A
continuación extractos del artículo de Hiram Crespo, que es el fundador de la Sociedad de Amigos de
Epicuro (societyofepicurus.com).
Nos
dice:
Epicuro
había sido uno de los primeros en proponer hace 2,300 años el contrato social
como base para que reine la ley y la posibilidad de un proceso empírico de
búsqueda de la felicidad: una ciencia de la felicidad.
El
fundamento de la filosofía epicúrea, es el Tetrafármaco: los Cuatro Remedios, reconocidos
como el núcleo de la enseñanza del cual el resto de la filosofía fluye:
1.
No temas a los dioses
2. No
temas a la muerte
3. Lo
agradable es fácil de alcanzar
4.
Lo doloroso es fácil de soportar
Epicuro
aboga por el estudio de la ciencia como una forma de emanciparnos de miedos
irracionales. Para los naturalistas que no creen en los dioses o espíritus, los
dos primeros fármacos se pueden traducir como: “No temas al destino o la
suerte, ya que es inútil luchar contra aquello sobre lo que no tenemos ningún
control. Se genera sufrimiento innecesario”.
El
segundo remedio es elaborado en una serie de enseñanzas y aforismos que sirven
como una forma de terapia cognitiva para lidiar con el trauma de la muerte.
Entre ellos, la más memorable es puramente hedonista. Se resume así: La muerte
no es nada para nosotros, ya que cuando somos la muerte no ha llegado, y cuando
la muerte ha llegado no somos. También
está el argumento de la simetría, que compara el tiempo después de nuestra
muerte al tiempo antes de nuestro nacimiento del que no tenemos memoria. Puesto
que no hay nada, ¿por qué temerle? Es tan poco inteligente ser innecesariamente
atormentado sobre la vida venidera, como lo es ser atormentado por el estado
antes del nacimiento.
Las
dos últimas declaraciones del Tetrafármaco sobre cómo debemos evaluar nuestros
deseos y discernir cuáles son innecesarios frente a cuáles son necesarios,
cuáles llevan al dolor cuando son satisfechos o ignorados frente a cuáles no.
Por este proceso analítico, uno aprende a contentarse con los placeres simples
de la vida, los más fáciles de alcanzar y que llevan a poco o ningún dolor. Es
aquí donde los verdaderos frutos del entendimiento epicúreo comienzan a ser
cosechados y se vive con mayor facilidad. Las mejores cosas en la vida son
gratis.
Una
de las primeras tareas psicológicas de cada epicúreo es llegar a ser consciente
de sus deseos y cualquier dolor o ansiedad que puedan estar generando. Otra
tarea es aprender a saborear y apreciar las cosas simples cuando están delante
de nosotros. Los buenos amigos, los buenos alimentos y las bebidas
refrescantes, la familia, la buena música, la cercanía a la naturaleza, incluso
nuestra visión del cielo que deben siempre hacernos sentir humildes.
La
buena noticia, según Epicuro, es que la felicidad se logra fácilmente si cultivamos
la filosofía. Él cita la necesidad de la gratitud y de las amistades sólidas
como ingredientes fundamentales para la buena vida, y no sólo clasifica los
deseos sino también discierne entre placeres cinéticos (activos o dinámicos)
que ocurren cuando satisfacemos el deseo y los placeres catastemáticos (pasivos
o estables) que suceden cuando no tenemos deseos que satisfacer, los que
calificó como superiores.
En
cuanto al cuarto remedio, Epicuro nos recordó la naturaleza temporal del dolor
corporal. Podemos tener una fiebre o un dolor de estómago, pero a los pocos
días nuestro sistema inmunológico lo combate. En el caso de los dolores
crónicos, uno se acostumbra a ellos después de algún tiempo. En la naturaleza,
ninguna condición dura para siempre. La impermanencia de todas las condiciones
es un consuelo cuando éstas son dolorosas. Una actitud desdeñosa hacia el dolor
requiere disciplina, pero puede cultivarse si somos conscientes, disciplinados,
y desarrollamos la voluntad de proteger a nuestra mente.
Luego
están los dolores mentales y la ansiedad. Estos se trabajan de manera
sistemática a través de la terapia cognitiva. La resolución de seguir a Epicuro
es esencialmente una resolución para proteger la mente. Es imposible ser feliz
si no podemos controlar nuestra ira y otras emociones fuertes: vamos a pasar de
un estado perturbado al siguiente y nunca probar la estabilidad de la ataraxia,
que se traduce como imperturbabilidad y es la madurez definitiva que un
filósofo puede alcanzar.
Referencias:
-
Citado en: Hiram Crespo, “El
renacimiento epicúreo”, http://laicismo.org/2015/el-renacimiento-epicureo/116988, 2 Enero 2015.
-
Imagen obtenida de http://patriciacorrea-eldeberser.blogspot.com/2012/03/el-deber-ser-etica.html,
6 Enero 2015.
Muy buen resumen!
ResponderEliminarEL TETRAbric también es bueno para alcanzar la felicidad..(chiste con buena onda) muy buen resumen me sirvió mucho, gracisa
ResponderEliminarMariano:
ResponderEliminarGracias por comentario.
Que grande es el humor. Es una de las herramientas muy importante para nuestra vida, porque es parte de lo que indica Epicuro: “uno aprende a contentarse con los placeres simples de la vida, los más fáciles de alcanzar y que llevan a poco o ningún dolor”, porque “Las mejores cosas en la vida son gratis”.
Saludos,