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viernes, 14 de octubre de 2022

La paradoja de “buscar la Felicidad”

 

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro…”. Victor Frankl

Resumen:

Qué mágicas son las palabras expresadas por las personas, especialmente a través de las “citas”, las que entregan un mensaje que nos proporcionan información y conocimientos sobre temas de nuestro interés.

Se presenta un mayor detalle de la paradoja de “buscar la felicidad”, partiendo de la cita de Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye…”.

Se proporciona un mayor detalle del significado de esta paradoja, entregado por Ernesto Rodríguez:

…Cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz.

Las paradojas de la felicidad

Si consultamos la Wikipedia (1) podemos obtener que:

…Se considera paradoja a una proposición en apariencia falsa o que infringe el sentido común, pero no conlleva una contradicción lógica

Las paradojas son estímulo para la reflexión y a menudo los filósofos se sirven de ellas para revelar la complejidad de la realidad

Para la felicidad existen una variedad de paradojas, las que nos permiten mejorar nuestro nivel de entendimiento de la felicidad.

Una de las paradojas clásicas es la paradoja de “buscar la felicidad”, la que se puede expresar a través de una cita atribuida a Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida”. (2)

Que mágicas son las palabras expresadas por las personas, especialmente a través de las “citas”, las que entregan un mensaje que nos proporcionan información y conocimientos sobre temas de nuestro interés.

Se entregan a continuación extractos del artículo de Ernesto Rodríguez: “La paradoja de buscar la felicidad” (3), que nos da mayores antecedentes de esta paradoja.

La paradoja de buscar la felicidad (3)

Diversos autores han planteado que cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz. Eso ha sido denominado ‘La Paradoja de la Felicidad’. Pero antes de ver las apreciaciones de varios autores, consideremos un ejemplo para ilustrar tan sorprendente paradoja. Imaginemos un atleta obsesionado con ‘ser feliz’ al ganar en una competencia y obtener el ansiado trofeo. Entonces puede suceder que por esa obsesión no se concentre adecuadamente en su actuación durante la competencia y no gane.

Viktor Frankl (1905-1997) fue un neurólogo y psiquiatra austríaco judío que sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en los terribles campos de concentración nazis de Auschwitz y Dachau. Luego fundó la disciplina conocida como ‘Logoterapia’ y en el año 1946 publicó su conocida obra: ‘El Hombre en Busca de Sentido’. En el presente artículo no hablaremos sobre la Logoterapia y solamente citaremos un fragmento de su obra que ilustra muy bien la mencionada ‘paradoja de la felicidad’, aunque él no fue el primero en plantearla formalmente. Citemos: “De manera suficientemente irónica, del mismo modo que el temor ocasiona que ocurra eso que tememos, similarmente una intención forzada hace imposible lo que uno desea con fuerza. Esta intención excesiva o ‘hiper intención’, como yo la llamo, se puede observar particularmente en casos de neurosis sexual. Cuanto más trata un hombre de demostrar su potencia sexual o una mujer trata de demostrar su capacidad de experimentar orgasmo, menos son capaces de lograrlo. El placer es, y debe permanecer siendo, un efecto colateral o un efecto secundario, y es destruido o dañado en el grado en el cual se convierta en un objetivo en sí mismo”.

El primer autor que planteó de manera formal tal paradoja fue el filósofo inglés Henry Sidgwick (1838-1900) en su obra: ‘Los Métodos de la Ética’ (1874), aunque él la denominó: ‘La Paradoja Fundamental del Hedonismo’ donde el término ‘hedonismo’ proviene del griego ‘hedone’: ‘placer’. Citemos sus palabras: “Consideremos el caso de un hombre dedicado a conseguir algún objetivo, que mantiene su principal meta consciente fijada de manera perpetua en el placer que espera lograr cuando la alcance. Él no captará todo el espíritu de la búsqueda; su obsesión nunca obtendrá justamente la agudeza de filo que da al placer de la búsqueda su mayor deleite. Esto nos lleva a lo que podemos llamar la paradoja fundamental del hedonismo: si el impulso hacia el placer es demasiado predominante entonces derrotará su propia meta”. Sidgwick plantea que hay que tratar de disfrutar la ‘búsqueda’ de un objetivo sin obsesionarse con el placer que se espera al conseguir ese objetivo.

Veamos ahora la apreciación del filósofo y economista inglés John Stuart Mill (1806-1873) que al final de su vida publicó en 1873 su ‘Autobiografía’. En esta obra no propuso formalmente tal paradoja, pero sí la describió, y algunos autores consideran que la propuso un año antes que Sidgwick y fue el primero en hacerlo.

Citemos sus propias palabras: “Yo nunca, en realidad, cambié mi convicción de que la felicidad es el fundamento de todas las reglas de conducta y el objetivo de la vida. Pero yo pensaba que este objetivo sólo se alcanza cuando no se convierte en el objetivo directo. Solamente son felices esos (yo pensaba) que tienen sus mentes fijadas en algún objeto distinto a su propia felicidad; fijadas en la felicidad de otros, en el mejoramiento de la humanidad, inclusive en algún arte u objetivo, buscado no como un medio, sino buscado en sí mismo como un objetivo ideal. Al tener sus mentes dirigidas hacia algo distinto, ellos encuentran felicidad en el camino. Los disfrutes de la vida (así era entonces mi teoría) son suficientes para hacer que una cosa sea placentera, cuando ellas son tomadas ‘en passant’, sin que sean un objeto principal. En cuanto se hacen como algo principal, de inmediato se sienten como insuficientes. Ellas no aguantan un escrutinio examinador. Pregúntese si usted es feliz y usted dejará de serlo. La única posibilidad es tratar, no la felicidad, sino algún fin externo a ella, como el propósito de la vida” (Capítulo V). Hay que aclarar que ‘en passant’ en francés es “capturar de paso un peón en ajedrez”. Vemos que John Stuart Mill plantea que la felicidad se puede alcanzar como algo colateral cuando una persona se dedica a realizar objetivos loables.

