A continuación se
reproduce el interesante artículo de Alejandro Andrade, coach en felicidad
personal y empresarial:
La
felicidad no se crea ni se busca, se descubre. Así que un
experto en coaching de felicidad te da las claves para hacer de este estado, un
hábito.
La posibilidad de ser
feliz forma parte del paquete con el que todo ser humano es dotado desde que
nace. Por lo tanto, la felicidad es una
experiencia que se origina en el interior de la persona y no en el exterior.
Pero, ¿qué pasa a lo largo de la vida? Las circunstancias externas a la persona
afectan tanto positiva como negativamente y la interpretación de éstas, en el
contexto de la felicidad, va a depender, fundamentalmente, de sus decisiones.
Es decir, la felicidad es una decisión
que se convierte en una experiencia muy personal y depende únicamente de quien
la vive.
Entonces, ¿cómo ser
feliz en el día a día? Para empezar debes saber que es falso que la felicidad
tenga que buscarse o crearse. Al ser un estado que reside en el interior de
cada persona, ésta se descubre a través de un trabajo de “excavación” y no tanto
de “construcción”. Y justamente por esta razón tan importante, es que no puedes
depositar en otros tu propia felicidad, ni en pareja, ni en los hijos, ni en el
jefe, ni en tus empleados, etc.
Pero cuidado, el
placer no es lo mismo que la felicidad y es un error en el que comúnmente
caemos los seres humanos. El placer tiene un origen externo es temporal. La felicidad, en cambio, tiene un origen
interno y es permanente. Por eso la
felicidad debe ser considerada como un medio y no como un fin. Por eso es
que sea tan recurrente decir que ni el éxito ni el dinero dan felicidad. Es al
revés, es la felicidad la que te trae
éxitos y dinero.
Está más que
demostrado que el dinero no puede comprar la felicidad. Las personas somos
insaciables por naturaleza, por lo que siempre queremos más. Por ejemplo: Si
una persona se plantea el ser feliz cuando tenga un millón de pesos, cuando
alcance el millón se dará cuenta que necesita 10 millones para ser feliz.
Cuando los tenga, querrá tener 100
millones, y así sucesivamente. Una vez satisfechas las necesidades de la
persona, la curva de entre el dinero y la felicidad tiende a estabilizarse, es decir, a más
dinero no le corresponde más felicidad.
La
buena noticia es que la felicidad es una experiencia cuya detonación se puede
aprender y enseñar, tal y como un idioma extranjero. Y
lo que es mejor, una vez que se practica se vuelve hábito.
¿Por
dónde comenzar a descubrir tu propia felicidad?
Define
tu autenticidad: Es muy importante identificar con
claridad quién eres (cuáles son tus creencias y valores), cuál es tu sello y
cuál es tu pasión, y que se comunique a los demás. Una vez que sabes esto, se
debe alinear todo lo que pienses y hagas con ese sello, tu propio sello. Así es
como se construye la autenticidad. Cuando se sabe quién eres es más fácil
elegir a dónde ir. Una persona con objetivos da propósito a su vida y en ese
propósito descubre la felicidad.
Haz
portable tu felicidad: La felicidad no llega, a la
felicidad se le lleva. Debes reconocer que la felicidad es un don, un regalo de
la vida. Cuando así lo reconocemos, tendremos la capacidad de aceptarlo para
aplicar la siguiente fórmula. Una vez que lo ACEPTO, podré APRECIARLO. Cuando
lo aprecio, entonces podré AGRADECERLO.
Agradece
lo que tienes: En la Psicología Positiva comúnmente
llamada la Ciencia de la Felicidad, la gratitud es un requisito indispensable y fundamental para
disfrutar la felicidad. Todas las personas felices son personas agradecidas.
Hay que ser feliz con lo que se tiene mientras se persigue lo que se quiere,
porque si con todo lo que se tiene no se es feliz, con todo lo que te falta,
tampoco.
Sé
generoso: El siguiente paso es la generosidad. La persona
está biológica y espiritualmente diseñada para dar y darse a los demás.
Cualquier acto de generosidad es una chispa que enciende la felicidad. Los
actos de generosidad se contagian y tienden a beneficiar más a quien los da que
a quien los recibe.
