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domingo, 20 de julio de 2014

La felicidad es el medio no el fin


A continuación un extracto de la entrevista de Lluís Amiguet, al investigador del Instituto del Futuro de la Humanidad Anders Sandberg:

Tradicionalmente la felicidad se ha concebido como un fin en sí misma, cosa que contrario de lo que creíamos causa más frustración que dicha. La posibilidad de hacer camino al andar potenciando aquellas herramientas y áreas propicias, y disfrutando en definitiva de lo que hacemos en el momento puede ser la clave para alcanzarla.

Qué invento cambiará nuestras vidas?
Soy matemático e informático, pero la investigación más terrorífica que he analizado era de psicología cognitiva…

¿Inteligencia artificial?
Revelaba la torpeza de los humanos para reconocer qué les hace felices y qué infelices.

Siempre es más fácil verlo en otros.
El trabajo también daba pruebas de lo incapaces que somos de detectar los hábitos y conductas que nos hacen desgraciados.

¿Cuáles son esos tristes mecanismos?
Uno de los más habituales en nosotros es confundir el fin con los medios.

Por ejemplo.

¿Se reconocerá a sí mismo en la conducta de una manada de chimpancés?
Claro: soy un primate librepensador.

Pusieron una máquina a los simios con palancas. Cuando las accionaban, expulsaban unas fichas de plástico que podían introducir en otra máquina para sacar plátanos.

Era darles culturilla financiera.

Demasiada, porque los convirtieron en maximizadores racionales de beneficio y, en lugar de ir sacando sus monedas cada vez que tenían hambre y sacar uno o dos plátanos, que hubiera sido lo juicioso…

¿Actuaron como humanos?
Efectivamente: el macho alfa se lio a tortas con los micos beta, que pugnaban por darle a la palanca de las monedas con frenesí, hasta que las atesoró todas y, como cualquier ricachón, se fue a un rincón con cara de mala uva para que nadie tocara su dinero.

Hoy tendrá más plátanos que amigos.
Como tantos humanos, el triste primate cometía el primer gran pecado contra la felicidad: confundir el medio con el fin. El dinero sólo es el medio que sirve para tener comida, que es el fin, pero cuando lo atesoras lo conviertes en el objetivo. Y te quedas solo.

Los plátanos saben mejor compartidos y si no los compartes, se pudren.
La segunda derivada de esa confusión entre medios y fines es reducir a los demás a meros medios para lograr tus fines egoístas. De ese modo degradas tus relaciones con los demás humanos y te privas de su calidad de seres infinitamente diversos. Y te vuelves a quedar solo.

Referencias:
-      Citado en: Lluís Amiguet, “La felicidad es el medio no el fin. Entrevista a Anders Sandberg”, http://enpositivo.com/2014/07/la-felicidad-es-el-medio-el-fin/, 16 Julio 2014.

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