Veamos ahora la apreciación del filósofo alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900). En su colección de anotaciones escritas entre 1883 y 1888, y publicadas de manera póstuma como ‘La Voluntad de Poder’ Nietzsche dice: “…es notablemente ilustrativo colocar ‘poder’ en lugar de ‘felicidad’ individual (…) ‘Hay un esfuerzo por lograr poder, por un incremento del poder’; — el placer solamente es un síntoma del sentimiento de poder alcanzado, una conciencia de la diferencia (– no hay un esfuerzo para lograr placer: pero el placer sobreviene cuando se ha alcanzado eso por lo cual se ha hecho un esfuerzo: el placer es un acompañamiento, el placer no es el motivo –)”.

El filósofo francés Luc Ferry (nac. 1951) señala que según Nietzsche: “La voluntad de poder no es la voluntad de conquistar, de tener dinero e influencias, sino un profundo deseo para una máxima intensidad de vida, para una vida que ya no esté empobrecida y escindida por auto-divisiones sino por el contrario vivida al máximo”. Según Ferry, podríamos interpretar lo que dice Nietzsche de la siguiente manera: Cuando una persona logra superar escisiones en su personalidad que la debilitan adquiere más ‘poder’ para vivir con más intensidad y eso de manera colateral proporciona placer.

Entonces quizá podríamos pensar que sumergirnos plenamente en una actividad placentera sin angustiarnos por las metas, nos proporciona una dicha más profunda y duradera. Por supuesto, ambas cosas no son incompatibles y se pueden combinar, pero lo importante es no dar más importancia de la debida a alcanzar las metas.

Buscar la felicidad

Para el caso de la paradoja de “buscar la felicidad”, hay dos citas que nos ayudan a descifrar lo que significa:

Guillaume Apollinaire (1880-1918) - Poeta y Novelista Francés, indicó:

De vez en cuando es bueno hacer una pausa en nuestra búsqueda de la felicidad y simplemente ser felices” (4)

La cita indicada anteriormente y expresada por Victor Frankl:

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro…”

Y desde luego, el mayor detalle del significado nos entrega Ernesto Rodríguez, en el artículo referenciado: “La paradoja de buscar la felicidad”:

…Cuando una persona se concentra en el objetivo de ‘ser feliz’ entonces es muy difícil que lo logre, o lo logra de manera deficiente. En contraste, cuando no busca directamente ‘ser feliz’ sino que se concentra en actividades que contribuyen a la felicidad, entonces de una manera colateral, indirecta, puede ocurrir que logre ser más feliz.

Expresado en palabras de Victor Frankl:

De manera suficientemente irónica, del mismo modo que el temor ocasiona que ocurra eso que tememos, similarmente una intención forzada hace imposible lo que uno desea con fuerza… El placer es, y debe permanecer siendo, un efecto colateral o un efecto secundario, y es destruido o dañado en el grado en el cual se convierta en un objetivo en sí mismo”.

En palabras de Henry Sidgwick (1838-1900) – Filósofo inglés, que fue el primer autor de esta paradoja:

“… si el impulso hacia el placer es demasiado predominante entonces derrotará su propia meta”.

Ernesto Rodríguez indica que Sidgwick plantea que hay que tratar de disfrutar la ‘búsqueda’ de un objetivo sin obsesionarse con el placer que se espera al conseguir ese objetivo.

Para John Stuart Mill (1806-1873) – Filósofo y economista inglés:

“… la felicidad es el fundamento de todas las reglas de conducta y el objetivo de la vida. Pero yo pensaba que este objetivo sólo se alcanza cuando no se convierte en el objetivo directo. Solamente son felices esos (yo pensaba) que tienen sus mentes fijadas en algún objeto distinto a su propia felicidad…”

“… sumergirnos plenamente en una actividad placentera sin angustiarnos por las metas, nos proporciona una dicha más profunda y duradera…”.

 

Un abrazo,

 


 



Referencias:

(1)  Citado en: https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja, consultado 9 octubre 2022.

(2)  Citado en: Víctor Hugo Ramón Vergara Medina, “Las enseñanzas de las paradojas de la Felicidad”, https://prisma101-1.blogspot.com/2022/02/las-ensenanzas-de-las-paradojas-de-la.html, 11 febrero 2022.

(3)  Citado en: Ernesto Rodríguez, “La paradoja de buscar la felicidad”, https://diariodelosandes.com/site/la-paradoja-de-buscar-la-felicidad-ernesto-rodriguez/, 29 abril 2022.

(4)  Citado en: David Fischman, "Cuaderno de Felicidad On Line", Semana 08, Día 1, 18-FEB-2011.

(5)  Imagen obtenida de: https://www.facebook.com/1425684167507372/photos/la-felicidad-es-como-una-mariposa-cuanto-m%C3%A1s-la-persigues-m%C3%A1s-huye-pero-si-vuelv/1864086060333845/, consultado 12 octubre 2022.


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