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miércoles, 21 de enero de 2015

Momentos de Felicidad en la cocina


Todos los sentidos nos brindan placer y podemos definir el placer como “felicidad momentánea”. Y el sentido del gusto es uno de los predilectos para nosotros los “comilones”, donde la “fábrica” de la felicidad es la cocina.

A continuación extractos del artículo de la referencia, que nos indica lo que nos aporta cocinar, especialmente lo referente a que constituye un buen remedio contra la ansiedad y el estrés. Y, en general, puede llegar a ser muy gratificante.

Las razones citadas son:

Se lograr alto nivel de concentración.
Como si no hubiera nada más importante en ese momento y ese lugar que el acto de cortar las verduras, batir los huevos, o aliñar la ensalada, buscando la mayor precisión.

Es un gran ejercicio sensorial, de todos los sentidos.
Hay una extraordinaria cata de sabores, de aromas, de texturas y hasta de colores mientras se ajustan todos los elementos que van a confluir en un plato.

La comida tiene siempre un poder evocador
Hay sabores que nunca se nos han borrado de la memoria a lo largo de nuestra vida y es un placer intentar reconstruirlos.

Es un ejercicio de observación y paciencia
Uno va aprendiendo a saber cuándo una cebolla está lista o cuando una salsa ha alcanzado su punto. Y para ello, por más prisa que tengamos, hay que dar a cada cosa su ritmo y su tiempo.

Es un lugar para la creatividad
Hay infinidad de recetas, infinidad de formas de cocinar. Y eso supone que hay mucho lugar para la creatividad y para la imaginación ante un fogón. Siempre hay una especia que probar o una alternativa de cocción.

Cocinar es tomar de decisiones
Siempre hay momentos críticos en que una salsa se ha pegado, o que el único huevo del frigorífico ha caído al suelo o nos falta la mantequilla exigida en mitad de la elaboración de una receta. Y tienes que buscar alternativas para salir de esta crisis doméstica.

Es un ejercicio estético.
Ya se sabe que comemos también con los ojos. El color de los ingredientes, las guarniciones y las salsas, las formas de servir o de emplatar enriquecen los sabores y las sensaciones.

Mejora de la autoestima
Es una sensación de logro personal. Seguro que todos recuerdan la primera vez que se cocina el primer plato y lograr que saliera bien. La primera vez que dijiste: “Lo he hecho yo”. Lo bueno es que, en gastronomía, esa sensación se puede repetir hasta el infinito.

Es un acto de amor
Repartimos placer, felicidad momentánea, seguramente fugaz pero no por ello menos real. Por eso una mesa acaba siendo un lugar de bienestar.

Es aprendizaje
La cocina incluye un cierto aprendizaje sobre la frustración, la humildad y, en el mejor de los casos, sobre el hecho de que “sobre gustos no hay nada escrito”.

Pero, sobre todo, la cocina es pura emoción.

Referencias:
-          Citado en: “Momentos de felicidad en la cocina”, http://blogs.publico.es/nekane/2015/01/16/momentos-de-felicidad-en-la-cocina/, 16 Enero 2015.
-          Imagen obtenida de: http://elclubdelasmadresfelices.com/tag/madre-feliz/, 21 Enero 2015.

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