos quiénes somos, cuál es nuestra identidad, qué nos separa y nos une del otro. Es un ejercicio de tolerancia y de autoconocimiento", afirma Torralba. Porque escuchar tiene consecuencias filosóficas: conduce al conocimiento de uno mismo. Escuchar a los demás es un primer paso para escucharse a uno mismo, a nuestra voz interior, a los deseos y necesidades del alma.

'UN ESPEJO EN EL QUE MIRARSE'

Más allá de la dimensión filosófica, escuchar es también la base de la psicología y del coaching. "En nuestra profesión, escuchar es la competencia clave. Cuando logramos ser 'buenos escuchadores', la persona que habla construye un relato sobre sí misma y su entorno de forma que, al terminar la conversación, su yo más íntimo ya ha cambiado, ha mutado. La escucha es síntoma de empatía, de afán por conocer las ideas, la situación, las fortalezas y también las posibles dificultades, de entender en definitiva el universo del otro", explica Silvia Guarnieri, Master Coach certificada por la International Coaching Federation de Estados Unidos.

¿Ya no podemos SOLO escuchar? ¿Cuántas distracciones aparecen en una conversación de una hora: notificaciones en el móvil, estímulos externos, ¿nuestra propia mente extraviada en otros pensamientos...? Escuchar implica ir más allá de la conversación. "Cuando entrenamos nuestra habilidad para escuchar, no solo escuchamos las palabras, escuchamos la intención de las palabras y lo que hay detrás de las mismas. También nos hacemos sensibles a lo que la emoción y el cuerpo del que habla nos está mostrando. De esta forma el que habla siente alivio porque normaliza lo que le pasa y encuentra en la acogedora escucha palabras que, al ser dichas, generan un espejo en el que mirarse", explica la coach.

LAS CUALIDADES DEL BUEN ESCUCHADOR

Silvia Guarnieri dibuja las cualidades del buen escuchador (algunas "parecen obvias, pero pocas veces lo vemos en la práctica", matiza):

Escuchar es oír con plena atención e interpretar lo que quieren decirme. Quien escucha no interrumpe, no se distrae y centra toda su atención en el que habla.

Dejar el ego a un lado para que la conversación se vuelva sobre la otra persona.

Plantea preguntas para cotejar que lo que ha entendido coincide con lo que su interlocutor le ha querido transmitir.

Pregunta desde la curiosidad del niño: invita a la intimidad, invita a la conexión, no intenta convencerte de lo contrario, sólo pregunta para entender. Pregunta realmente para escuchar, no para hablar él.

Tiene mucha paciencia, para que podamos contar todo el relato, sin juicios, sin interrupciones.

Utiliza los silencios a modo de espacio disruptivo para provocar la reflexión.

La conclusión de Guarnieri es clara: "Los grandes escuchadores pueden sanar el alma. Sanar el alma a través de la palabra". Pero... ¿Cómo podemos pasar de una escucha superficial a una profunda? "Se trata de empezar la conversación desde un "y si..." en lugar de escuchar desde el prejuicio con un "no es posible...". Es decir, ser conscientes de que podemos elegir nuestro tipo escucha, podemos escuchar solo para tener razón, para contradecir, para hacer daño. Podemos escuchar para entender, para conciliar, para aprender, para compartir. Escuchar no es un acto pasivo, es dar la bienvenida al otro. El que escucha genera una caja de resonancia, un espacio de posibilidad para el otro", anima Guarnieri.

Si Hemingway decía que escuchar te hace especial, Guarnieri tira de Pablo Neruda para hablar de esa transformación: "Escuchar es bucear sin prisa (pero sin pausa) en aquellos vínculos que logran sacarnos de nuestra caja de confort y que, cuando se acaba el café, 'nosotros, los de antes, ya no somos los mismos', como decía Neruda".

Lo que es y los beneficios de escuchar:

Los especialistas nos enseñan lo que significa y los beneficios de escuchar:

El filósofo Francesc Torralba:

"Escuchar es un acto intencional que tiene por objetivo comprender al otro. Es, en esencia, un acto libre"

"Escuchar es descentrarse, olvidarse de las propias preocupaciones, para dar protagonismo al otro. Es un acto de generosidad y de humildad que requiere trascender el ego. Estamos tan apegados a nuestro ego, que el otro se convierte en un ser extraño, en un ente que habita en un universo paralelo"

El escuchar nos permite:

"Cuando escuchamos al otro, también descubrimos quiénes somos, cuál es nuestra identidad, qué nos separa y nos une del otro. Es un ejercicio de tolerancia y de autoconocimiento",

La Coach Silvia Guarnieri:

Se logra al escuchar:

"Cuando entrenamos nuestra habilidad para escuchar, no solo escuchamos las palabras, escuchamos la intención de las palabras y lo que hay detrás de las mismas. También nos hacemos sensibles a lo que la emoción y el cuerpo del que habla nos está mostrando. De esta forma el que habla siente alivio porque normaliza lo que le pasa y encuentra en la acogedora escucha palabras que, al ser dichas, generan un espejo en el que mirarse".

"Los grandes escuchadores pueden sanar el alma. Sanar el alma a través de la palabra".

“… Escuchar no es un acto pasivo, es dar la bienvenida al otro. El que escucha genera una caja de resonancia, un espacio de posibilidad para el otro…”

 

Un abrazo



Referencias:

(1)  Citado en: Revista Muy Interesante, No 38, septiembre 1990, pp34.

(2)  Citado en: Efecto!Club, Publicación 481 ; Procesos y Confianza, Jueves 4 diciembre 2008, http://www.efectividad.net/efecto-041208.

(3)  Citado en: Vanessa Graell, “Escuchar a los demás te hace más feliz”, https://www.telva.com/bienestar/psicologia/2021/03/12/604b4d3a01a2f1aa018b45f2.html, 12 marzo 2021.

(4)  Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/HijoDeGuatemala/posts/984690651991311/, 25 junio 2020.


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