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domingo, 23 de octubre de 2022

Los hábitos que nos ayudan a ser más Felices

 


Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.

Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.

Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos.

Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.

Mahatma Gandhi

Resumen:

Una definición de felicidad realizada para el Modelo Integrado de la Felicidad (MIFE) es:

La felicidad es cuando en la vida aflora el presente y están en armonía nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro accionar.

Se entrega lo planteado por Pelin Kesebir que indica que con dedicación de tiempo y esfuerzo podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Recomienda los dos siguientes hábitos:

1.   Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

Dirigir nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.

2.   Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo.

Nuestra felicidad es integral

A veces consideramos que cuando disfrutamos de los placeres somos felices. Si, pero los placeres son sólo parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces decimos que cuando somos dichosos (nos reímos) somos felices. Sí, pero la dicha es parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces pensamos que cuando nos regocijamos (disfrutamos del humor, entretenimiento, fluimos) somos felices. Si, pero el regocijo es parte de la felicidad y no es la felicidad.

A veces creemos que cuando estamos gozosos (paz y amor) somos felices. Si, pero el gozo es parte de la felicidad y no es la felicidad.

Por eso, una definición realizada para el Modelo Integrado de la Felicidad (MIFE) es:

La felicidad es cuando en la vida aflora el presente y están en armonía nuestras creencias, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestro accionar. (1)

Se comparte a continuación extractos del artículo de Pelin Kesebir: “La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente Fuente” (2), que hace énfasis del plano mental en la felicidad. 

La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente (2)

Nuestra atención e interpretación son los factores fundamentales que deciden nuestra felicidad

Imagine a una persona que lo tiene “todo”: una familia amorosa, buenos amigos, salud, riqueza, poder o incluso fama. Sin embargo, a esta persona le falta una cosa: paz interior. Su mente está constantemente ocupada por emociones negativas como la ira, la ansiedad y la tristeza; no se quiere a sí misma ni confía en los demás, y tiene una visión sombría de todo. ¿Hay manera de que podamos llamar feliz a esta persona?

Este pequeño experimento mental revela el papel central que juega nuestra mente en nuestra felicidad. No importa cuán perfecto pueda parecer todo desde el exterior, la fuente de la felicidad está dentro de nuestras mentes. De hecho, décadas de investigación psicológica muestran que nuestra felicidad está determinada principalmente por la forma en que funciona nuestra mente. La excepción son aquellos que viven una vida dura, en la que luchan por satisfacer sus necesidades más básicas. Para la mayoría de nosotros, nuestra felicidad está determinada, en su mayor parte, por nuestros hábitos de pensar, sentir y percibir el mundo.

Podemos pensar en nuestra mente como una fábrica: toma lo que sucede en el mundo exterior como materia prima, lo procesa y lo convierte en diversas emociones y pensamientos. Esto significa que las mismas materias primas exactas (por ejemplo, un ascenso en el trabajo o una ruptura con la pareja) pueden ser procesadas de manera diferente por diferentes mentes. No siempre somos conscientes de los procesos de producción idiosincrásicos de nuestra fábrica y la posibilidad de convertir el mismo material en diferentes productos.

Algunos de nosotros tenemos “ajustes de fábrica” que son bastante propicios para la producción de felicidad; otros tienen ambientes predispuestos a producir infelicidad. Estos escenarios son un legado de nuestros genes y experiencias de vida. La buena noticia es que es posible reajustarlos. Con tiempo y esfuerzo dedicados, podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Reajustando nuestra configuración

Si queremos cultivar una mente que produzca más felicidad a partir de las materias primas de la vida, primero debemos trabajar en dos hábitos de nuestra mente:

1. Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

2. Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que nos enfocamos.

Ahora, examinemos por qué estos dos “ajustes” son tan importantes para nuestra felicidad y cómo podemos ajustarlos para nuestro beneficio.

Felicidad y atención

Imagine que se encuentra moviéndose lentamente por una habitación a oscuras, con una linterna en la mano. Podría haber innumerables objetos en esta habitación: bonitos o feos, divertidos o aterradores, ordinarios o inusuales. A medida que se mueve por esta habitación, sus pensamientos y sentimientos estarán determinados por el lugar al que dirige la linterna y lo que es visible para usted, no por la realidad objetiva completa de la habitación. Si su linterna no ilumina la fuente de chocolate, pero ilumina el esqueleto, tendrá una reacción emocional muy diferente que viceversa.

A medida que avanzamos por la vida, nuestra atención cumple la misma función que la linterna: lo que ilumina fluye hacia nuestra mente y se convierte en nuestra realidad; para lo que no alcanza a iluminar, estamos ciegos. Por lo tanto, hacia dónde dirigimos nuestra atención tiene una relación directa con nuestra felicidad.

Esta idea está respaldada por estudios que vinculan las diferencias individuales de atención, con la felicidad. Las personas felices se sienten más naturalmente atraídas por los estímulos positivos y las menos felices por los negativos.

