A
continuación un extracto de la entrevista de Lluís Amiguet, al investigador del
Instituto del Futuro de la Humanidad Anders Sandberg:
Tradicionalmente
la felicidad se ha concebido como un fin en sí misma, cosa que contrario de lo
que creíamos causa más frustración que dicha. La posibilidad de hacer camino al
andar potenciando aquellas herramientas y áreas propicias, y disfrutando en definitiva
de lo que hacemos en el momento puede ser la clave para alcanzarla.
Qué
invento cambiará nuestras vidas?
Soy
matemático e informático, pero la investigación más terrorífica que he
analizado era de psicología cognitiva…
¿Inteligencia
artificial?
Revelaba la torpeza
de los humanos para reconocer qué les hace felices y qué infelices.
Siempre
es más fácil verlo en otros.
El trabajo también
daba pruebas de lo incapaces que somos de detectar los hábitos y conductas que
nos hacen desgraciados.
¿Cuáles
son esos tristes mecanismos?
Uno de los más
habituales en nosotros es confundir el fin con los medios.
Por
ejemplo.
¿Se reconocerá a sí mismo en la conducta de una manada de chimpancés?
Claro: soy un primate librepensador.
Pusieron
una máquina a los simios con palancas. Cuando las accionaban, expulsaban unas
fichas de plástico que podían introducir en otra máquina para sacar plátanos.
Era
darles culturilla financiera.
Demasiada,
porque los convirtieron en maximizadores racionales de beneficio y, en lugar de
ir sacando sus monedas cada vez que tenían hambre y sacar uno o dos plátanos,
que hubiera sido lo juicioso…
¿Actuaron
como humanos?
Efectivamente:
el macho alfa se lio a tortas con los micos beta, que pugnaban por darle a la
palanca de las monedas con frenesí, hasta que las atesoró todas y, como
cualquier ricachón, se fue a un rincón con cara de mala uva para que nadie
tocara su dinero.
Hoy
tendrá más plátanos que amigos.
Como tantos humanos,
el triste primate cometía el primer gran pecado contra la felicidad: confundir
el medio con el fin. El dinero sólo es el medio que sirve para tener comida,
que es el fin, pero cuando lo atesoras lo conviertes en el objetivo. Y te
quedas solo.
Los
plátanos saben mejor compartidos y si no los compartes, se pudren.
La
segunda derivada de esa confusión entre medios y fines es reducir a los demás a
meros medios para lograr tus fines egoístas. De ese modo degradas tus
relaciones con los demás humanos y te privas de su calidad de seres
infinitamente diversos. Y te vuelves a quedar solo.
Referencias:
-
Citado en: Lluís Amiguet, “La
felicidad es el medio no el fin. Entrevista a Anders Sandberg”, http://enpositivo.com/2014/07/la-felicidad-es-el-medio-el-fin/,
16 Julio 2014.
-
Imagen obtenida de: http://elreplicadordesuenos.blogspot.com/2010/05/adarme-divulgacion-richard-dawkins.html,
20 Julio 2014.
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