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martes, 6 de enero de 2015

El tetrafármaco de Epicuro para la Felicidad


A continuación extractos del artículo de Hiram Crespo, que  es el fundador de la Sociedad de Amigos de Epicuro (societyofepicurus.com).

Nos dice:

Epicuro había sido uno de los primeros en proponer hace 2,300 años el contrato social como base para que reine la ley y la posibilidad de un proceso empírico de búsqueda de la felicidad: una ciencia de la felicidad.

El fundamento de la filosofía epicúrea, es el Tetrafármaco: los Cuatro Remedios, reconocidos como el núcleo de la enseñanza del cual el resto de la filosofía fluye:

1.   No temas a los dioses
      2.   No temas a la muerte
3.   Lo agradable es fácil de alcanzar
4.   Lo doloroso es fácil de soportar 

Epicuro aboga por el estudio de la ciencia como una forma de emanciparnos de miedos irracionales. Para los naturalistas que no creen en los dioses o espíritus, los dos primeros fármacos se pueden traducir como: “No temas al destino o la suerte, ya que es inútil luchar contra aquello sobre lo que no tenemos ningún control. Se genera sufrimiento innecesario”.

El segundo remedio es elaborado en una serie de enseñanzas y aforismos que sirven como una forma de terapia cognitiva para lidiar con el trauma de la muerte. Entre ellos, la más memorable es puramente hedonista. Se resume así: La muerte no es nada para nosotros, ya que cuando somos la muerte no ha llegado, y cuando la muerte ha llegado no somos.  También está el argumento de la simetría, que compara el tiempo después de nuestra muerte al tiempo antes de nuestro nacimiento del que no tenemos memoria. Puesto que no hay nada, ¿por qué temerle? Es tan poco inteligente ser innecesariamente atormentado sobre la vida venidera, como lo es ser atormentado por el estado antes del nacimiento.

Las dos últimas declaraciones del Tetrafármaco sobre cómo debemos evaluar nuestros deseos y discernir cuáles son innecesarios frente a cuáles son necesarios, cuáles llevan al dolor cuando son satisfechos o ignorados frente a cuáles no. Por este proceso analítico, uno aprende a contentarse con los placeres simples de la vida, los más fáciles de alcanzar y que llevan a poco o ningún dolor. Es aquí donde los verdaderos frutos del entendimiento epicúreo comienzan a ser cosechados y se vive con mayor facilidad. Las mejores cosas en la vida son gratis.

Una de las primeras tareas psicológicas de cada epicúreo es llegar a ser consciente de sus deseos y cualquier dolor o ansiedad que puedan estar generando. Otra tarea es aprender a saborear y apreciar las cosas simples cuando están delante de nosotros. Los buenos amigos, los buenos alimentos y las bebidas refrescantes, la familia, la buena música, la cercanía a la naturaleza, incluso nuestra visión del cielo que deben siempre hacernos sentir humildes.

La buena noticia, según Epicuro, es que la felicidad se logra fácilmente si cultivamos la filosofía. Él cita la necesidad de la gratitud y de las amistades sólidas como ingredientes fundamentales para la buena vida, y no sólo clasifica los deseos sino también discierne entre placeres cinéticos (activos o dinámicos) que ocurren cuando satisfacemos el deseo y los placeres catastemáticos (pasivos o estables) que suceden cuando no tenemos deseos que satisfacer, los que calificó como superiores.

En cuanto al cuarto remedio, Epicuro nos recordó la naturaleza temporal del dolor corporal. Podemos tener una fiebre o un dolor de estómago, pero a los pocos días nuestro sistema inmunológico lo combate. En el caso de los dolores crónicos, uno se acostumbra a ellos después de algún tiempo. En la naturaleza, ninguna condición dura para siempre. La impermanencia de todas las condiciones es un consuelo cuando éstas son dolorosas. Una actitud desdeñosa hacia el dolor requiere disciplina, pero puede cultivarse si somos conscientes, disciplinados, y desarrollamos la voluntad de proteger a nuestra mente.

Luego están los dolores mentales y la ansiedad. Estos se trabajan de manera sistemática a través de la terapia cognitiva. La resolución de seguir a Epicuro es esencialmente una resolución para proteger la mente. Es imposible ser feliz si no podemos controlar nuestra ira y otras emociones fuertes: vamos a pasar de un estado perturbado al siguiente y nunca probar la estabilidad de la ataraxia, que se traduce como imperturbabilidad y es la madurez definitiva que un filósofo puede alcanzar.

Referencias:
-      Citado en: Hiram Crespo, “El renacimiento epicúreo”, http://laicismo.org/2015/el-renacimiento-epicureo/116988, 2 Enero 2015.

3 comentarios:

  1. EL TETRAbric también es bueno para alcanzar la felicidad..(chiste con buena onda) muy buen resumen me sirvió mucho, gracisa

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  2. Mariano:
    Gracias por comentario.

    Que grande es el humor. Es una de las herramientas muy importante para nuestra vida, porque es parte de lo que indica Epicuro: “uno aprende a contentarse con los placeres simples de la vida, los más fáciles de alcanzar y que llevan a poco o ningún dolor”, porque “Las mejores cosas en la vida son gratis”.

    Saludos,

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