Cuanto más nos centremos en las cosas buenas de nuestra vida, más felicidad obtendremos de la vida. Incluso podemos convertir esto en un juego: cada vez que salgamos de casa, podríamos comprometernos a no regresar antes de percibir tres cosas agradables. Cada vez que hablamos con alguien, podríamos tratar de identificar al menos una buena cualidad que tenga esa persona y que podemos apreciar. Cuando nos acostamos todas las noches, podemos tomar un momento para pensar en algo bueno y útil que hayamos hecho durante el día.

Observar hacia dónde dirigimos habitualmente la linterna de nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad. Por ejemplo, ¿qué tipo de libros leemos, qué tipo de videos miramos, qué tipo de cuentas de redes sociales seguimos? Estas preguntas son importantes porque nuestras respuestas constituyen el alimento que consume nuestra mente. Lo que la desnutrición es para nuestra salud física, la desnutrición de la mente es para nuestra salud mental. Si nuestra dieta atencional contiene muchas cosas que dejan una mala sensación en nuestra alma y mente o generan pensamientos negativos sobre nosotros mismos, los demás y el mundo, entonces deberíamos reconsiderar dónde elegimos dirigir nuestra atención.

Felicidad e interpretación

Si la atención se trata de lo que miramos, la interpretación se trata de cómo entendemos las cosas que hacemos. ¿Cuál es nuestra visión general de la vida? ¿Qué significados le damos a las cosas buenas o malas que nos suceden? ¿Cómo explicamos los comportamientos de otras personas?

Sin embargo, prácticamente cualquier cosa en la vida puede abordarse de manera que nos haga sentir mejor o peor. Una de las principales diferencias entre las personas felices y las infelices es que las personas felices perciben, interpretan y piensan sobre los mismos eventos de manera más positiva que las personas infelices.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo. Como si la vieran a través de lentes color de rosa, la vida en sus diversos aspectos se les aparece de una manera más placentera y deseable. Curiosamente, una forma de predecir la felicidad de una persona es darle una lista de cosas aleatorias (por ejemplo, bicicletas, papel tamaño carta, límites de velocidad en el tráfico, Japón) y preguntarle cuánto le gusta cada una. Las personas que expresan un mayor gusto por estos aspectos mundanos de la vida también informan ser más felices. Las personas que se ven a sí mismas de manera positiva tienen más confianza en sí mismas, las personas que ven a los demás de manera positiva tienen mejores relaciones y las personas que ven el futuro de manera más positiva son más persistentes y resistentes. La positividad activa ciclos virtuosos y deseables profecías autocumplidas.

Si queremos entrenar nuestra mente para ser más positivos, debemos desarrollar el hábito de hacernos algunas preguntas que normalmente no hacemos. Por ejemplo, ante situaciones que nos molestan, podemos preguntarnos: “¿Hay alguna manera de abordar esta situación de una manera más positiva y constructiva?”. o “¿Cómo vería esta situación una persona más optimista?”

Transformando nuestras mentes

Quizás más que cualquier otra cosa, los hábitos de nuestra mente determinan nuestra felicidad o infelicidad en la vida. Si constantemente encendemos la linterna de nuestra mente en las peores partes de nuestra vida, descuidando las partes buenas, o si insistimos en interpretar todo lo que nos sucede de una manera que nos desanima, simplemente no podemos ser felices.

Afortunadamente, es posible cambiar los hábitos de nuestra mente, aunque en principio no sea tan fácil. El esfuerzo que ponemos en esto bien vale la pena, porque la felicidad puede no ser fácil de encontrar dentro de nosotros mismos, pero es imposible encontrarla en algún otro lado.

Cambio de hábitos de nuestra mente para ser más felices

Pelin Kesebir nos indica que con dedicación de tiempo y esfuerzo podemos cambiar los hábitos de nuestra mente y ser más felices.

Recomienda los dos siguientes hábitos:

1.- Nuestra atención: en qué nos enfocamos.

Cuanto más nos centramos en las cosas buenas de nuestra vida, más felicidad obtendremos de la vida.

Dirigir nuestra atención es crucial para aumentar nuestra felicidad.

2.- Nuestra interpretación: cómo entendemos las cosas en las que

     nos enfocamos.

Las personas felices tienen claramente un sesgo positivo en sus hábitos de percibir e interpretar el mundo.

Hay que recordar que la felicidad puede no ser fácil de encontrar dentro de nosotros mismos, pero es imposible encontrarla en algún otro lado.

Un abrazo,

 


Referencias:

(1)  Victor Hugo Ramon Vergara Medina, “La Felicidad en la Pirámide y en la Montaña”, https://prisma101-1.blogspot.com/2018/03/la-felicidad-en-la-piramide-y-en-la.html, 23 marzo 2018.

(2)  Pelin Kesebir, “La fuente definitiva de la felicidad: Nuestra mente Fuente”,  https://es.theepochtimes.com/la-fuente-definitiva-de-la-felicidad-nuestra-mente_988313.html, 3 mayo 2022.

(3)  Imagen obtenida de: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/happy-family-mother-child-son-reading-1693532533, consultado 22 octubre 2022.


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