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jueves, 1 de diciembre de 2016

La Felicidad y piloto automático


El ser humano es una creación maravillosa, desde cualquier punto que se mire, revise o estudie. Se describe el por qué la mente actúa “en piloto automático”, permitiendo destinar mayor tiempo y energía a ciertas actividades que no deben ser llevadas a cabo “en piloto automático”, porque requieren de una mayor conciencia que se están desarrollando y que contribuyen a mejorar nuestro nivel de felicidad

Un aspecto casi mágico es el uso que hace nuestra mente del actuar “en piloto automático”, que es un forma que tiene nuestra mente de ahorrar energía.

Un ejemplo es cuando se aprende a manejar un auto, en la que existe un sin número de acciones en las que se debe estar pendiente: estar atento al tránsito vehicular, el estado de la carretera, los comandos del auto y un gran número de acciones más. Es por lo anterior que en las primeras sesiones de aprendizaje se termina muy agotado debido al consume de energía que demanda a la persona.

Pero una vez que se ha aprendido, la gran mayoría de las acciones se realizan “en piloto automático”.  El cerebro las “automatiza” y se llevan a cabo sin tener una mayor atención de lo que se están realizando.

El generar la automatización, el ir “en piloto automático”, permite al ser humano pueda llevar a cabo una gran cantidad de actividades con un consumo menor de energía.

Una forma que tenemos de poner “en piloto automático” es cuando adquirimos un hábito, en la que nuestra mente empieza a automatizarlo y finalmente terminamos realizándolo “en piloto automático”.

Este proceso tan fantástico del ser humano permite destinar mayor tiempo y energía a ciertas actividades que no deben ser llevadas a cabo “en piloto automático” y que requieren de una mayor conciencia que se están desarrollando, y que contribuyen a mejorar nuestro nivel de felicidad

Debemos aprender estar en conciencia plena, estar presente, y eliminar estar “en piloto automático”, por ejemplo: al alimentarnos, para disfrutar de los sabores, los colores, los olores de lo que se está comiendo. Al relacionarnos, para disfrutar de la compañía, los sentimientos, las emociones, la conversación con los familiares y amigos. Y tantas otras circunstancias de la vida que así lo ameritan y que con pequeños detalles nos permiten mejorar nuestro nivel de felicidad.

Debemos estar atento para que en nuestra vida aprendamos a disfrutar del camino y no sólo estar pendiente de llegar al final. Así lograremos disfrutar del viaje, de vivir, de mejorar nuestro nivel de felicidad y no pasar toda la vida “en piloto automático”.

Referencias:
-      Citado en: “Taller de la Felicidad”, Víctor Vergara Medina (Ingeniero, Magister Ciencias y Entrenamiento en Silva Mind Control), Correo vvergara101@gmail.com, Celular (+56) 9 9837 0563.

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