A
continua extracto de artículo de María Damiani, que proporciona antecedentes
que relacionan la Felicidad con la salud y los beneficios de ser más feliz:
Nos
dice.
La
búsqueda de la felicidad es una de las aspiraciones que persigue el ser humano
a lo largo de su vida. La felicidad es un reflejo de ella, un estado de
plenitud interior que nace de la forma de interpretar la vida.
La
salud no es sólo la ausencia de enfermedad sino también, según la Organización
Mundial de la Salud, disfrutar del mayor grado posible de bienestar físico,
psicológico y social.
Es
comprobable que ante un problema de salud, las personas más felices se sienten
más saludables que las menos felices, y las personas optimistas y con ‘resiliencia’
no ven reducida su felicidad ante la adversidad.
Un
estado de bienestar, armonía y equilibrio físico, mental y emocional es la
clave para lograr la tan deseada felicidad. Las personas más felices, en
general, sufren menos alteraciones cardio y cerebrovasculares y, como su
sistema inmune se refuerza, disminuyen las posibilidades de contraer
enfermedades.
“La
felicidad es contagiosa y buena para la salud”, según el Dr. Daniel Martínez,
médico Psiquiatra y Miembro de Action For Happiness [Acción para la Felicidad],
agrupación mundial dedicada a fomentar el cambio social positivo y la felicidad
y considera que “el sentirnos felices,
entre muchos beneficios, nos
lleva a tener:
ü Niveles
más elevados y sostenidos de bienestar, lo que se traduce en más experiencias
de alegría, satisfacción, gratitud y sentimientos amorosos positivos.
ü Más
autoconfianza, optimismo y autoestima para enfrentar dificultades y desafíos.
ü Mejores
relaciones interpersonales, que nos permiten ser personas más sociables y
empáticas, que pueden construir vínculos significativos y gratificantes que se
mantienen en el tiempo.
ü Mejor
salud mental y más sentimientos positivos que permiten la recuperación más
rápida y profunda de la pena y la tristeza.
ü Mayor
longevidad y calidad de vida.
ü Mayor
energía y creatividad para construir sueños. Mayor productividad y flexibilidad
en las capacidades para estudiar y trabajar.
ü Mayor
posibilidad de tener un desarrollo pleno e integral.
Todas
estas ventajas pueden reafirmarse sobre la base de una vida más espiritual. La
espiritualidad, en su sentido más amplio, es un ingrediente importante para la
felicidad. En verdad, la felicidad genuina tiene un fundamento espiritual, pues
no es algo externo, se encuentra dentro de uno mismo. Para ser feliz externamente,
primero hay que reflexionar sobre el interior y entrenar la manera de pensar
con pensamientos buenos y alegres.
Referencia:
-
Citado en: María Damiani, “La
felicidad es la mejor medicina“,http://www.noticiaspositivas.net/2014/02/14/la-felicidad-es-la-mejor-medicina/,
14 Febrero 2014.
-
Imagen obtenida de: http://akifrases.com/frase/112912,
22 Febrero 2014.
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