A
continuación, el artículo de Mayte Criado Núñez, Psicóloga y Directora del
Gabinete de Psicología “Bienestar”, en las que se le han incorporado algunos rótulos
y frases en “negritas” sólo para resaltar algunos aspectos que siempre deberíamos
tener presente:
Una definición de
Felicidad que induce al engaño
La
Real Academia de la Lengua Española (R.A.E) define la felicidad como aquel
estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. Seguramente muchas
de las personas que ahora leen este artículo estén muy de acuerdo con esta
definición, compartiéndola en cada una de las palabras que la componen.
El
ser humano, por naturaleza, tiende a creer que es más feliz cuantos más bienes
materiales posee, especialmente si este bien material es el dinero. Entonces,
la ecuación es fácil; cuanto más dinero poseo, más feliz soy. Pero ¿esto es
realmente así?, es decir, ¿verdaderamente uno es feliz siendo muy millonario
pero estando, por ejemplo, muy enfermo?; la respuesta o, mejor dicho, mi
respuesta, es NO. Seguramente poca gente
se lo haya planteado, pero priorizar lo material sobre lo emocional no es más
que, paradójicamente, forjarse el camino hacia la infelicidad. Esto es así
porque basar nuestra felicidad en lo tangible, supone un acto ilusorio que
nunca podrá ser alcanzado en su totalidad debido, fundamentalmente, a la
imposibilidad de poder disponer de todo lo que se desea. El ser humano es
insaciable y, por tanto, siempre querremos más de lo que tenemos.
Es
por todo ello por lo que debemos empezar a reflexionar acerca de qué es lo que
realmente me hace feliz y si esta palabra, “feliz”, verdaderamente existe. ¿Qué
es ser feliz? La mayoría de la gente piensa que un incremento en sus ingresos
les haría ser mucho más felices. Sin embargo, ha quedado demostrado que
aquellos cuyos ingresos han aumentado no son más felices ni están más satisfechos
con sus vidas.
¿Por qué nos
engañamos tan fácilmente?
Una
de las razones es que la variación de los ingresos influye brevemente en
nuestra sensación de bienestar. Pero, repito, brevemente. Incluso la felicidad
que uno siente cuando, por ejemplo, le toca un buen pellizco de lotería, no
dura demasiado, ya que muy pronto el nuevo nivel de ingresos se convierte en el
estándar según el cual medimos nuestros logros. Esta relativa satisfacción no
se presenta, por ejemplo, en el caso de la amistad, el trabajo o la vida
familiar.
¡Los Cuidados a tener
de dónde buscar la Felicidad!
Muchas
personas me preguntan qué pueden hacer para ser más felices o cuál es el
secreto de la felicidad, si es que existe algún secreto que puedan descubrir y
poner en práctica para cambiar sus vidas y sentirse más satisfechos y felices.
El
problema con el que me encuentro es que, para alcanzar la felicidad, muchos
tienden a mirar hacia el futuro, piensan en lo que no tienen y desearían tener,
en cómo lograr ese objetivo que les haría sentirse felices, y tratan de luchar
con uñas y dientes por alcanzar esa meta que, supuestamente, traerá la
felicidad a sus vidas. Otros miran hacia el pasado, lamentando oportunidades
perdidas, arrepintiéndose de errores cometidos, culpándose y castigándose por
no haber actuado de otra forma y pensando que, si lo hubieran hecho, ahora
serían mucho más felices; de ese modo se torturan dando vueltas en su mente a
sus errores pasados, aquellos que ya nunca podrán cambiar.
Ambas perspectivas
vitales, pasado y futuro, no han de concebirse relacionadas con aquello que
algunos llaman felicidad. El problema, por tanto, es que la felicidad no existe ni en el futuro ni
en el pasado; es un estado emocional, un estado interno y muy personal, que
solo puede ser experimentado en el presente, en el aquí y ahora.
La Felicidad es Personal
Cada
uno de nosotros debe hacer un ejercicio profundo de auto-reflexión para tratar
de encontrar qué es aquello que le hace sentir bien, en paz consigo mismo y,
por tanto, feliz. Yo nunca me cansaré de repetir que la clave del bienestar personal reside, sin duda alguna, en disfrutar
de un buen equilibrio emocional; estar en paz con uno mismo independientemente
de las circunstancias externas. Disponer de este estado de paz interior no
es algo fácil, sino que debe ser entrenado concienzudamente por quienes
verdaderamente deseen sentirse felices.
¿Cómo lograr ser más
felices?
Para
ello, puede ayudar seguir los siguientes consejos:
-
Sonríe
siempre que puedas, ya que la sonrisa ejerce sobre
nuestro organismo unos efectos placenteros que inmediatamente repercutirán de
manera muy positiva sobre el estado de ánimo. No olvides que la sonrisa libera
endorfinas, hormonas activadoras de la felicidad.
-
Agradece
y sé generoso con los demás; el agradecer nos hace mejorar
nuestra autoestima, autoconfianza y motivación, manteniéndonos conscientes
respecto a nuestro poder interno. Ser altruista con quienes más lo necesitan,
nos permite aumentar nuestra perspectiva de las cosas y darnos cuenta de que nuestra vida es mucho
mejor de lo que pensamos y que la felicidad se encuentra, muchas veces, en las
cosas más sencillas.
-
Vive
y disfruta el momento; ser conscientes de que nuestro paso
por esta vida es breve y que siempre tenemos este momento para volver a nuestro
centro y, a la vez, disfrutar de nuestros logros y nuestro entorno, es
fundamental para sentirnos bien.
¡Siempre tener
presente!
Como
conclusión, no debemos olvidar dos elementos clave; en primer lugar que la felicidad, más que constituir una meta en sí misma o una emoción por
la que luchar, ha de ser entendida como una elección interior y personal
constante, de cada momento.
Finalmente,
que no hay nada ni nadie en que nos pueda ofrecer más felicidad que la que
nosotros mismos nos podemos dar.
Referencia:
-
Citado en: Mayte Criado Núñez, “La
felicidad, si acaso, es cosa del presente”, http://www.miciudadreal.es/2014/02/26/la-felicidad-si-acaso-es-cosa-del-presente/,
26 Febrero 2014.
-
Imagen obtenida en: http://sistemasanaciontinerfe.blogspot.com/2013/04/dios-el-amor-y-la-verdad-el-sistema-las.html,
26 Febrero 2014.
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