A
continuación extractos de los antecedentes del taller "Transformando el
sufrimiento en felicidad", dado por el maestro budista Gueshe Tenzing
Tamding, abad del monasterio de Ganden (Monarca, España) y director espiritual
de algunos centros budistas del linaje gelugpa en España, desarrollado del 31
de enero al 2 de febrero 2014, cuyo enfoque principal es que “El ser humano
busca la felicidad y huye del sufrimiento”
¿Cómo lograr nuestra
felicidad?
-
Buscando la felicidad y alejándose del
sufrimiento. No hay nada malo en ello; sin embargo, el ser humano confunde la
satisfacción de los deseos con la verdadera felicidad y que esa es una de las
causas de sufrimiento.
-
La satisfacción de un deseo produce la
“sensación de felicidad”, pero al poco tiempo esa sensación se esfuma, aparece
un nuevo deseo y si no se satisface hay sufrimiento, y así continúa el círculo.
-
La felicidad verdadera es la que se
mantiene pese a las circunstancias. Pero esa felicidad necesita entrenarse, día
a día, porque la mente puede ser adiestrada para transformar el sufrimiento en
felicidad.
¿Cómo adiestrar la
mente para ser feliz?
-
Cultivando el amor incondicional hacia
todos los seres. El entrenamiento de la mente consiste en evitar los
pensamientos y acciones egoístas y pensar y actuar a favor del beneficio de los
demás. De "todos los seres", de los seres sintientes (humanos y
animales).
-
Abandonar el egoísmo significa
practicar la renuncia. Lo que no significa dejar todo e irse a encerrar en una
cueva; sino practicar día a día la renuncia a esa felicidad irreal, relativa,
ilusoria. El reino de los seres humanos es el reino del deseo, del apego, pero
todas las cosas y las personas son interdependientes y están en continua
transformación. Si todo está en continuo cambio, es impermanente, y si es
impermanente no se lo puede poseer.
¿Cómo disminuir el egoísmo
y la desconexión entre los seres?
-
A través de "Los ocho versos del
adiestramiento mental" (Lo Jong), texto que es repetido todos los días por
el Dalai Lama, máximo líder espiritual del budismo tibatano, y que constituyen
un poderoso antídoto contra el egoísmo y la desconexión entre los seres.
Primer verso:
Obtener
el mayor beneficio posible para ayudar a todos los seres es más precioso que la
joya que colma todos los deseos. Voy a considerarlos en todo momento como lo
más querido.
Segundo verso:
Con
quien quiera que esté voy a situarme por debajo de él y desde el fondo de mi
corazón voy a sentirle como lo más querido y supremo.
Tercer verso:
En
todas mis acciones voy a vigilar mi mente y tan pronto como surjan emociones
perturbadoras voy a detenerlas firmemente al instante, pues éstas afectarán
tanto a mí como a los demás.
Cuarto verso:
Siempre
que vea a seres malvados, oprimidos por sus acciones violentas y sufrimiento,
voy a considerarlos igual que si hubiese encontrado un valioso tesoro.
Quinto verso:
Cuando
movidos por la envidia los demás me maltraten con injurias, insultos o
menosprecios, voy a aceptar la derrota y ofrecer la victoria.
Sexto verso:
Cuando
alguien que he beneficiado y en quien tengo grandes esperanzas me haga un daño
terrible, voy a considerarlo como mi excelente guía espiritual.
Séptimo verso:
Finalmente,
ofrezco a mis madres lo bueno que haya en mí, asumiendo en secreto sus malos
actos y sufrimientos.
Octavo verso:
Percibiendo
que todos los fenómenos son ilusorios, mantendré estas prácticas limpias de las
manchas de los ocho Dharmas mundanos y liberaré a todos los seres del control
de sus engaños y karma.
Referencia:
-
Citado en: Gabriela Jiménez, “¿Cómo
adiestrar la mente para ser feliz?”, http://www.eluniverso.com/vida-estilo/2014/02/05/nota/2141731/como-adiestrar-mente-ser-feliz?src=menu,
5 Febrero 2014.
-
Imagen obtenida de: http://hoyrevista.com/zona-1/la-felicidad-esta-en-lo-que-piensas/,
20 Febrero 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario