Todos
los sentidos nos brindan placer y podemos definir el placer como “felicidad
momentánea”. Y el sentido del gusto es uno de los predilectos para nosotros los
“comilones”, donde la “fábrica” de la felicidad es la cocina.
A
continuación extractos del artículo de la referencia, que nos indica lo que nos
aporta cocinar, especialmente lo referente a que constituye un buen remedio
contra la ansiedad y el estrés. Y, en general, puede llegar a ser muy
gratificante.
Las
razones citadas son:
Se lograr alto nivel
de concentración.
Como
si no hubiera nada más importante en ese momento y ese lugar que el acto de
cortar las verduras, batir los huevos, o aliñar la ensalada, buscando la mayor
precisión.
Es un gran ejercicio
sensorial, de todos los sentidos.
Hay
una extraordinaria cata de sabores, de aromas, de texturas y hasta de colores
mientras se ajustan todos los elementos que van a confluir en un plato.
La comida tiene
siempre un poder evocador
Hay
sabores que nunca se nos han borrado de la memoria a lo largo de nuestra vida y
es un placer intentar reconstruirlos.
Es un ejercicio de
observación y paciencia
Uno
va aprendiendo a saber cuándo una cebolla está lista o cuando una salsa ha
alcanzado su punto. Y para ello, por más prisa que tengamos, hay que dar a cada
cosa su ritmo y su tiempo.
Es un lugar para la
creatividad
Hay
infinidad de recetas, infinidad de formas de cocinar. Y eso supone que hay
mucho lugar para la creatividad y para la imaginación ante un fogón. Siempre
hay una especia que probar o una alternativa de cocción.
Cocinar es tomar de
decisiones
Siempre
hay momentos críticos en que una salsa se ha pegado, o que el único huevo del
frigorífico ha caído al suelo o nos falta la mantequilla exigida en mitad de la
elaboración de una receta. Y tienes que buscar alternativas para salir de esta
crisis doméstica.
Es un ejercicio
estético.
Ya
se sabe que comemos también con los ojos. El color de los ingredientes, las
guarniciones y las salsas, las formas de servir o de emplatar enriquecen los
sabores y las sensaciones.
Mejora de la
autoestima
Es
una sensación de logro personal. Seguro que todos recuerdan la primera vez que se
cocina el primer plato y lograr que saliera bien. La primera vez que dijiste:
“Lo he hecho yo”. Lo bueno es que, en gastronomía, esa sensación se puede
repetir hasta el infinito.
Es un acto de amor
Repartimos
placer, felicidad momentánea, seguramente fugaz pero no por ello menos real.
Por eso una mesa acaba siendo un lugar de bienestar.
Es aprendizaje
La
cocina incluye un cierto aprendizaje sobre la frustración, la humildad y, en el
mejor de los casos, sobre el hecho de que “sobre gustos no hay nada escrito”.
Pero,
sobre todo, la cocina es pura emoción.
Referencias:
-
Citado en: “Momentos de felicidad en
la cocina”, http://blogs.publico.es/nekane/2015/01/16/momentos-de-felicidad-en-la-cocina/,
16 Enero 2015.
-
Imagen obtenida de: http://elclubdelasmadresfelices.com/tag/madre-feliz/,
21 Enero 2015.
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