Genera
y rodéate de ambientes positivos: Enfocarse también
en lo que sí funciona es una manera de hacerlo. No se trata de no atender los
problemas, sino de balancear lo negativo con lo positivo que existe en todos
nosotros. El efecto que provoca el comenzar una conversación con lo que sí
funciona es un potente detonador de ambientes positivos.
Mantén
una buena actitud: Tener una buena actitud es un gran
paso hacia la felicidad pues es un reflejo de nuestra interpretación de la
vida. La actitud es ante todo una decisión. Probablemente no podamos controlar
circunstancias externas a nosotros pero siempre podremos controlar cómo
reaccionar frente a ellas. El optimismo es un extraordinario alimento para la
buena actitud. Las personas optimistas tienden a ver algo positivo en todo. De
todo sacan algo que les beneficia. Se quejan menos y disfrutan más. Las
personas optimistas y de buena actitud viven más el tiempo presente. No se
angustian por el pasado, ni se distraen demasiado con el futuro.
Consejos
prácticos y sencillos para ser feliz en tu día a día
•
Cada
mañana al levantarte da gracias de que estás vivo.
Reconócete como valioso e importante. Afírmate a ti mismo que tu decisión es
disfrutar de tu felicidad ese día, visualizando éxito en todos tus deberes.
Proponte que será un gran día. Ese objetivo positivo creará las bases para que
se cumpla.
•
No
busques el reconocimiento de los demás. Tú eres tu propia
motivación. Haz las cosas que te generan bienestar y paz en tu conciencia y no
para que te lo reconozcan. Pronto verás que los demás te siguen.
•
Cuando
la familia esté reunida exprésales que los valores de la gratitud y la
generosidad forman parte del sello familiar. A la hora de
la comida o la cena, haz que cada miembro de la familia identifique una o dos
cosas positivas de su día. Todos descubrirán que siempre hay un oasis en el
desierto. Lograrás de las cosas buenas un hábito. Es una dinámica sencilla y
con muchos alcances.
•
Cuando
corrijas a tus cercanos (como hijos o colaboradores) primero diles algo que sí
funcione en ellos. Esto les dará confianza y podrán
asimilar mejor un regaño o consecuencia de un error, aprendiendo de ello.
•
Tu
liderazgo es influyente. Úsalo en beneficio de la gente.
Ayuda a los demás a encontrar su grandeza. Da confianza y fomenta en la gente
que gracias a sus capacidades ellos pueden resolver los problemas. Acepta los
fracasos y crea escenarios para aprender de ellos. Es la forma de avanzar. Deja
que la gente que depende de ti se auto-motive.
•
No
esperes a ser rico para ser generoso. La generosidad trae
riqueza. Practica diariamente actos de generosidad sin causa que los motive. No
esperes nada a cambio. Verás que el más beneficiado serás tú.
•
No
esperes los mejores momentos para agradecer. Sé
agradecido con todos y en todo siempre.
•
Decide
tener buena actitud. Con ello crearás ambientes de
cordialidad y cooperación. Pronto tendrás muchos seguidores.
•
Disfrutar
de tu trabajo es fundamental pues en él pasas casi la mitad de tu vida.
Si sientes angustia los domingos por la tarde/noche, entonces debes buscar un
cambio. Un empleo, aunque siempre tiene sus grados de presión, se goza. Si no
lo gozas, entonces es momento de replantear tu estadía.
•
Permite
el fracaso. Es una buena forma de aprender. Fracasar no te
hace menos ni más, nadie es perfecto y aprender la lección te engrandece.
•
El
dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional.
Trata de dar buena cara a los problemas y circunstancias negativas de la vida.
La paz está en tu interior y si tú no lo permites, nada ni nadie podrá tocarla.
•
No
seas víctima. No esperes que tus padres, tus
hijos, tu jefe o el gobierno resuelva tus asuntos. No lo harán. Tú eres el
protagonista de tu vida y el destino que ésta tenga será una decisión 100%
tuya.
Referencia:
-
Alejandro Andrade, “Claves para ser
feliz en tu día a día“,18 de Febrero de 2013, http://www.altonivel.com.mx/34106-como-ser-feliz-en-tu-dia-a-dia.html
-
Foto obtenida de: http://depsicologia.com/las-sonrisas-lentas-son-las-mas-atractivas/,
12 Noviembre 2013
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